La capital se prepara para vivir uno de sus cambios más drásticos, con el desarrollo del proyecto de Nueva Alameda .
Por Michelle Raposo
Fotos: Víctor Rojas
La capital se prepara para vivir uno de sus cambios más drásticos, con el desarrollo del proyecto de Nueva Alameda . Esta transformación, tiene entre sus obras más importantes (para nosotros al menos) la construcción de la Ciclovía Metropolitana, que unirá Maipú con Plaza Italia, con una vía de alto estándar.
Por supuesto, tener una ciclovía por la calzada en la Alameda va a generar fricción entre los distintos usuarios de las vías, pero también va a traer muchos beneficios que ayudarán tanto a ciclistas, como a peatones y el resto de usuarios de este eje vial.
Después de todo, se estima que entre 1,8 y 2 millones de personas utilizan la Alameda diariamente, considerando el flujo en torno a estaciones de metro, residentes de las comunas aledañas y usuarios del transporte público.
¿En qué estamos?
Para recapitular, el proyecto de la Nueva Alameda se viene gestando desde hace una década. El 2023 finalmente hubo un acuerdo para llevar adelante los planes que incluyen la recuperación de fachadas y el mejoramiento de espacios públicos, intervenciones en Plaza Italia, el nudo Pajaritos, el Parque Santiago Bueras, además de la ciclovía.

Hasta el momento hay un balance positivo del progreso de las obras en el nudo Baquedano, cuenta Jaime Romero, gerente técnico del proyecto Nueva Alameda, en el Gobierno Regional. Ya se avanzó con la nueva vialidad que conecta oriente y poniente, y ahora sigue la conexión de oriente a poniente, para luego seguir con la transformación de la plaza cívica que conectará los parques en Plaza Italia. “Se ha avanzado muchísimo en el trabajo de vialidad y por lo tanto esta obra va a estar terminada entre septiembre y octubre de este año”.
La recuperación de fachadas ya alcanza las mil, con diferentes niveles de recuperación, y ya se ha notado una disminución de los rayados.
A mediados de febrero comenzó la construcción de la ciclovía , en el tramo que va de Los Héroes/Manuel Rodriguez, hasta la Exposición. Los otros segmentos son desde Vicuña Mackenna a Los Héroes (Tramo 1) y desde Exposición a Av. Pajaritos (Tramo 3).
Otros proyectos importantes incluyen la recuperación del bandejón central y la puesta en valor del Parque Santiago Bueras, ambos con licitaciones próximas. Se planean también intervenciones urbanas en puntos específicos como el entorno de la estación de metro Universidad Católica, Plaza Valdés (Iglesia de San Francisco), Tucapel Jiménez con Alameda y Diagonal Paraguay con Alameda, para mejorar la calidad de los servicios en el eje.
Más de lo que parece a simple vista
Que la ciclovía va a beneficiar a los ciclistas no hay duda de ello. “Necesitamos más ciclistas por la Alameda, los necesitamos en condiciones seguras, demostrando que moverse por la Alameda, llegar al centro, se puede hacer de manera segura, de manera práctica también, sin grandes interrupciones y con buena convivencia en el espacio público”, comenta Jaime.

«De todas formas, las ciclovías en general no solamente mejoran los viajes de los ciclistas, también atraen a personas que no están usando la bicicleta. Y la Alameda como sabemos, es una calle fundamental en nuestra ciudad. O sea, es la columna vertebral que une, por donde se hacen muchos viajes, es súper directa y es súper importante en términos de viajes», complementa Camila Balbontín, académica de la UC, investigadora Cedeus.
Lo que quizás no es tan evidente, son las otras utilidades que trae para otros ámbitos de la vida diaria. Por nombrar algunos:
Para una ciudad más amable y segura
La ciclovía se transformó en una oportunidad para mejorar otras cosas en la ciudad. “Nos mostraron otras debilidades de la Alameda, que nos ayudó a afinar un diagnóstico y por tanto resolver otras cosas”, explica Jaime.
Gracias a su interacción con el bandejón central, la Alameda va a tener 10 nuevos cruces peatonales. «Por ejemplo, entre Santa Rosa y Portugal no hay ningún cruce, 300 metros sin cruce. O sea, las personas que quieren disfrutar del Cerro Santa Lucía tienen una limitación».
Algunos de los cruces contemplados están frente a la bifurcación hacia Diagonal Paraguay, para conectar con el Cerro Santa Lucía, otro en Lira, frente a la Universidad Católica, generando una continuación con Victoria Subercaseaux, y otro en el sector poniente de Portugal con Alameda.
Lo segundo es que aumenta la luminosidad de la Alameda, con un proyecto de iluminación que se hace desde el bandejón central. «Eso permite iluminar adecuadamente la ciclovía y eliminar el efecto cebra, que se da muchas veces en las ciclovías que tienen zonas claras y zonas oscuras. Y al mismo tiempo, mejorar la iluminación del bandejón central».
Esto busca promover un mayor uso de la ciudad y mejoras en la calidad y seguridad. «Cuando el espacio público se usa mucho más, es más seguro. Cuando nadie lo usa, se transforma en un espacio sombrío, oscuro, solitario, y poco atractivo para su circulación y su uso».

Otro punto que toca Camila, es que «también hay estudios que han demostrado que la realización de ciclovías entrega cierto porcentaje de plusvalía a las viviendas que están cercanas a estas vías, lo cual es bastante relevante. Muestra también que tiene beneficios, dependiendo de cómo se vea este efecto».
La académica de la UC, también menciona el impacto de ajustar los tamaños de las pistas de autos. «Tiene un efecto un poco secundario, pero súper positivo, porque al reducirse, hace que se reduzca la velocidad. Y eso siempre es algo positivo para todos, para los peatones, para cualquier persona que esté cerca, también en términos de seguridad, de accidentes, tiene un efecto súper positivo».
Para los peatones
En este sentido, explica Jaime, la ciclovía al estar en la calle, no compite con el peatón por el espacio público, cómo pasaba con la anterior que está fuera de estándar.
La Ciclovía Metropolitana irá por el lado izquierdo de la calzada, para evitar roces con el transporte público y la alta carga y descarga de pasajeros de esta vía. “Que la ciclovía vaya lejos de la acera y más bien contiguo al bandejón central, permite que dos formas vitales de movilización, como es caminar y hacer uso de la bicicleta, convivan de mucha mejor manera a lo largo de toda la Alameda”, comenta Jaime.
Para la conectividad
Un tercer beneficio, comenta el gerente técnico, “es la nueva forma de conectar un gran subcentro de la Región Metropolitana como es Maipú, con la zona oriente de Santiago, a través de Lo Prado, de Santiago, de Providencia”.
Aquí resalta Jaime, la gigantesca red de centros educacionales, tanto colegios, como centros de formación técnica, institutos profesionales y universidades que se encuentran a lo largo de la Alameda, siendo miles los estudiantes que pueden moverse de manera económica.
“Los distintos estudios, incluso la OMS, o cuando uno hace estos proyectos, es uno de los antecedentes que saltan a la vista, que es que el uso de la bicicleta genera ahorros significativos también, desde el punto de vista económico, para las personas”.
Para el medio ambiente
Según estudios, al menos el 40% de la contaminación de la ciudad relacionada con los hidrocarburos -monóxido de carbono, dióxido de carbono, entre otros- viene de los vehículos. El resto es principalmente de las industrias.
“En el centro de Santiago, no tenemos industrias, pero sí tenemos muchos vehículos, y por lo tanto, el uso de la bicicleta contribuye a reducir ese 40% de emisiones de hidrocarburos y monóxido”.
Menos autos circulando, significa también menos autos tocando la bocina, menos autos frenando, menos autos acelerando, menos ruido, algo “extremadamente relevante para los que circulan por una avenida o para los que viven o estudian próximo a ella ¿no? La contaminación acústica y la contaminación ambiental”.
Para la salud
Una cifra que saca a la luz Jaime, es que 30 minutos de andar en bicicleta, corresponde al 70% de la actividad física diaria que necesitamos. No olvidemos que Chile apareció liderando el ranking con el mayor porcentaje de personas con exceso de peso de América del Sur con un 75% de su población que muestra tiene sobrepeso y obesidad, y que el 50% de las niñas y niños en edad escolar presentan exceso de peso, lo que necesita soluciones multidimensionales .

En ese sentido, el trazado de la ciclovía fomenta salir del sedentarismo. “Cualquier persona que trabaje cerca de la ciclovía en el centro y que se mueve de Las Condes, desde Providencia, desde Lo Prado, desde algunas zonas de Estación Central, desde algunos barrios de Santiago centro, desde San Miguel, desde Recoleta, etcétera, y que puede moverse en bicicleta y conectarse con la red que consolida la nueva ciclovía de la Alameda va a estar haciendo una contribución a su salud gravitante”, comenta Jaime.
Y agrega que, “esta ciclovía ofrece una gran alternativa para consolidar la red de todas las ciclovías perpendiculares que llegan a la Alameda, y que hoy día las personas no necesariamente la usan por temor, porque no conectan con una ciclovía de alto estándar, y tienen que entrar a la ciclovía que viene por el bandejón, que es de pésima calidad, muy insegura, no tiene ni los anchos, ni la materialidad, ni el emplazamiento adecuado, es sinuosa, pasa en algunos puntos por arriba de las ventilaciones de metro, imagínate, es como una locura”.
¿Cómo nos irá con todos estos cambios? ¿Lograremos convivir en paz peatones, ciclistas y automovilistas? No olvidemos que el propósito de este plan es generar las condiciones para un uso más de humanos y menos de vehículos. “La prioridad del proyecto Nueva Alameda está primero en el peatón, luego en el ciclista, luego en el transporte público y luego en los otros medios de movilización como el transporte particular”, argumenta Jaime.
Como chilenos, nos gusta estar mirando más allá para copiar lo bueno, como se dice. “Los países que nosotros usualmente estamos comparándonos, sí tienen ciclovía en sus avenidas principales”, acota la investigadora del Cedeus. Y si bien “no todos pueden andar en bicicleta, y además hay viajes que son muy largos”, agrega, también “hay muchos viajes cortos que se hacen en auto. Y yo creo que hacer ciclovías es fundamental para poder incentivar el uso de la bicicleta y sobre todo para personas de todas las edades. En otros países las ciclovías no son solamente utilizadas por personas jóvenes u hombres, como muchas veces nosotros creemos. Pero efectivamente una ciclovía segura, como la que se pretende hacer, obviamente segregada, con puntos de conexión seguros, etc., permite que la usen gente con niños, mujeres, gente de distintas edades y eso obviamente hace una ciudad más integrada, inclusiva”, comenta Camila, quien también es presidenta de la Sociedad Chilena de Ingeniería y Transporte (Sochitran).