De lo reciclado a lo refinado: el diseño con cámaras de bicicletas de BernardaJu

En un mundo donde el diseño y la sostenibilidad buscan encontrarse cada vez más, BernardaJu ha logrado destacar con su propuesta única: carteras y accesorios confeccionados a partir de cámaras de bicicletas recicladas y otros textiles.

Por Michelle Raposo

Fusionando una estética refinada entre ambos elementos, sus creaciones no solo ofrecen elegancia, sino también una narrativa de reutilización y de la riqueza de lo artesanal. Cada pieza es una muestra de cómo los materiales más inesperados pueden transformarse en objetos preciosos, dando un nuevo significado al concepto de moda responsable.

Cuenta que llegó a las cámaras de bicicletas para realizar el proyecto final de su carrera, que constó de una colección de accesorios, decoración y cosas para el hogar, toda hecha con materiales recuperados. “En esa colección convivía con otros materiales, con plásticos, cables, con distintos materiales recuperados, pero una vez que terminé la carrera y decidí lanzar la marca, ahí ya estaba convencida de que lo que quería trabajar era el caucho, era el material que más me había gustado dentro de ese universo, con el que más cómoda me sentía y al que le veía más posibilidades. La verdad es que es un material que tiene sus complejidades técnicas para trabajarlo, como por ejemplo para coserlo necesitas muy buen arrastre en la máquina, de hecho yo empecé cosiéndolo con una máquina familiar y era bastante complicado, pero después la verdad es que es súper flexible, es blando, me resulta muy amable para trabajarlo”.

Ahí comenzó este recorrido, “de ir descubriendo, bueno, además de todas las fortalezas y bondades que tiene el material, de ir viendo también cuáles son las debilidades y qué cosas soporta, qué cosas no soporta, en dónde tenía que reforzarlo, fui viendo que ciertos pliegues usados de cierta manera con el tiempo podían resecarse, que ciertas costuras si no las reforzaba con un textil se podían rajar, pero bueno, eso fue mucho prueba y error, uso, ir estando muy receptiva a los comentarios de mis clientas sobre el uso que le daban y cómo reaccionaban las cosas, también de arreglar muchas carteras en el medio, ir como actualizándolas a la versión nueva y mejorada”.

Fue en febrero del 2020 que BernardaJu salió a la luz (que viene por su primer y segundo nombre Bernarda Julia). “La verdad es que la evolución entre los primeros productos y lo que es la calidad de los productos hoy en día es abismal la diferencia, porque bueno, hubo muchísimo aprendizaje y muchísima experiencia en el medio. Yo tengo en general una personalidad medio obsesiva que he canalizado en esto con cierta obsesión por lograr realmente llevar al material a un producto prácticamente de lujo y artesanal y con una calidad altísima y realmente poder estirar el ciclo de vida de este material, del caucho, por muchos años más”.

Inconsciente marino

Médano, molusco, jelly, espumita, grulla, son los nombres de algunos de los productos de BernardaJu, que no solo por el nombre, sino que por su forma hacen referencia a cualidades más naturales. 

“En cuanto a la inspiración, hay muchas cosas que aparecen, pero creo que la base identitaria mía y de la marca también, porque la marca es como un proyecto muy personal, es el mar. El mar es algo que aparece siempre, de hecho la primera colección se llamó El Mar Adentro, haciendo referencia no solamente a todo ese mundo marino, a las profundidades y las criaturas y demás, sino también a llevar el mar adentro de una, sentir cierta conexión o pertenencia con todo ese mundo, al punto de que siempre que hago algo aparece ahí, incluso sin que yo lo esté buscando”, cuenta Bernarda, que es oriunda de Punta Alta, “una ciudad chiquita al sur de la provincia de Buenos Aires”, que dejó a los 18 años para ir a estudiar la carrera de diseño textil en la Universidad de Buenos Aires.

“Después también hay mucho de como el paso del tiempo, los objetos nobles. Tengo como una imagen que me aparece siempre, que es difícil de explicar, pero como un objeto medio abandonado en un lugar donde el tiempo pasa muy lento y el objeto se llena de polvo, como esos objetos que permanecen. No sé, siento que es algo también que está muy presente. Y después hay mucho de la técnica, de querer introducir al material, al mundo textil, que es el otro mundo que también me identifica. De hecho mi mamá tenía un taller de costura en el fondo de mi casa, así que crecí también rodeada de telas y máquinas de coser, entonces es algo que me resulta muy familiar, y si bien este material no pertenece a ese mundo, hago justamente un esfuerzo por traerlo para este lado y bueno, lo tejo, lo trenzo, lo voy trabajando con distintas técnicas que van apareciendo y cada técnica que uso busco perfeccionarla al máximo y además combinarlo con materiales textiles, uso cordones, hilos, gabardinas, que también potencian muchísimo al caucho en sí, que al no pertenecer a un mundo textil y no ser un tejido, esas debilidades que puede llegar a tener son compensadas por los textiles”.

¿En qué te inspiras y cómo es tu proceso creativo? 

“En cuanto al proceso creativo, tengo ciertas clasificaciones dentro de mi trabajo. Tengo por un lado las piezas tejidas, donde bueno justamente el material lo tejo, y las piezas no tejidas, donde uso la cámara entera. Tengo muy clasificadas también las cámaras, por marca, por tipo, por grosor, por ancho. Hay ciertas cámaras que me sirven para ciertos productos y ciertas cámaras que sirven para otros, sobre todo en los productos que no son tejidos. Ahí es donde más atención le presto a la forma original de la cámara. No busco forzarla como a una forma nueva, sino que potencio la forma que ya tiene. Tienen unas curvas espectaculares, entonces bueno uso esas curvas. Hay otras que tienen unos pliegues super marcados, busco que esos pliegues sean protagonistas en vez de esconderlos. Entonces bueno, dentro del proceso creativo siempre está muy presente qué cámara voy a usar, qué producto quiero lograr y qué técnicas voy a usar para llegar a eso”.

Es por este mismo tratamiento del material que a veces ni pareciera que fuera algo hecho de una cámara de bicicleta.

¿Qué te comentan tus clientas?

“Y sí, la verdad que en el producto final el origen del material desaparece por completo, el caucho está ahí pero la cámara de bicicleta no, no aparece salvo que lo mires muy de cerca y veas los detalles y conozcas muy bien cómo es una cámara de bicicleta. Pero la mayoría de la gente cuando lo ve en persona, si no sabe de qué está hecho, no piensa que son cámaras, generalmente piensan que es cuero o que es una goma, pero no que son cámaras de bicicleta y bueno creo que eso tiene que ver más con, bueno con esta obsesión de trabajar al máximo un material, de traerlo del todo para el lado textil. Como bueno si voy a enfrentarme a este desafío de recuperar un material para transformar su uso, tomármelo muy en serio y traerlo del todo para acá e integrarlo al 100% con este otro mundo con el que está conviviendo que es el mundo textil”. Para quienes estén interesados, y quieran comprar desde el extranjero no hay problema porque la tienda cuenta con envío internacional. Para coordinar pueden escribir directamente al instagram de BernardaJu para coordinar los costos de envíos y el resto de los detalles.

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