Por Víctor Guzmán P.
Fotos Colectivo Bioenergía
La bicicleta no sólo se pedalea: también se narra. Esa fue la premisa que volvió a reunir a público, realizadores y activistas en la cuarta edición del Ciclo de Ciclos, muestra de cine organizada por el Colectivo Bioenergía en la Universidad de O’Higgins (UOH), los días jueves 4 y viernes 5 de septiembre.
Con entrada gratuita y conversatorios posteriores a cada función, la iniciativa se consolidó como un espacio cultural único en Rancagua: un cruce entre lo audiovisual, la movilidad sostenible y el encuentro comunitario.
“La bicicleta es más que transporte: es un vehículo de cultura, memoria y transformación”, señaló Loreto Calé, presidenta de Colectivo Bioenergía, durante la apertura.
Primer día: Bicilogística y ciudades en movimiento
La jornada inaugural, realizada en la sala B-103, estuvo marcada por dos piezas audiovisuales que abrieron preguntas sobre el futuro urbano y ambiental de nuestras ciudades.
La primera, “Bicilogística en SCL: Poder Cargo Bike”, dirigida por la comunicadora y biciactivista Myriam Salazar, retrata la irrupción de las bicicletas de carga en distintas comunas del Gran Santiago. El documental expone cómo las cargo bikes no sólo reducen emisiones, sino que crean oportunidades laborales, acercan a productores locales con consumidores y democratizan la logística urbana.
En palabras de uno de los entrevistados en la obra: “Mover una ciudad en bicicleta no es sólo posible, es urgente.”

El segundo cortometraje, “AMA/Nacer”, de la audiovisualista Camila Rojas, ofreció una perspectiva poética y sensorial: una videodanza filmada durante un amanecer primaveral en San Vicente de Tagua Tagua. Allí, el movimiento se conecta con el territorio y la naturaleza, mostrando una arista absolutamente contemplativa, estética y espiritual.
Segundo día: Memoria y territorio en disputa
La segunda jornada giró hacia la defensa del patrimonio natural. En la sala B-105 se presentó el documental “Salvemos Gota de Leche”, dirigido por Ángel Fregosi, rodado en la comuna de El Tabo, provincia de San Antonio, región de Valparaíso.

La obra narra la lucha de la comunidad local por declarar Santuario de la Naturaleza al campo dunar Gota de Leche, amenazado por proyectos inmobiliarios y la falta de protección efectiva. Entre testimonios, imágenes de las dunas, entrevistas y registros de marchas, el documental muestra la fragilidad de los ecosistemas costeros y la urgencia de un compromiso colectivo por su resguardo.
El público reconoció la fuerza política y emocional del filme, que ha sido presentado en diversos festivales internacionales. En el conversatorio posterior, surgió un diálogo sobre la defensa del territorio y la movilidad sostenible: ¿qué significa cuidar la tierra si no replanteamos también la forma en que nos movemos sobre ella?
Conversatorios: del cine a la acción comunitaria
Más allá de la pantalla, lo distintivo del Ciclo de Ciclos fueron sus conversatorios. En un ambiente cercano —con cabritas de por medio— se generaron diálogos entre realizadores, asistentes y activistas. En estas instancias se cruzaron temas como:
– La bicilogística como alternativa real en ciudades intermedias.
– El rol de la bicicleta en el rescate del patrimonio cultural y natural.
– La necesidad de políticas públicas que articulen transporte, cultura y medioambiente.
Cine, cultura y bicicleta: una mirada integradora
El Ciclo de Ciclos ha demostrado que la bicicleta puede ser un eje narrativo poderoso. En la pantalla, se convierte en metáfora de sustentabilidad, libertad y tejido comunitario; en la sala, articula reflexiones colectivas sobre cómo queremos vivir y movernos.

Al integrar cine y movilidad, la muestra rompe con la visión de la bicicleta como objeto técnico. La proyecta, en cambio, como un vehículo de ideas: capaz de articular debates sobre economía, medioambiente y memoria.
Un futuro sobre ruedas
En sus cuatro ediciones, este encuentro ha crecido en alcance y calidad. Lo que comenzó como un espacio experimental en Rancagua hoy se perfila como referente en la cultura ciclista nacional. Por otra parte, Colectivo Bioenergía adelantó que su objetivo es seguir fortaleciendo la iniciativa, sumando nuevas temáticas y ampliando la red de colaboración con otros colectivos y festivales.
“Creemos que moverse es crear, conectar y cuidar. Esa es la huella que queremos seguir proyectando”, señalaron desde la organización.
a ciclomovilidad, así, volvió a rodar en la pantalla grande, recordándonos que cada pedaleo puede ser también un acto cultural, político y comunitario.


