Dominga Balagué: de los guantes de box a Lo Vásquez con solo 10 años

Por Michelle Raposo

Con 10 años, Dominga Balagué ha encontrado en el deporte una fuente interminable de inspiración y aventuras. Según nos cuenta, es algo que viene de su familia, donde cada miembro practica algún deporte. “Mi tata hace ciclismo, mis primos hacen diferentes deportes. Entonces, es como una familia que se caracteriza por hacer deporte”.

Sin embargo, de todas las disciplinas que Dominga practica, en la que lo pasa mejor -y donde ya está dejando huella- es en el boxeo. Como siempre ha sido muy activa, sus papás la metieron a varios deportes: pasó por fútbol, por ballet y por baile. “Un día vimos una clase de boxeo cerca de mi casa y obviamente quisimos probarlo. Y me gustó. Fuimos por unos meses y era divertido y podías hacer amigos ahí. Y después de un año, como que a mi me comenzó a interesar un poco más. Me gusta porque es un deporte más activo, que hay que moverse siempre, es un deporte de contacto”, explica.

Entre sus referentes está la ex campeona mundial, “Krespita” Rodríguez, con quien ha podido interactuar un par de veces. “Igual yo aprendo cosas de ella cuando voy a su gimnasio. La admiro porque ella fue boxeadora chilena y mundial. Entonces yo también quiero hacer lo mismo”.

La ciclista más joven de la peregrinación

Sin embargo, el boxeo no es lo único en lo que destaca. Este diciembre, se embarcó en su primera gran aventura en bicicleta, participando de la peregrinación a Lo Vásquez.

“No pensé que iba a ser tanto rato andando en bicicleta, pero sinceramente como que igual ir para allá me gustó. Porque como fue la primera vez, siento que me va a quedar el recuerdo porque fui con mi familia, mis papás fueron con amigos, lo pasamos bien y practicamos algo que también mucha gente hace, pero no tiene el valor como para ir porque piensa que se va a cansar”.

A pesar de las advertencias de que podría ser un reto agotador, Dominga lo asumió con determinación, guiada por el deseo de ser pionera. “Me dijeron eso, pero igual le resté importancia. Por qué no ir, si ningún niño como yo había ido. Yo iba a ser la primera en ir, entonces me motivó mucho eso”.

De todas formas, su papá la iba apoyando en todo momento, por ejemplo si la subida costaba mucho, y finalmente la travesía resultó ser una experiencia inolvidable. Entre sus momentos favoritos se encuentra la llegada a Lo Vásquez, “porque al principio en la carretera se veían algunas personas, pero cuando ya llegas, se ven muchísimas personas. Otra parte que me gustó mucho, es cuando vas por el camino y la gente se toma el tiempo de ir para allá y comienza a apoyar a los ciclistas, a dar ánimo para que puedan seguir. Esa parte fue muy bonita.

Los primeros pasos de Dominga en la bicicleta partieron muy temprano, influenciada por su padre, acompañándolo al velódromo.

“Mi papá me compró mi primera bici en Navidad. Era una sin pedales, y tenía que andar con las patitas. Esa fue mi primera bici, y fue según yo un buen recuerdo porque igual era chiquitita, tenía como tres años. Después mi papá me comenzó a formar más, intentar ver si me gusta, y también me gusta mucho”. Por lo pronto, la bicicleta sigue siendo una forma de explorar con su familia.

Recuerda con cariño la Navidad en la que recibió su primera bici sin pedales, con la que empezó a explorar el mundo a su alrededor. Desde entonces, ha acompañado a su padre en numerosas rutas, incluyendo paseos por la ciudad y aventuras en los cerros cercanos.

Según tu experiencia ¿qué le dirías a una niña de tu edad (o a sus papás) que quieren clases de boxeo pero quizás lo encuentran muy peligroso?

Si a una niña le gustaría intentarlo, le recomendaría que vaya a una clase de prueba. Es importante empezar aprendiendo cosas básicas como subir la guardia, porque el boxeo es un deporte de contacto. Practicar y pelear son cosas diferentes. Si le gusta practicar el boxeo, estaría participando en un deporte poco común, y así podría decidir con más claridad si realmente quiere seguir adelante y competir.

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