Por Natalia Bobadilla
Fotos: Myriam Salazar
Desde los 8 años, Adib Anastas se preocupa de recolectar y clasificar la basura de su barrio a bordo de un triciclo. Su labor incluso lo llevó a recibir un premio de manos del Presidente Sebastián Piñera.
El pasado 24 de abril, Adib Anastas cumplió 12 años. A su corta edad ya lleva al menos 4 años de su vida cumpliendo con una noble labor: cuidar el medio ambiente y luchar contra la contaminación a través del reciclaje.
Tenía 8 años cuando conoció este mundo que le fascinó. “Iba siempre a la feria con mi abuelita a vender algunos juguetes que tenía. Estaba ahí un día cuando vi un punto limpio que la municipalidad traía los sábados. Me interesó porque me enseñaban a hacer cosas con el reciclaje y fue muy entretenido para mí”, recuerda. Su interés fue tanto que hasta se convirtió en uno de los monitores que entregan información a los vecinos de la comuna de Independencia, su lugar de residencia.
“Yo llevaba las bolsas de mi abuelita a la casa en un carrito. De repente veía basura en el parque que está al frente de mi casa, iba a dar una vuelta, la recogía y la echaba en el carrito para después reciclarla. Estaba así todo el día y me entretenía”, cuenta. En ese entonces estaba comenzando a aprender a pedalear a bordo de un triciclo. Así comenzó la que se transformó en su rutina de los tiempos libres: salir a reciclar desechos de su barrio. Con mucho entusiasmo recoge las botellas plásticas, papeles, latas de aluminio y todo lo que encuentre en su camino.
En su casa se convirtió en el encargado oficial de clasificar y separar la basura. Y en su colegio, a través de un taller de medio ambiente al que asiste, fue el gestor de elaborar cajas para reciclar papel y plástico.
Su historia llegó a la televisión. Fue así como apareció en la sección “Súper chilenos”, de “Chilevisión noticias”. Desde entonces, su vida cambió: pasó a ser conocido como “Niño planeta” y lo llamaron de diversos programas de televisión para conocer más de su labor.
“En Mucho gusto me regalaron un triciclo a mi medida, para niños. Y en Chilevisión, Carolina de Moras y Rafa Araneda me dieron una bici, porque yo tenía una muy chiquitita y con las ruedas todas dobladas. Al final esa la arreglé y se la di a mi vecino Valentín. Así que ahora salimos los dos a dar vueltas por ahí”, detalla el estudiante de séptimo básico.
Uno de sus últimos logros lo vivió hace un par de semanas. En el marco de la celebración del Día mundial del reciclaje, el Presidente Sebastián Piñera y la Ministra del Medio Ambiente, Marcela Cubillos, le entregaron en La Moneda el premio “Niño Planeta”, en su honor, por su aporte al cuidado del ambiente a través de la recolección de desechos para reutilizar.
Esta es la primera versión de este reconocimiento impulsado por el Ministerio del Medio Ambiente, cuyo objetivo es fomentar las buenas prácticas ambientales y el compromiso ecológico a temprana edad. Desde ahora será entregado cada año. “Fue increíble haber conocido al Presidente y que hayan creado el premio con mi nombre”, cuenta.
Su madre, Angélica Fernández, lo acompaña cada vez que sale a recolectar desechos y chochea con todo lo que ha logrado su hijo con su desinteresado amor por el planeta. “Estoy contenta y orgullosa de él. Desde chiquitito ha tenido mucha conciencia. Me pone muy feliz de que el Presidente lo reconozca. Este premio va a ayudar a que muchos niños se incentiven y sigan el ejemplo de Adib”, expresa.
Como si fuera poco, el pequeño además está participando en una campaña de cuidado del medio ambiente de detergentes Unilever y también en una iniciativa de la municipalidad de Independencia, para realizar a puerta a puerta en las casas de ancianos que no pueden llevar su basura reciclada a los puntos limpios.
– ¿Conocías un dibujo animado que se llamaba “Capitán planeta” que cuidaba el medio ambiente?
– Sí, lo ubicaba más o menos. Se parece mucho a lo que yo hago.
– ¿Qué mensaje te gustaría transmitir con lo que haces?
– Quiero intentar que los niños que no saben qué hacer en su tiempo libre, no lo pierdan en otras cosas y se interesen en reciclar. Si quieres vivir en un ambiente limpio, hay que cuidarlo. Si yo me como un dulce, el papelito lo guardo para después botarlo en un basurero. Aunque sea un papel pequeño, eso aporta y ayuda mucho al planeta.