Por Daniela Suau Contreras
Periodista, activista movilidad sustentable y feminista.
Quisimos conocer las demandas de los colectivos ciclistas y de movilidad sustentable en Chile, pensando en la nueva Constitución y las distintas temáticas que a su juicio debiesen tenerse en consideración, desde perspectivas como la convivencia, seguridad vial, medio ambiente y perspectiva de género, entre otros. A continuación, lo que nos dijeron de norte a sur.
La movilidad como un derecho humano fundamental
Según nos cuenta Natalia Piñones de Colectivo Ciclista Bicivilizate Iquique, “ha sido un año triste para las y los ciclistas, a causa del aumento considerable de siniestros viales ha calado fuerte y es que no sólo es la imprudencia, velocidad e irresponsabilidad de los conductores de vehículos motorizados, tampoco la falta de fiscalización, sino también la falta de cicloinfraestructura”.
Para el proceso constituyente que comenzará a vivir Chile, para Bicivilizate Iquique es importante incorporar la seguridad, disponibilidad, sustentabilidad, equidad, igualdad, así como la accesibilidad de los desplazamientos en los espacios públicos. Como colectivo ciclista, ellos demandan la movilidad como un derecho humano fundamental en la nueva carta magna.
“Hoy hay una evidente desigualdad en la ocupación del espacio público, más del 80% está destinado a los automóviles, tenemos claramente ciudades diseñadas para vehículos motorizados, mientras que los medios de transporte a escala humana son de nulo interés tanto para los gobiernos locales, como para las empresas inversionistas”, afirma la activista.
Además, agrega, “la desigualdad también se ve en cuanto a las comunas que cuentan con mayores ingresos municipales. En la Región de Tarapacá, por ejemplo, hay una brecha enorme y desigual entre Iquique y Alto Hospicio –comunas vecinas- donde la segunda carece de infraestructura de recreación, áreas verdes y sobre todo cicloinfraestructura. Según el índice de calidad urbana, Alto Hospicio fue considerada durante el año 2014 como la peor comuna del país para vivir, siendo una comuna muy joven, con un evidente potencial de integrar otros tipos de movilidad urbana y accesos pero no hay voluntad política para generar cambios en pos de la ciudadanía, y ya no podemos depender sólo de ello”.
Es por esto, que para Bicivilizate Iquique, el derecho al espacio público, a la movilidad y a la accesibilidad universal deben ser puntos importantes a pensar en la nueva constitución. “Todas y todos debemos poder acceder a una movilidad, digna y adecuada, a transitar en un tráfico ordenado, respetuoso, seguro y en pos del cuidado ambiental. Dando la responsabilidad al Estado de velar por la construcción de infraestructura que conlleve a una movilidad eficiente, sostenible y segura que facilite la vida de las ciudadanas y los ciudadanos”, concluye Natalia Piñones.
Aumento de penas para siniestros viales
Si bien como colectivo Bioenergía de Rancagua, aún no han realizado cabildos directamente con la comunidad y esperan hacerlo pronto, para tener demandas más concretas con respecto al proceso constituyente, Loreto Calé, integrante de la agrupación, señala que deben aumentarse las penas para siniestros viales, al igual que acceso seguro de tránsito para ciclos en distintas comunas y descentralizar su construcción.
“Por ejemplo, tener comunas rurales interconectadas, dejar de ver la naturaleza netamente como un recurso explotable y más aún como otro ser vivo en el planeta para su protección, facilidades de participación ciudadana en decisiones a nivel local y transparencia de información como inclusión de la comunidad, eso también incluye facilidades para el préstamo de espacios para realizar actividades para la comunidad”, afirma la activista de Bioenergía.
El acceso al espacio público como una garantía para una democracia participativa y desde los territorios
Para Aníbal Cortés, ingeniero en transporte e integrante del colectivo La Bici Te Salva en Concepción: “El transporte y la movilidad se involucran en muchos aspectos de nuestro día a día. Se tiende a creer que nuestra vida la realizamos dentro de los hogares y las oficinas, y que la calle es solamente el medio por el cual nos transportamos a estos distintos servicios, pero la realidad difiere mucho de esto. La calle es parte importante en nuestras vidas, en ella no sólo nos transportamos, nos encontramos, hacemos compras, conversamos, paseamos para despejarnos, contemplamos naturaleza y murales, escuchamos música en vivo, habitamos, en resumen, vivimos”.
Asimismo, Cortés agrega que “el espacio público también es donde se da lugar a manifestaciones masivas, y se permite la participación de la vida cívica y política, la cual está siendo revalorizada desde el estallido social. Las asambleas territoriales y los cabildos tuvieron en su gran mayoría lugar en espacios públicos, plazas, canchas, parques, por lo que el acceso al espacio público debe entenderse como una garantía necesaria para una democracia participativa y desde los territorios”.
Es por esto que para La Bici te Salva, la nueva constitución debe tener garantías y respaldos mínimos con respecto a cómo nos involucramos entre nosotras y nosotros y nuestros entornos. “El Estado debe garantizar acceso equitativo a toda la diversidad de habitantes a espacios públicos de distinta índole, cuya calidad y cantidad sean óptimas e independientes del punto de la ciudad en el que nos encontremos. Este objetivo que parece amplio, debe considerar también las limitaciones que existen en la ciudad, tanto espacial como ambientalmente y, en base a esto, buscar una solución óptima”.
Aníbal Cortés, que también es miembro del taller comunitario de bicicletas Pedal Autónomo, señala que pareciera que en ocasiones garantizar el acceso se confundiera con grandes carreteras esperando que algún día cada habitante del territorio disponga de un automóvil para acceder a todos los servicios de la ciudad. “Hoy es claro que este objetivo es imposible, no sólo económica y espacialmente, sino también implica un daño irreparable al medio ambiente y ecosistemas. Es también considerando esto que, como Colectivo La Bici Te Salva, nos inclinamos por los modos de transporte activos como la caminata y la bicicleta y creemos que necesitan garantías mínimas para su real acceso a todos los habitantes”.
Con garantizar el acceso universal también se refieren a considerar variables que parecieran ser menos evidentes, “como que las mujeres, niñas y niños y personas de la tercera edad tienen mayor aversión al riesgo, por ende, si en las calles de Concepción vemos más hombres jóvenes que otro tipo de personas, es un claro indicador que la seguridad es deficiente al momento de andar en bicicleta”, asegura el integrante de la agrupación penquista.
Finalmente, Cortés señala que desentrañar esta compleja mezcla de variables y lograr construir una ciudad amable donde todas y todos tengamos acceso a ella de manera sostenible solo será posible si se hace en instancias de coconstrucción y retroalimentación con todas y todos los habitantes de las distintas ciudades de nuestro país.
Gobernanza, participación ciudadana vinculante y derecho a la ciudad Desde las diversas instancias de discusión y conversación ciudadana que ha tenido el Colectivo Muévete, desde hace un año, existen tres líneas que han podido identificar: Gobernanza, participación ciudadana vinculante y derecho a la ciudad, en lo multidimensional, comprendiendo que la movilidad es una arista que se vincula a otras para mejorar la calidad de la vida de nuestras y nuestros habitantes.
Sandra Aguilera, coordinadora general de Muévete, cuenta que su primer encuentro fue los primeros días posestallido en 2019: “En esa instancia hicimos un cabildo abierto a diversas personas y agrupaciones. Una de las preocupaciones expresadas estaba ligada con el proceso en sí, entendiendo la necesidad de la transversalidad, de la diversidad y de la transparencia, junto a principios básicos asociados a la humanidad como base para el nuevo texto constitucional”.
Además, cuenta que la fortaleza de la asociatividad para la generación de acciones y proyectos colectivos se entendió como un punto fuerte para cimentar la conducción de las demandas sociales y para el futuro de los espacios locales. Generando análisis y proyectos desde lo micro a lo macro.
“En dicha instancia, nos acompañó Colectivo Mutante, que a través de la cultura trabajan temáticas asociadas a las capacidades diferentes de sus integrantes, por lo que la justicia urbana y la movilidad también aparecieron como líneas primordiales y no sólo para la nueva carta magna, sino también para ese futuro país que aspiramos a crear. Si bien la ciudad inclusiva ha estado siempre en nuestro discurso, se fortalece cuando en la conversación se integran personas que viven las deficiencias de un diseño urbano diariamente”, cuenta Sandra Aguilera.
Para Muévete, otra de las aristas que ha estado presente es el ámbito territorial para trabajar las diversas necesidades, entendiendo los equilibrios con administración local, fomentando a través de la movilidad sustentable diversas aristas de la vida a escala barrial. Por ejemplo, la bicicleta como aporte a las pequeñas economías. Y en vista de la doble crisis que vivimos, pero a la que se adhiere la urgencia de temas ambientales, la bicicleta también debe ser abordada en su aporte multidimensional. La necesidad de política pública transversal, que integre su aporte, sería el reconocimiento oficial, de este vehículo, como herramienta para abordar los determinantes sociales que condicionan el desarrollo de la vida en el país.
Como derecho fundamental, Sandra Aguilera, afirma que: “La vida de las y los habitantes debe desarrollarse en igualdad de condiciones. Los asentamientos humanos, urbanos o rurales, deben entregar a las personas todas las condiciones para el desarrollo de la vida, centrada en un medioambiente limpio, de respeto y equilibrado. Siendo la movilidad un eje transversal de acceso y justicia urbana”.
Una revolución que entiende que un futuro sólo puede ser colectivo
Desde Revolución Ciclista Plurinacional señalan que: “Nunca ha existido en nuestra historia un pacto social, las nociones portalianas de casi dos siglos atrás, negaban dicha posibilidad, el pueblo debía ser tratado con “el palo y el bizcochuelo” porque “no tenemos gente hábil” decían, noción plasmada en la constitución del 33 y permanente en las prácticas y futuras cartas, donde el “peso de la noche” se dejaba caer sobre artesanos, obreros y cualquier atisbo de protesta social. Cartas magnas que no han considerado al ser humano como su centro, donde la soberanía en todas ellas radica en la nación, no en el pueblo”.
Es por este motivo que confiesan que establecer demandas como Revolución Ciclista Plurinacional, nunca será sencillo, ya que desde el estallido social que promovió la conformación de esta agrupación, se buscó converger distintas temáticas necesarias de visibilizar. “Por ello, nuestro lema no se centró solamente en el uso de la bicicleta como un medio, sino como una herramienta de cambios sociales, ambientales y culturales, capaz de influir en la dignidad, el planeta y tu futuro”, afirman.
Ante la posibilidad que tenemos como ciudadanos de redactar una nueva Constitución, al igual que el nombre de su agrupación, ellos consideran que debe haber una revolución que es profundamente política, no desde los partidos sino desde el uso de los espacios públicos, desde ciudadanos autoconvocados y desde la sociedad.
“Una revolución que rompe con los guetos físicos y sociales a través de la movilidad, del transitar por nuestras ciudades, que cree en la integración. Que sitúa al ser humano en el centro como único camino a la dignidad que buscamos, que considera al pueblo del que somos parte como un actor social relevante, rico en capacidades y creatividad social, cultural y económica. Una revolución que considera al planeta como un eje y centro, más allá del mercado, fomentado una economía circular, sustentable y a escala humana. Una revolución que entiende que un futuro solo puede ser colectivo. Un futuro vivible, donde una vida sea más importante que unos minutos en el tráfico. Un futuro que goce de una planificación colectiva, que mejore la calidad de vida, que se oriente en la búsqueda de comunidades vivibles y en el bien común por sobre el bien individual”, aseguran.
Por lo anterior, para Revolución Ciclista Plurinacional la nueva constitución no sólo debe establecer, sino que garantizar por parte del Estado, el derecho a la vida digna de todas y todos, privilegiando el bien común, por sobre el individual; y potenciando la convivencia en armonía con el ambiente y el entorno, garantizando el derecho a la movilidad sustentable privilegiando la vida. Además, se debe prohibir la discriminación de género, etnia, económica, entre otros y no avalar los derechos de unos sobre los demás, sino que garantizar que el derecho de la libertad personal no ponga en riesgo la vida y la seguridad individual.