Pedalea con Vule: cerrando un año de compromiso por la convivencia vial.

Este domingo se desarrolló el evento de cierre del programa en la Plaza de Maipú.

Por Michelle Raposo

Fotos Cristian Zapata

Con mucha emoción se vivió este domingo el cierre de actividades de “Pedalea con Vule”. Este ha sido un proyecto educativo que se ha desarrollado durante todo el año entre Buses Vule y Revista Pedalea, en la comuna de Maipú, como parte de las acciones para mejorar la educación vial, llegando a cerca de 300 niños y niñas de escuelas en Maipú, y más de 100 colaboradores y colaboradoras de Buses Vule. 

El punto culminante fue la cicletada familiar y la feria de movilidad, que se realizaron durante la mañana de hoy, entre los que participaron con stands entidades como Bicicultura, Foco Migrante y la Dirección de Transporte Metropolitano (DTPM) y Buses Vule. Los visitantes tuvieron la oportunidad de subirse a un autobús y experimentar la perspectiva que tiene un conductor de estos vehículos. 

Y para cerrar con broche de oro, se realizó un sorteo de bicicletas, una mochila de Enhebra Estampa y kits reflectantes, premiando así la participación activa de la comunidad y los alumnos involucrados en los talleres de movilidad. 

Educación concreta para los futuros ciclistas 

¿Qué es lo que se hizo concretamente en estos talleres?, se preguntarán. “Se propuso la movilización de conceptos y principios básicos relativos a una sana convivencia vial, a través de la comprensión del significado de los derechos fundamentales. En este sentido, se trabajó en la relación entre hábitat urbano, derechos fundamentales, derecho a la ciudad, derecho a la movilidad y pirámide de movilidad”, cuenta Susana León, encargada del área de educación en Revista Pedalea. 

Junto a esto agrega Susana, “el trabajo en escuelas estuvo enfocado en comprender los tipos de movilidad, el sentido de la pirámide de movilidad y las características (deberes y derechos) que presentan los diferentes modos y medios de transporte, identificando puntos de riesgo en las interacciones”. 

En el caso del trabajo “colaboradoras y colaboradores, estuvo enfocado en comprender las desigualdades presentes en la ciudad y su reflejo en la infraestructura, así como en identificar las características de los diferentes modos y medios de transporte. El énfasis estuvo en invitarles a entender el aporte del transporte público y de las caminatas y de los ciclos al bien común, reconociendo similitudes e identificando diferencias, para fortalecer la comunicación y empatía.

Aunque parece que solo se estuviera pasando materia, “cuando veo el interés y las ganas de los niños de aprender y sobre todo de salir a la calle y pedalear, o cuando una conductora de bus me dice ‘que bueno lo que hacen, deberían estar en la tele hablando de esto` me doy cuenta de lo importante de continuar con este proyecto. En concreto, podemos decir que este plan piloto nos permitió, primero que todo, confirmar el diagnóstico sobre la necesidad de la población en general de conocer mejor sobre cómo se mueve y de cómo transportarse de forma segura, de que existe un espacio para incorporar estos aprendizajes en la etapa escolar, así como en la formación profesional de conductoras y conductores y principalmente destacar el rol de la empresa privada como agente de cambio en conjunto con iniciativas como Pedalea”, analiza Myriam Salazar, directora de Revista Pedalea. 

La apuesta a futuro

Si bien las actividades de Pedalea con Vule ya terminaron el 2023, ya está la mirada puesta en el próximo año, para llegar a más alumnos y colaboradores/as de Vule. 

Myriam destaca que “esta iniciativa en su conjunto es una mejora sustantiva a la calidad de vida de las personas en la ciudad que habitamos, y en particular, podría decir que en el caso de las y los estudiantes de los colegios de la municipalidad de Maipú, la importancia está en la incorporación de estos contenidos a los aprendizajes en edades tempranas, así como también, el valor de las y los niños como agentes activos en la transmisión de este mensaje en sus familias”.

A juicio de Susana, la continuidad de este proyecto es fundamental, “porque se proyecta como una iniciativa que tiene el propósito de contribuir a construir una sana convivencia vial, cuyo efecto sería, en el largo plazo, la disminución de los sinistros viales. En este sentido, es destacable el interés de Vule, en tanto empresa privada, en contribuir a resolver un problema que afecta a la sociedad en su conjunto, pero donde falta redoblar esfuerzos a nivel estatal y privado para que verdaderamente se sientan los resultados y no tengamos que seguir lamentando las muertes”. 

Y agrega que: “lamentablemente, al día de hoy no existen programas de larga duración desde la niñez para trabajar con estos tópicos, ni tampoco los hay en educación continua para verificar la actualización de contenidos y actitudes en las personas adultas. Por ese motivo (por la ausencia de planes y programas en materias educativas), así como de campañas comunicacionales, es que se presentan tensiones y problemas al momento de convivir entre diferentes medios y modos de transporte”. 

“Finalmente, destacar que en el caso de las y los colaboradores de Buses Vule, nuestra propuesta se ajustó al objetivo trazado por la empresa de alcanzar la cero siniestralidad, aportado desde nuestra experiencia, herramientas para mejorar principalmente la relación de las y los conductores con los otros actores viales y claro, proponer a la bicicleta como una alternativa de movilidad saludable, eficiente y sostenible”, concluye Myriam. 

Con esto, Pedalea con Vule no sólo cierra un año de actividades, sino que deja una huella valiosa en la comunidad de Maipú, impulsando la conciencia vial y promoviendo prácticas seguras que contribuyen a la construcción de una ciudad más segura y amigable para todos. Este proyecto no solo es un hito en la lucha por una movilidad más segura, sino también un testimonio de cómo la colaboración entre la sociedad civil y la empresa privada puede marcar la diferencia en la construcción de comunidades más seguras y sostenibles.

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