El 2024 marcó un hito en la seguridad vial chilena: nunca antes se habían registrado tan pocas muertes por siniestros de tránsito
Por Michelle Raposo
Fotos: Pedalea
El 2024 marcó un hito en la seguridad vial chilena: nunca antes se habían registrado tan pocas muertes por siniestros de tránsito. En total 1.439 personas fallecieron, un 12% menos que en 2023. Si bien la noticia es alentadora, hay mucho que se puede hacer aún para seguir reduciendo las muertes y sobre la principal causa por la que ocurre.
“Nunca habíamos tenido menos fallecidos por siniestros viales que en 2024”, declaró el ministro de Transporte, Juan Carlos Muñoz, al presentar el balance anual del Comité de Ministros por Seguridad Vial de Conaset en el marco de “Mayo Vital, me de la seguridad vial”. Estas cifras son aún más significativas, acota el Ministro, considerando que desde 2019 se incluyen las personas fallecidas hasta 48 horas después del siniestro, y no solo durante las primeras 24 horas como se hacía anteriormente.
Así el promedio diario de muertes bajó de 5 a 4. En cuanto a siniestros viales, se registró una disminución del 3% (75.653 frente a 78.238 del año anterior) y una reducción del 7% en personas lesionadas (de 45.679 a 42.400).
Los usuarios de automóviles (29,2%), peatones (28,1%) y motociclistas (14,9%) concentran el 72% de las víctimas fatales. La bicicleta se encuentra en el séptimo lugar con el 3,3% (48 fallecidos). Sin embargo, todas estas categorías experimentarán descensos significativos respecto a 2023: -15% en ocupantes de automóviles, camionetas y jeeps; -12% en turbas; -11% en motociclistas y -2% en ciclistas.
Luz Renata Infante, secretaria ejecutiva de la Conaset, destacó que estos resultados “nos dan esperanza con respecto a la organización que hemos tenido como Estado”, aunque enfatizó que “todos debemos hacernos responsables para tener un sistema vial seguro”.

Tecnología que salva vidas
Un factor que ha contribuido a la reducción de víctimas es la mejora en la seguridad de los vehículos. Orlando Villalobos, gerente general de Gama Mobility y experto automotriz en seguridad vial, destaca que “las tecnologías de asistencia a la conducción (ADAS) han jugado un papel fundamental, reduciendo hasta un 40% de los siniestros viales y un 29% de las víctimas”.
Sistemas como el frenado automático de emergencia, la alerta de colisión frontal y el mantenimiento de carril son cada vez más comunes en el parque automotriz chileno. “La incorporación de inteligencia artificial en los modelos más avanzados, que advierten al conductor cuando hay evidencias de cansancio, permitirá reducir los accidentes en el corto plazo. Estas tecnologías ayudan a mitigar los efectos de distracciones, fatiga y exceso de velocidad, factores que históricamente han sido responsables de una gran cantidad de accidentes”, añade Orlando.
Además, comenta Orlando, la seguridad de los autos ha evolucionado significativamente en la última década gracias a la implementación de normas más estrictas. “La Ley de Tránsito y decretos como el 26 y el 22 han establecido requisitos específicos para los vehículos, incluyendo sistemas de frenos mejorados, señalizadores más eficientes y dispositivos de emergencia”.
Por otra parte, agrega, la revisión técnica ha sido clave para garantizar que los autos cumplan con los estándares de seguridad antes de circular. En paralelo, los vehículos más antiguos, que suelen ser menos seguros, han ido saliendo de circulación, lo que ha contribuido a una reducción en la tasa de siniestros viales”.
Causas de los siniestros: el factor humano sigue siendo determinante
La imprudencia del conductor, la desobediencia a la señalización y el consumo de alcohol representan el 86% de los siniestros, aunque con evoluciones dispares: mientras que las imprudencias aumentan un 5%, el alcohol en conductores disminuyó un 18,6% y la velocidad imprudente bajó un 34,7%.
Claudia Rodríguez, directora de la ONG No Chat, señala que es necesario profundizar en el análisis de la “imprudencia del conductor”. “Dentro de esta categoría está la conducción no atenta, que incluye el uso del celular. Claramente aquí hay una conducta de riesgo, que está muy familiarizada y ahí es donde está el problema. Estamos 24/7 conectados a dispositivos móviles. A pesar de que se implementó y se fiscaliza la ley No Chat, esta conducta está tan normalizada y tan en aumento que hoy genera la principal causa de muertes y siniestros en Chile”, explica.
Claudia enfatiza la necesidad de implementar una fiscalización automatizada: “Necesitamos que el Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones (CATI) comience a funcionar para atender efectivamente este problema. La fiscalización es clave para reducir hasta un 70% los siniestros y muertes viales”.
Aunque la Ley CATI ya fue promulgada (30 de marzo de 2023), todavía se está revisando su reglamento. “La magnitud del problema es mucho mayor recurso que el humano que hoy día está fiscalizando. La Ley necesita ser implementada para atender obviamente las tres del CATI, pero también incorpora la Ley No Chat, porque hoy día la conducción no atenta está siendo la principal causa de muerte, que está englobado en estas imprudencias del conductor”.
Desafíos pendientes
Pese a los avances, los expertos señalan importantes áreas de mejora. Claudia advierte sobre la necesidad de profundizar en el análisis. “Principalmente uno empieza a reflexionar más allá, a preguntarse ¿por qué? ¿a qué se atribuye esta baja? ¿Cuáles son los factores que explican, por ejemplo, que hayan disminuido el número de fallecidos? ¿es porque hubo más fiscalizaciones, porque hubo otras causales, etc?
Y pone el foco especialmente en la evolución de los lesionados: “El registro vial se calcula solamente en las primeras 48 horas, y no en los 30 días. Por lo tanto, muchos lesionados graves, o gravísimos, que no fallecen dentro de las 48 horas, o fallecen a las 72, o durante el mes, no quedan registradas las estadísticas. Chile tiene que aplicar un factor de corrección para poder compararse con otros países”.

Tampoco hay que olvidar las secuelas, que en muchos casos requieren rehabilitación o incluso la imposibilidad de seguir trabajando.
Por su parte, Villalobos subraya la importancia de “fortalecer la regulación y los incentivos para la renovación de vehículos” y “fomentar políticas que faciliten el acceso a tecnologías más seguras en modelos de gama media y baja”.
La reducción histórica de fallecidos en 2024 demuestra que Chile avanza en la dirección correcta, pero como señala el ministro Muñoz: “El cambio es elocuente, pero no podemos estar contentos. Cada vez que fallece una persona en nuestras vías por un siniestro es una muerte que, la mayoría de las veces, es completamente evitable y debería llevarnos a cuestionar cómo lograr que eso deje de ocurrir”.
La combinación de normativas más exigentes, fiscalización efectiva, tecnologías más seguras y una mayor educación vial serán fundamentales para continuar esta tendencia positiva y acercarnos al objetivo final de tener cero muertes en las calles del país.
Datos adicionales
Otras de las cifras entregadas en el Comité de Ministros son las siguientes:
- Desde la creación del Conaset en 1993 la tasa de mortalidad cada 100 mil habitantes ha disminuido 43% de 12,65 a 7,16 en 2024.
- La mayoría de fallecidos fueron hombres 78% (1.119) versus las mujeres 22% (320).
- El 75,5% de los siniestros son en zonas urbanas, sin embargo, las zonas rurales tienen un mayor porcentaje de muertes (67,6%).
- La región de Los Ríos tiene la mayor tasa de siniestralidad, con 14,3 fallecidos cada 100 mil habitantes.