MTT implementa tecnología especial para fiscalizar velocidad de scooters eléctricos

Por Michelle Raposo

El Ministerio de Transporte (MTT) en colaboración con Inacap desarrollaron el SC-25, un dispositivo de control que permite detectar si un scooter eléctrico está habilitado para superar el límite de velocidad de 25 km/hr. Esta máquina, realizada por un grupo interdisciplinario de profesores, funciona con un par de rodillos donde se pone la rueda del scooter para medir su velocidad, y está basado en instrumentos similares que se usan en España.

“Durante los últimos años hemos visto un crecimiento evidente en la circulación de scooters eléctricos en las calles, por eso es muy importante comenzar a pensar en medidas que van en directo resguardo de la seguridad vial. Este aumento va de la mano también con un crecimiento en los siniestros provocados por estos modos que nos enciende las alarmas y nos llama a hacernos cargo. El piloto SC-25 -que replica una herramienta que hoy utiliza la Policía Nacional Española- es pionero en Chile y me atrevería decir que en Latinoamérica. Con el desarrollo de este dispositivo, creado por profesionales nacionales, docentes de Inacap, vamos a probar una herramienta que podría ser de gran ayuda en la fiscalización que a diario se realiza en las calles” destacó el ministro Juan Carlos Muñoz.

Para tener en cuenta, por ley en Chile para ser considerado un ciclo, la propulsión de este no puede superar los 25 km/h, de lo contrario pasa a ser un vehículo motorizado, como una moto, y tiene que cumplir con otras obligaciones para circular por la calle, como estar homologada, pagar patente y el conductor debe tener licencia de conducir. De igual forma, se pueden adulterar las conexiones para que el scooter supere esa velocidad.

La iniciativa del MTT responde al notable incremento en la circulación de estos vehículos y los siniestros asociados a su uso. “El año 2022 fueron 490, el año 2023: 510, el año 2024: 560, lo que habla también de un proceso que va al alza y por lo tanto es preocupante y nos exige como ministerio tomar acción y eso fue lo que hicimos al invitar a Inacap a acompañarnos en este proceso. En el año 2023 hubo dos personas que fallecieron en estos siniestros que estuvieron involucrados los scooters”, explicó Juan Carlos Muñoz.

Comportamiento en la vía

Esta medida se alinea con las tendencias internacionales de regulación de la micromovilidad. Ciudades como París, Londres y Melbourne, entre otras, han prohibido los scooters públicos y han reducido las condiciones en las que estos se pueden mover.

Si bien la velocidad es un factor a tener en cuenta, según Alberto Escobar, Director de Movilidad y Políticas Públicas del Automóvil Club de Chile, son varios más los factores que influyen.

“El tema de las velocidades mínimas mortales está asociado a un montón de otros factores como la desaceleración, por ejemplo. El diseño del vehículo en general o que presenten algunas rigideces. En los vehículos motorizados se ha ido avanzando mucho en retirar un montón de elementos, como el winche de los 4×4, que tiene que ir oculto, precisamente porque causa mucho daño a las personas. En la bicicleta y el scooter, tienen un cuerpo rígido que tiene un par de manillas que podrían causar mucho daño a baja velocidad”.

En ese sentido no es lo mismo que un scooter pase a llevar a un niño a la altura de la cabeza, versus a un adulto que le pueda pegar en el estómago. “Más que la velocidad es la capacidad de generar ciertas lesiones debido al diseño. Por eso los espejos en los autos son abatibles. No es por comodidad, es para que cuando topan a alguien se vayan para atrás, y no sea una especie de manopla o algo que está rígidamente adherido”.

Otras características de los scooters, es que al ser eléctricos tienen su torque inmediato. Esto es distintivo de los vehículos eléctricos, que les permite alcanzar su máxima aceleración de forma instantánea, a diferencia de los vehículos tradicionales que necesitan tiempo para ‘tomar velocidad’. Si bien esto puede ser una ventaja en términos de rendimiento, puede representar un riesgo en vehículos como los scooters eléctricos, especialmente para usuarios inexpertos. Por otra parte, al tener ruedas pequeñas están más susceptibles a meterse a un hoyo o saltar si hay una vereda levantada, pudiendo sufrir accidentes incluso a velocidades moderadas.

Además de las especificaciones del motor, otros desafíos de los scooter tienen que ver con la falta de conocimiento de las normas del tránsito entre los usuarios, el uso inadecuado en veredas, subirse más de una persona o conducir contra el tránsito.

Por su puesto el debate de qué hacer con los scooters seguirá en pie. “Ya no es que se trate de que yo conozca o no conozca la norma del tránsito, eso ya es más opinable, porque ahí caerían todos, porque uno diría: oye, si tú no tienes una licencia habilitante, nada certifica que sepa la norma del tránsito. Pero lo que uno ve es que la gente los asimila a un juego y segundo, son verdaderamente muy inseguros y son usados de una manera yo diría muy irresponsable”.

Un dato que comparte Alberto, es que la fiscalización representa el 70% de la solución en materia de seguridad vial a nivel mundial. La División de Fiscalización del MTT será la encargada de operar el SC-25 durante el período de prueba de cinco meses. La fiscalización comenzará en una fase piloto en puntos estratégicos de Santiago. La implementación se realizará en dos etapas: una primera fase educativa, seguida por controles que permitirán el retiro del vehículo de la vía y una multa para el usuario, que va entre 1 y 1,5 UTM, es decir entre 68 y 102 mil pesos.

Etiquetas: , , Last modified: mayo 5, 2025

Koncleta: Forjando comunidad cletera desde Monte Águila

Por Michelle Raposo

En el corazón de Monte Águila, un pequeño pueblo cercano al Salto del Laja, nació Koncleta, una organización que surge del sueño de dos cicloviajeros apasionados: Adrián Rojas Vargas, colombiano de 27 años, y Vialix González, técnica en enfermería de 43 años.

La historia comenzó cuando Adrián llegó a Chile después de un viaje épico de 10.000 kilómetros desde Colombia, tras 18 meses de aventuras. Traía consigo no solo experiencias y conocimientos ciclistas, sino también un pasado que le mostró el lado más duro de la calle y el uso de las drogas. Pero la bicicleta le había mostrado un camino diferente.

Al conocer a Vialix, ambos compartieron una visión: transformar su comunidad a través del ciclismo. Observaron un pueblo donde la bicicleta era vista principalmente como un medio para competencias deportivas, pero no como una herramienta de encuentro familiar y educación.

“Nos dimos cuenta que no existía ningún grupo donde la gente se reuniera como para salir, y vimos también que anda mucha gente en bicicleta, y muchas bicicletas en mal estado en las calles. Y nos decíamos, algo falta acá, tenemos que hacer algo en base a nuestros conocimientos. Adrián es mecánico de bicicletas, yo soy técnico en enfermería y conozco un poco la zona”, cuenta Vialix. Para hacerse una idea, el taller mecánico más cercano está a unos seis kilómetros.

Con toda la motivación del mundo, Adrián partió con talleres de los arreglos básicos de la bici. Por su parte Vialix, comenzó a profundizar en sus conocimientos de convivencia vial y seguridad para enseñarles al resto.

Su primer gran desafío fue organizar su primera cicletada. Enfrentaron burocracias locales, permisos complicados y el escepticismo de los habitantes. “Nos dimos cuenta en el camino de que era súper difícil. Había casi que pedirle permiso al caballero de la esquina que vende diarios. Empezamos a ver protocolos, qué permiso había que pedir y con cuánta antelación”.

Finalmente llegó el día de la cicletada. “No te mentiré, estábamos muy nerviosos”, dice Valix. Para su sorpresa, no solo llegaron algunos, sino decenas de personas. Familias enteras, niños, adultos mayores – todos unidos por dos ruedas y un propósito común. Entre medio también le pidieron ayuda a unos cicloviajeros que hacían contenido, que los ayudaran a grabar la actividad.

“No sabíamos si realmente iba a llegar gente. Acá pasa mucho que la gente es más vergonzosa, son de observar quienes están haciendo las cosas. La primera bicicleta que llegó fue la de una niñita. A las 10 había como tres personas, y con Adrían decíamos la hacemos igual, y tipo 10.20 ya apareció gente de todos lados”.

Koncleta se ha transformado así, no solo en un grupo de ciclismo, sino un movimiento que busca sacar a la gente de sus rutinas, mostrarles un mundo más allá de los celulares y la competencia. Querían crear comunidad, dar esperanza a jóvenes en riesgo, y demostrar que en los pequeños pueblos también pueden surgir grandes iniciativas.

Para la próxima cicletada el destino es ir al bosque en familia. “Acá nosotros igual tenemos hartas forestales. Igual uno ve el punto malo en las forestales, sabemos que son monocultivos, pero también queremos dar otro uso, llevar a las familias, enseñarles cómo hidratarse, estiramiento, dónde dejar la basura, entre otras cosas. Por mi parte además quiero dar talleres de salud, que la gente sepa cómo reaccionar ante una accidente en bicicleta, qué hacer si se cae. También pensamos un taller para mujeres para movilizarnos cuando andamos en nuestro periodo”, cuenta Vialix. 

La idea, dice Adrián, “es hacer salidas más seguido, para darles a los jóvenes algo que hacer, invitarlos al deporte. De acá mismo pueden salir chiquillos que después van a competir. Que salgan de a poco, y primeramente guiarlos sobre la bicicleta y sus responsabilidades”. Desde un punto más técnico, lo han invitado de la oficina de la mujer para que dictara talleres de mecánica a las mujeres. “Muchas veces me pasa que me traen bicicletas muy mal abandonadas. De pronto, puede que no tengan la gran bicicleta, la más cara, pero dándole el servicio adecuado nos va a durar mucho tiempo, vamos a quedar más enamorados de ella también”.

La visión de Koncleta va más allá: descentralizar el ciclismo, mostrar que no solo las grandes ciudades pueden tener comunidades activas. Sueñan con recorrer los hermosos paisajes cercanos – el Salto del Laja, el Salto Itata – y convertir el ciclismo en una experiencia transformadora.

“Nos pasó que nos decían que estas cosas las veían en la tele o en las grandes ciudades. Y nosotros les decimos que ese es el objetivo que tenemos, que vean que también tenemos calles, tenemos vehículos, tenemos que reparar nuestra bicicleta, tenemos gente con depresión. Igual que en las grandes ciudades tenemos gente con obesidad, tenemos niños que pasan todo el día encerrados con los celulares. Mamás que a veces no pueden salir porque tienen un niño chico, a lo mejor lo pueden subir en la bicicleta y reunirse con más personas”, comenta Vialix.

Koncleta más que una organización, es también un símbolo de esperanza, resiliencia y el poder de dos personas decididas a cambiar su mundo, un pedaleo a la vez.

Etiquetas: , , Last modified: mayo 3, 2025

Opiniones cruzadas por el paso peatonal de Bandera ¿cuál será su futuro?

Por Michelle Raposo

Fotos: Victor Rojas

El cruce peatonal de Bandera vuelve a estar en el centro del debate. Se podría decir que el tiroteo dejó un tercer herido, y ahora el futuro de la calle oscila entre dos visiones, una que busca volver a un pasado que incluye micros transitando por la vía, y otra que busca mantener su estado peatonal y revitalizar su uso. 

Por un lado, el alcalde de Santiago Mario Desbordes, es de la idea de que para recuperar el espacio, hay que volver a poner tránsito por la calle. Una alternativa para Desbordes, es convertir la calle en una vía semipeatonal con transporte público, como en el caso de calle Compañía, y rediseñar las calles aledañas. Un argumento para esto es reconectar el flujo de micros que había hacia el norte de la ciudad, y reactivar además el sector comercial por San Diego. 

Por otro lado, Claudio Orrego, mantiene su visión que este espacio se debe mantener para los peatones. Algo por lo que el ahora Gobernador de Santiago ha estado trabajando desde que era intendente. Por lo demás, dice Orrego en sus argumentos, ya hay dineros comprometidos en un proyecto concreto para revitalizar estos espacios, y que fue aprobado en enero de 2024, con el respaldo de distintas autoridades. 

En la opinión de arquitectos, si bien la apertura del transporte puede ayudar, para eliminar la delincuencia hay que activar el espacio, ya que eso genera presencia de personas que están más alertas, cámaras y guardias de seguridad. Una idea sería recrear el Subcentro a la salida del metro Escuela Militar. Y, por supuesto, que el espacio se cierre de noche.

Hasta el momento hay un limbo administrativo, en que Orrego busca concretar el plan aprobado en 2024, cuyo diseño ya está listo (a diferencia del plan que contempla el transporte público, que tendría que entrar en estudio) y que va en línea con el proyecto de la Nueva Alameda. Por su parte, para Desbordes la decisión ya está zanjada, retomando el antiguo uso de la calle, aunque con algunos cambios.

Lo único claro es que el Paseo Bandera ya no será el mismo. Será algo nuevo. Un espacio en disputa, un territorio donde se libra la batalla por reimaginar nuestra ciudad.

Etiquetas: , , Last modified: abril 29, 2025

De Concepción a Berlín: la historia de Daniel Klischies innovando en las bicicletas cargo

Un viaje por Europa terminó transformando por completo la vida de Daniel Klischies. Este ingeniero civil industrial, oriundo de Concepción, encontró un nuevo rumbo gracias a un innovador emprendimiento de bicicletas cargo en Berlín.

Un viaje por Europa terminó transformando por completo la vida de Daniel Klischies. Este ingeniero civil industrial, oriundo de Concepción, encontró un nuevo rumbo gracias a un innovador emprendimiento de bicicletas cargo en Berlín.

Por Michelle Raposo

Pero antes de seguir con esa historia, sus primeros recuerdos con las bicicletas son especialmente significativos con dos modelos. Su primera bicicleta, fue una Bianchi roja con blanco, un regalo navideño de su tío abuelo mexicano que andaba de visita. Si bien la bicicleta venía con ruedas de equilibrio, a los días Daniel ya no las necesitaba. Más tarde fue una Trek 4300 la que lo introdujo al mundo del mountain bike, compartiendo aventuras con su hermano mayor en los cerros de Concepción, y carreras locales como la Ruta del Indio y competencias en la Isla Quiriquina. “Justo mi hermano mayor también en ese tiempo estaba súper motivado con la bicicleta, entonces salíamos prácticamente todos los fines de semana y hasta un par de veces en la semana, en la tarde. A esa bicicleta le saqué el jugo, de hecho todavía la tenemos ahí de comodín. Cada vez que alguien quiere andar en bicicleta la tenemos arregladita y todavía no falla”. Para participar en carreras locales como la ruta del indio y competencias en la Isla Quiriquina funcional aún existe y está.

Cambio de escenario

Una vez que terminó su carrera, Daniel estaba en la búsqueda de un lugar donde pudiera encontrar más experiencias. Además de Concepción, estuvo viviendo un tiempo en Paraguay, luego trató otro rato en Santiago, pero tampoco nada le hacía clic. “Unos años antes había hecho un viaje por Europa con mi mejor amigo, en una casa rodante que nos prestaron. Estuvimos dos meses viajando hasta que pasó por Berlín. Y esta ciudad en algún punto me tocó de alguna forma. Sentía que era muy distinta a otras ciudades. Muy abierta, muy inclusiva, muy original en todo sentido. Berlín tiene un espacio prácticamente para cualquier tipo de persona. Hay muchas actividades, hay muchos parques, lagos cerca. Es muy fácil moverse por la ciudad. Le dije a mi amigo que en algún punto de mi vida me gustaría vivir acá”.

Así, a los 27 años, con un alemán básico, sin contactos, sin red de apoyo y más ilusiones que nada, se aventuró a comenzar una nueva vida en la capital alemana.

Todo gracias a una consulta

Muchas veces le pasó por la mente devolverse a Chile, pero algo le decía que se quedara. Justo después de un año de su llegada, Daniel andaba en un centro comercial cuando algo le llamó la atención. Era una bicicleta eléctrica que sutilmente le hacía guiños.

“Me gustó harto el estilo de la bicicleta, con los neumáticos anchos, de 20 pulgadas. La empresa se llamaba Ubran Drive Style. Le saqué una foto para buscar la marca, porque nunca la había visto. Resulta que era una empresa de Berlín, así que les escribí un mensaje para ver si podía pasar a verla, y justo estaba el dueño y me dijeron que fuera”, cuenta Daniel.

“Yo en un principio quería saber más de la bicicleta que conocerlos a ellos. Pero cuando llegué allá hice un buen match con el dueño de la empresa y la gente que estaba trabajando, y me pregunta si quiero trabajar con ellos. Era una start-up muy pequeña. De hecho, en la producción trabajaban dos personas, y en la oficina unas dos o tres personas más. Me puse a trabajar con ellos en la parte de producción, como mecánico”.

Su dedicación, finalmente, lo llevó a hacerse cargo de la producción de las bicicletas, y dirigir un equipo de personas -entre ellos chilenos y latinoamericanos- que destacaban por su eficiencia y trabajo en equipo. Todo iba viento en popa, hasta que llegó el Covid.

Repensando la bicicleta de carga

No hay mal que por bien no venga, dice el refrán. Si bien la demanda por las bicicletas seguía alta con la pandemia, luego de vender todo su stock de productos, llegaron los problemas con la cadena de suministros para armar las bicicletas terminaron ahogando el negocio, el que finalmente fue comprado por una compañía taiwanesa.

Esto marcó un punto de inflexión, y si bien se quedaron sin marca, las ganas no se esfumaron y había que aprovechar el know-how que tenían. En diciembre de 2023, Daniel, junto a tres ex colegas, decidieron fundar su propia empresa, Super Bicycles .

Su innovación: bicicletas de carga compactas, más manejables que las tradicionales, pero igualmente funcionales, y además con la opción de motor eléctrico. Con ruedas de 18 y 16 pulgadas y una longitud de 2,5 metros, ofrecen opciones tanto para la carga general como para el transporte de niños, que se ha convertido en su producto estrella.

“En el fondo vimos una necesidad en el área de transporte. La bicicleta a carga es un concepto que ya se viene viendo hace varios años acá en Europa, y cada vez va creciendo más porque la gente está un poco cansada ya de todo el tema del tráfico, del pago del transporte público. Acá hay muchos paros de repente del transporte público entonces quedas botado, y la gente está optando mucho más por moverse en bicicleta y la capacidad de la ciudad también ha mejorado mucho. Hay más ciclovías, las calles están más seguras, por lo que este tema del transporte por bicicleta ha mejorado Y con esto también el de las bicicletas cargo”.

El plus de las carga de Super Bicycle, es que al ser más compactas “hace que la gente se sienta más segura manejándolas, porque no es una cosa tan grande y para una ciudad es ideal. La capacidad de carga es casi la misma. Las otras son un poquito más largas, sí tienen un poco más de espacio en la zona de carga, pero nosotros tenemos lo necesario que es el transporte de la Eurobox, que es este tamaño estándar de acá que es 60×40”.

Actualmente, la empresa cuenta con 16 tiendas distribuidas en Alemania principalmente, y otros países europeos. Su éxito se basa en ofrecer bicicletas de calidad a precios más accesibles que la competencia, que puede llegar a los 12.000 euros. Además, está dentro de sus planes de expandirse a Chile -si todo sale bien en diciembre- con una versión de motor eléctrico que se adapta mejor a las pendientes del país.

Para junio, la empresa participará en Eurobike por segunda vez, donde presentarán su nuevo modelo Mini Velo, inspirado en conceptos más compactos, de Japón y Corea del Sur, en que la geometría de la bicicleta se mantiene pero con ruedas de 20 pulgadas. Esta constante innovación refleja el espíritu emprendedor de Daniel, quien en siete años pasó de ser un recién llegado a Berlín a liderar una empresa en expansión que está transformando la movilidad urbana.

Etiquetas: , , , Last modified: abril 24, 2025

La salida de Bike Itaú de Santiago Centro: Un golpe a la movilidad compartida

La reciente retirada de las bicicletas de Bike Itaú Santiago de Santiago Centro ha generado un gran revuelo entre los usuarios de las bicicletas públicas, y plantea algunas interrogantes sobre el futuro de la movilidad sostenible en la ciudad.

Por Michelle Raposo

Fotos: Víctor Rojas

A comienzos de marzo, los usuarios que circulan por el centro de la capital se enteraron de improvisto que el servicio dejó de operar en Santiago Centro, lo que ha causado confusión y descontento, especialmente entre aquellos que dependen de este medio de transporte para sus desplazamientos diarios. Por otra parte, la asistencia proporcionada por la aplicación ha sido insuficiente ya que los usuarios se han encontrado sin respuestas a sus inquietudes.

En la calle Serrano con Tarapacá se ubicaba una estación de BikeSantiago.

Las bicicletas públicas como solución

La desaparición de Bike Itaú en Santiago, no solo afecta a los usuarios actuales, sino que también representa un retroceso en los esfuerzos por promover una movilidad más sostenible y accesible.

Como señalan Bastián Henríquez y Ricardo Hurtubia en una columna para la LT Sábado, los sistemas de bicicletas compartidas ofrecen múltiples beneficios, desde la mejora de la salud de los usuarios hasta la reducción de la congestión y emisiones. Sin embargo, para que estos beneficios se materialicen, es esencial contar con una infraestructura cicloinclusiva de calidad, algo en lo que si bien se está avanzando, aún falta mucho por concretar.

La experiencia de otras ciudades latinoamericanas ofrece lecciones valiosas. En Buenos Aires, el sistema de bicicletas compartidas Ecobici ha sido un éxito, en parte por el apoyo público-privado. La concesión de Tembici tiene como principal sponsor al Banco Macro, y el Gobierno de Buenos Aires aporta un pequeño subsidio por cada viaje. El sistema cuenta con 380 estaciones, 3.800 bicicletas y están presentes en todos los 48 barrios de la ciudad. Los usuarios residentes pueden usar el plan básico gratuito, que permite cuatro viajes gratis por día de 30 minutos cada uno. Luego vienen distintas opciones de planes, como el intensivo y recreativo.

De manera similar, en Ciudad de México, el sistema también llamado Ecobici, está a cargo del Gobierno de la Ciudad de México, mediante la Secretaría de Movilidad, y operado por 5M2-BKT Bicicleta Pública, está pensado para funcionar de manera integrada con el transporte público. Si bien en el último tiempo los usuarios han reportado un aumento en las fallas mecánicas y disponibilidad de bicicletas, en 2024 se realizaron 22 millones de viajes, 83% más que el año anterior. Por otra parte, según publica Reporte Índigo, entre 2021 y 2024 aumentaron en más de 1 millón los viajes de mujeres en este sistema.

Ya en terreno nacional, la Estrategia Nacional de Movilidad Sostenible menciona la posibilidad de implementar subsidios e integración tarifaria con el transporte público, lo que podría en teoría asegurar la viabilidad financiera de los sistemas de bicicletas compartidas y expandir su cobertura a sectores de menores ingresos. Sin embargo, hace falta ver una política de Estado que empuje de manera más comprometida la movilidad compartida, lo que eventualmente podría llevar a la desaparición de estas iniciativas, privando a la ciudad de una alternativa de transporte conveniente y sostenible.

El centro cívico ya no cuenta con bicicletas públicas.

La salida de Bike Itaú de Santiago Centro, es un llamado de atención sobre la continuidad y expansión de los sistemas de bicicletas compartidas, asegurando que no solo los habitantes de la ciudad (son muy útiles para turistas también) tengan acceso a opciones de movilidad que contribuyan a una ciudad más justa y sostenible.

Etiquetas: , , Last modified: abril 14, 2025

Ciclovía Metropolitana: la nueva infra que beneficiará a usuarios de ciclos y peatones

La capital se prepara para vivir uno de sus cambios más drásticos, con el desarrollo del proyecto de Nueva Alameda .

Por Michelle Raposo

Fotos: Víctor Rojas

La capital se prepara para vivir uno de sus cambios más drásticos, con el desarrollo del proyecto de Nueva Alameda . Esta transformación, tiene entre sus obras más importantes (para nosotros al menos) la construcción de la Ciclovía Metropolitana, que unirá Maipú con Plaza Italia, con una vía de alto estándar.

Por supuesto, tener una ciclovía por la calzada en la Alameda va a generar fricción entre los distintos usuarios de las vías, pero también va a traer muchos beneficios que ayudarán tanto a ciclistas, como a peatones y el resto de usuarios de este eje vial.

Después de todo, se estima que entre 1,8 y 2 millones de personas utilizan la Alameda diariamente, considerando el flujo en torno a estaciones de metro, residentes de las comunas aledañas y usuarios del transporte público.

¿En qué estamos?

Para recapitular, el proyecto de la Nueva Alameda se viene gestando desde hace una década. El 2023 finalmente hubo un acuerdo para llevar adelante los planes que incluyen la recuperación de fachadas y el mejoramiento de espacios públicos, intervenciones en Plaza Italia, el nudo Pajaritos, el Parque Santiago Bueras, además de la ciclovía.

Hasta el momento hay un balance positivo del progreso de las obras en el nudo Baquedano, cuenta Jaime Romero, gerente técnico del proyecto Nueva Alameda, en el Gobierno Regional. Ya se avanzó con la nueva vialidad que conecta oriente y poniente, y ahora sigue la conexión de oriente a poniente, para luego seguir con la transformación de la plaza cívica que conectará los parques en Plaza Italia. “Se ha avanzado muchísimo en el trabajo de vialidad y por lo tanto esta obra va a estar terminada entre septiembre y octubre de este año”.

La recuperación de fachadas ya alcanza las mil, con diferentes niveles de recuperación, y ya se ha notado una disminución de los rayados.

A mediados de febrero comenzó la construcción de la ciclovía , en el tramo que va de Los Héroes/Manuel Rodriguez, hasta la Exposición. Los otros segmentos son desde Vicuña Mackenna a Los Héroes (Tramo 1) y desde Exposición a Av. Pajaritos (Tramo 3).

Otros proyectos importantes incluyen la recuperación del bandejón central y la puesta en valor del Parque Santiago Bueras, ambos con licitaciones próximas. Se planean también intervenciones urbanas en puntos específicos como el entorno de la estación de metro Universidad Católica, Plaza Valdés (Iglesia de San Francisco), Tucapel Jiménez con Alameda y Diagonal Paraguay con Alameda, para mejorar la calidad de los servicios en el eje.

Más de lo que parece a simple vista

Que la ciclovía va a beneficiar a los ciclistas no hay duda de ello. “Necesitamos más ciclistas por la Alameda, los necesitamos en condiciones seguras, demostrando que moverse por la Alameda, llegar al centro, se puede hacer de manera segura, de manera práctica también, sin grandes interrupciones y con buena convivencia en el espacio público”, comenta Jaime.

“De todas formas, las ciclovías en general no solamente mejoran los viajes de los ciclistas, también atraen a personas que no están usando la bicicleta. Y la Alameda como sabemos, es una calle fundamental en nuestra ciudad. O sea, es la columna vertebral que une, por donde se hacen muchos viajes, es súper directa y es súper importante en términos de viajes”, complementa Camila Balbontín, académica de la UC, investigadora Cedeus.

Lo que quizás no es tan evidente, son las otras utilidades que trae para otros ámbitos de la vida diaria. Por nombrar algunos:

Para una ciudad más amable y segura

La ciclovía se transformó en una oportunidad para mejorar otras cosas en la ciudad. “Nos mostraron otras debilidades de la Alameda, que nos ayudó a afinar un diagnóstico y por tanto resolver otras cosas”, explica Jaime.

Gracias a su interacción con el bandejón central, la Alameda va a tener 10 nuevos cruces peatonales. “Por ejemplo, entre Santa Rosa y Portugal no hay ningún cruce, 300 metros sin cruce. O sea, las personas que quieren disfrutar del Cerro Santa Lucía tienen una limitación”.

Algunos de los cruces contemplados están frente a la bifurcación hacia Diagonal Paraguay, para conectar con el Cerro Santa Lucía, otro en Lira, frente a la Universidad Católica, generando una continuación con Victoria Subercaseaux, y otro en el sector poniente de Portugal con Alameda.

Lo segundo es que aumenta la luminosidad de la Alameda, con un proyecto de iluminación que se hace desde el bandejón central. “Eso permite iluminar adecuadamente la ciclovía y eliminar el efecto cebra, que se da muchas veces en las ciclovías que tienen zonas claras y zonas oscuras. Y al mismo tiempo, mejorar la iluminación del bandejón central”.

Esto busca promover un mayor uso de la ciudad y mejoras en la calidad y seguridad. “Cuando el espacio público se usa mucho más, es más seguro. Cuando nadie lo usa, se transforma en un espacio sombrío, oscuro, solitario, y poco atractivo para su circulación y su uso”.

Otro punto que toca Camila, es que “también hay estudios que han demostrado que la realización de ciclovías entrega cierto porcentaje de plusvalía a las viviendas que están cercanas a estas vías, lo cual es bastante relevante. Muestra también que tiene beneficios, dependiendo de cómo se vea este efecto”.

La académica de la UC, también menciona el impacto de ajustar los tamaños de las pistas de autos. “Tiene un efecto un poco secundario, pero súper positivo, porque al reducirse, hace que se reduzca la velocidad. Y eso siempre es algo positivo para todos, para los peatones, para cualquier persona que esté cerca, también en términos de seguridad, de accidentes, tiene un efecto súper positivo”.

Para los peatones

En este sentido, explica Jaime, la ciclovía al estar en la calle, no compite con el peatón por el espacio público, cómo pasaba con la anterior que está fuera de estándar.

La Ciclovía Metropolitana irá por el lado izquierdo de la calzada, para evitar roces con el transporte público y la alta carga y descarga de pasajeros de esta vía. “Que la ciclovía vaya lejos de la acera y más bien contiguo al bandejón central, permite que dos formas vitales de movilización, como es caminar y hacer uso de la bicicleta, convivan de mucha mejor manera a lo largo de toda la Alameda”, comenta Jaime.

Para la conectividad

Un tercer beneficio, comenta el gerente técnico, “es la nueva forma de conectar un gran subcentro de la Región Metropolitana como es Maipú, con la zona oriente de Santiago, a través de Lo Prado, de Santiago, de Providencia”.

Aquí resalta Jaime, la gigantesca red de centros educacionales, tanto colegios, como centros de formación técnica, institutos profesionales y universidades que se encuentran a lo largo de la Alameda, siendo miles los estudiantes que pueden moverse de manera económica.

“Los distintos estudios, incluso la OMS, o cuando uno hace estos proyectos, es uno de los antecedentes que saltan a la vista, que es que el uso de la bicicleta genera ahorros significativos también, desde el punto de vista económico, para las personas”.

Para el medio ambiente  

Según estudios, al menos el 40% de la contaminación de la ciudad relacionada con los hidrocarburos -monóxido de carbono, dióxido de carbono, entre otros- viene de los vehículos. El resto es principalmente de las industrias.

“En el centro de Santiago, no tenemos industrias, pero sí tenemos muchos vehículos, y por lo tanto, el uso de la bicicleta contribuye a reducir ese 40% de emisiones de hidrocarburos y monóxido”.

Menos autos circulando, significa también menos autos tocando la bocina, menos autos frenando, menos autos acelerando, menos ruido, algo “extremadamente relevante para los que circulan por una avenida o para los que viven o estudian próximo a ella ¿no? La contaminación acústica y la contaminación ambiental”.

Para la salud

Una cifra que saca a la luz Jaime, es que 30 minutos de andar en bicicleta, corresponde al 70% de la actividad física diaria que necesitamos. No olvidemos que Chile apareció liderando el ranking con el mayor porcentaje de personas con exceso de peso de América del Sur con un 75% de su población que muestra tiene sobrepeso y obesidad, y que el 50% de las niñas y niños en edad escolar presentan exceso de peso, lo que necesita soluciones multidimensionales .

En ese sentido, el trazado de la ciclovía fomenta salir del sedentarismo. “Cualquier persona que trabaje cerca de la ciclovía en el centro y que se mueve de Las Condes, desde Providencia, desde Lo Prado, desde algunas zonas de Estación Central, desde algunos barrios de Santiago centro, desde San Miguel, desde Recoleta, etcétera, y que puede moverse en bicicleta y conectarse con la red que consolida la nueva ciclovía de la Alameda va a estar haciendo una contribución a su salud gravitante”, comenta Jaime.

Y agrega que, “esta ciclovía ofrece una gran alternativa para consolidar la red de todas las ciclovías perpendiculares que llegan a la Alameda, y que hoy día las personas no necesariamente la usan por temor, porque no conectan con una ciclovía de alto estándar, y tienen que entrar a la ciclovía que viene por el bandejón, que es de pésima calidad, muy insegura, no tiene ni los anchos, ni la materialidad, ni el emplazamiento adecuado, es sinuosa, pasa en algunos puntos por arriba de las ventilaciones de metro, imagínate, es como una locura”.

¿Cómo nos irá con todos estos cambios? ¿Lograremos convivir en paz peatones, ciclistas y automovilistas? No olvidemos que el propósito de este plan es generar las condiciones para un uso más de humanos y menos de vehículos. “La prioridad del proyecto Nueva Alameda está primero en el peatón, luego en el ciclista, luego en el transporte público y luego en los otros medios de movilización como el transporte particular”, argumenta Jaime.

Como chilenos, nos gusta estar mirando más allá para copiar lo bueno, como se dice. “Los países que nosotros usualmente estamos comparándonos, sí tienen ciclovía en sus avenidas principales”, acota la investigadora del Cedeus. Y si bien “no todos pueden andar en bicicleta, y además hay viajes que son muy largos”, agrega, también “hay muchos viajes cortos que se hacen en auto. Y yo creo que hacer ciclovías es fundamental para poder incentivar el uso de la bicicleta y sobre todo para personas de todas las edades. En otros países las ciclovías no son solamente utilizadas por personas jóvenes u hombres, como muchas veces nosotros creemos. Pero efectivamente una ciclovía segura, como la que se pretende hacer, obviamente segregada, con puntos de conexión seguros, etc., permite que la usen gente con niños, mujeres, gente de distintas edades y eso obviamente hace una ciudad más integrada, inclusiva”, comenta Camila, quien también es presidenta de la Sociedad Chilena de Ingeniería y Transporte (Sochitran).

Etiquetas: , , , Last modified: abril 7, 2025

Medición en Modos de Transporte 2025, una iniciativa ciudadana que sigue creciendo

Desde su inicio en 2008 -organizada por la asociación “Vive la Bici”- la MEMT ha ido creciendo, expandiéndose no solo a regiones, sino al resto de latinoamérica.

Por Michelle Raposo

La Medición de Eficiencia en Modos de Transporte (MEMT) ya se está organizando para su edición 2025, convirtiéndose en una herramienta esencial para evaluar y mejorar la movilidad urbana en las ciudades. Desde su inicio en 2008 -organizada por la asociación “Vive la Bici”- la MEMT ha ido creciendo, expandiéndose no solo a regiones, sino al resto de latinoamérica.

Para conocer más del proceso de este año, conversamos con Loreto Calé, presidenta del Colectivo Bioenergía de Rancagua, quien se encuentra haciendo la convocatoria y coordinación de la actividad, que se realizará del 28 de abril al 9 de mayo.

“La gracia de la MEMT es que se genere una continuidad”, comenta, subrayando la necesidad de que varias ciudades se sumen a esta actividad, que miden los tiempos de viaje entre distintos puntos de una ciudad hacia el centro urbano utilizando diversos medios de transporte: taxis colectivos, microbuses, autos particulares y bicicletas.

La meta de tener variedad de lugares, agrega, es que “cada ciudad tiene sus propias leyes de la física, como le digo. Todos tienen habitantes con distintas características, geografías distintas y climas distintos”.

Un ejemplo de esto es Ecuador, que en esta fecha hay vacaciones para los que viven cerca de la costa, por ser una zona muy lluviosa. “Ellos, hicieron la medición, pero como quisieron sumarse a la fecha que se hacía en Chile y otras partes de Latinoamérica, como no tenían clases, no se midió en horario pico”. Para esta ocasión la idea es hacer la medición para mayo, cuando partan las clases.

Este año, ciudades como Bahía Blanca (Argentina), Guayaquil (Ecuador), Antofagasta, Concepción, Rancagua, Valparaíso y la comuna de La Pintana (estas dos últimas participan por primera vez) han mostrado interés para organizar la MEMT en sus localidades.

Con un ojo en lo cualitativo

El proceso de participación, cuenta Loreto, incluye varias etapas, siendo de las primeras la selección de los distintos puntos de salida de los participantes, y un único sitio de encuentro que sea central. Luego también se requieren voluntarios para cada tipo de transporte. Según las estimaciones de Loreto, un equipo mínimo de veinte voluntarios por comuna, considerando los distintos puntos de salida, más la persona que haga de juez de llegada.

La recomendación es tener más voluntarios de los necesarios, porque siempre ocurren cosas en el último momento. Y en el extraño caso que sobren, que prueban distintas rutas. Para tener en cuenta, los más difíciles de conseguir son los que tienen auto, y los que quieren usar el transporte público.

Si bien los resultados de la MEMT muestran tiempos de traslado, no hay que olvidar la calidad del viaje. Para eso, recomienda Loreto, es muy importante -de contar con los medios y la posibilidad- hacer un desayuno post medición con los participantes para conocer las observaciones cualitativas de los voluntarios, como las condiciones de las ciclovías o la espera en paraderos, que son cruciales para entender la experiencia del usuario.

“El año pasado, por ejemplo, a nosotros acá en Rancagua, de donde soy, nos tocó por primera vez una MEMT con lluvia. Fue nuestra tercera versión y por primera vez, de todas las veces en que hemos participado, la bicicleta no salió tan bien como otras veces. Pero también tuvimos observaciones sobre las condiciones de las ciclovías en caso de lluvia, qué rutas tuvieron que tomar”.

Otra situación que se dio fue de “una voluntaria que hizo la medición en micro desde el sector norte de Rancagua y esperó 1 hora 40 minutos a que pasara. Ella decía, si me hubiera ido caminando ya habría llegado. Entonces, una cosa es la medición en tiempo, pero también es importante darle un espacio a la observación y a la calidad del traslado”.

Aún cuando sería de mucha utilidad contar con recursos para hacer la medición, Loreto también enfatiza la importancia de mantener la MEMT como una actividad ciudadana y autogestionada, evitando que se politice. “Los resultados de la MEMT nos ayudan a nosotros como cicloactivistas a darle potencia a nuestra lucha día a día”, explica.

En este sentido, la MEMT es más que una medición; es un movimiento que busca fundamentar y fortalecer el cicloactivismo en todas las ciudades. “Yo les decía a los chiquillos, esto nos alimenta el alma, y yo sé que no todas las organizaciones de ciclistas urbanos o de movilidad sustentable pueden aplicar la MEMT en sus ciudades, pero aplicar la MEMT en la mayor cantidad de ciudades posibles, con la mayor periodicidad en el tiempo, nos permite que tarde o temprano tengamos fundamentos sostenibles que le dan razón a nuestra lucha”.

Los interesados en participar pueden contactar al Colectivo Bioenergía.

Etiquetas: , , Last modified: marzo 31, 2025

Las mejoras que trae la nueva Guía de Diseño Vial Ciclo-Inclusivo

El Ministerio de Transportes, a través del Área de Movilidad Activa-Sectra, lanzó la nueva Guía de Diseño Vial Ciclo-Inclusivo. Este documento va más allá de ser un simple manual técnico, sino que representa un salto cualitativo para facilitar el desarrollo de este tipo de vías en el país.

Por Michelle Raposo

La guía, que se puede consultar online, proporciona lineamientos claros para la planificación e implementación de infraestructura ciclista, con una visión integral de todos los aspectos claves a considerar. Al mismo tiempo, complementa y fortalece el Decreto Supremo 102, que reglamenta las condiciones mínimas que deben considerarse al diseñar ciclovías en Chile. Con un enfoque más amplio e inclusivo, incorpora no solo soluciones segregadas para ciclistas, sino también otras soluciones viales que permitan a los ciclos circular más seguros por las calles.

Chicoteando los caracoles

Una de las tareas del Área de Movilidad Activa-Sectra, es acelerar los procesos para que los proyectos de ciclovías vean la luz. Desde agosto de 2023, han agilizado los pasos a seguir, a través por ejemplo de la ejecución de un procedimiento único para la gestión de solicitudes de aprobación de ciclovías, en vez de hacerlo en las distintas áreas que atañen a un proyecto.

A través de esta plataforma digital unificada, de los 30 proyectos que había en 2022, se pasaron a 68 en 2023 (+127%). Para 2024 ya van 136 proyectos. De manera similar, las aprobaciones han mantenido la tendencia al alza, pasando de 5 en 2022, a 32 en 2023 (540% más), y 47 en 2024 (+47%).

Los tiempos de evaluación también mostraron mejoras. Antes la revisión de un anteproyecto tomaba 120 días hábiles en promedio (unos 5 meses y medio), y la evaluación de un proyecto requería 101 días hábiles (cerca de 4 meses y medio). Desde la puesta en marcha de la plataforma, estos plazos se han reducido a 45 y 73 días hábiles, respectivamente, lo que representa una disminución del 62% en anteproyectos y del 28% en proyectos.

Desatando nudos

Casi 500 manuales de diseño de ciclovías del mundo mundial, cuenta Ariel López que se leyó para la preparación de la Guía de Diseño Vial. El ingeniero de transporte, a través de W-Ingeniería, fue parte del equipo que trabajó con Sectra, para la actualización del documento, nos cuenta algunas de las novedades que trae este material.

Junto con la lectura internacional, lo primero fue hacer una revisión del estado del arte de todos los manuales chilenos relacionados a temas de ciclovías. Desde el Manual del Minvu, guías anteriores del MTT, manuales de pavimentación del Serviu, hasta el manual de carreteras, que también tiene una división para ciclovías. Se sumó a la lectura toda la normativa actual, como la Ley de Tránsito y el Decreto 102. También se reunieron con municipios de gran parte del país, gobernaciones, la UOCT y la DTPM.

“No es lo mismo una persona que está en el interior de Calama, con ciclovías que son en arena con sol fuerte, con fríos y con vientos, versus las ciclovías en el sur que se hacen muchas veces en lugares muy lluviosos o con nieve con otra relación con la luz y la temperatura”. 

“Lo que busca la guía es generar una herramienta de principios y criterios comunes para facilitar esas tomas de decisión, porque al final como plantea Tomás Echiburú, coordinador del Área de Movilidad Activa, un buen proyecto es la suma de buenas decisiones que se van tomando, y al final eso termina en un buen proyecto”, agrega. 

Un ejemplo de la simplificación de procesos complejos tiene que ver con los semáforos. Antes si una ciclovía pasaba con una calle con semáforos, estos se tenían que intervenir con lámparas ciclistas. “Eso es súper caro y muchas veces no se necesita porque la bicicleta se comporta con la misma luz verde que el auto, o que el bus que está al lado. En muchos casos me tocó ver que el proyecto de modificación de semáforos era más caro que hacer toda la ciclovía, y al final no se podía pagar la ciclovía porque era demasiado caro modificar los semáforos”.

Lo que se hizo finalmente, fue una modificación en que sólo en situaciones en que la bicicleta tiene un movimiento en el semáforo diferente al resto de los vehículos, se justifica instalar una lámpara ciclista.

Otra ventaja, agrega Ariel, es que la nueva guía establece un procedimiento claro y especializado para la revisión de proyectos de ciclovías. Anteriormente, cada institución (Serviu, Ministerio de Transportes, MOP, Metro, Transantiago) opinaba sobre todos los aspectos del proyecto, incluso fuera de su área de expertise. Ahora, cada entidad solo se pronunciará sobre su especialidad específica.

Este cambio simplifica el proceso, reduce los tiempos de discusión y evita que, por ejemplo, Serviu (especialista en pavimentos) opine sobre señalización. Antes, un proyecto de ciclovía podía demorarse hasta cuatro años en discusiones, similar al tiempo que toma definir una línea de Metro, lo cual era completamente ineficiente.

Nuestras formas

Quién también participó del proyecto como parte del equipo es Claudio Olivares, quien además trabajó en el manual del Minvu de 2015.

En su visión, la evolución del material disponible muestra una transformación significativa: inicialmente la documentación era más bien motivacional y sin normativa específica, hasta la guía actual que consolida aprendizajes de múltiples fuentes. Este proceso ha implicado pasar de mirar modelos internacionales a desarrollar soluciones adaptadas a la realidad chilena, reconociendo la diversidad geográfica y urbana del país.

Sobre el material del 2015, cuenta, nace de un proceso donde no había normativa, pero sí recomendaciones. “Y tenía siete principios muy claros, de recuperar la calzada, sacar las ciclovías de las aceras, entender que hay que contar a las personas que andan en bicicleta, etc. Y a diferencia de otras guías a nivel latinoamericano que me tocó participar, la del Minvu era muy concreta”. 

Si la guía del 2015 respondía a las banderas rojas que había en su momento, la del 2025 levanta las nuevas problemáticas. “Ya pasamos lo básico. Entonces ha sido un proceso hermoso, un proceso que, desde el punto de vista económico también ha sido un poco caro. Podría haber sido más barato, en el sentido que del ‘97 a los 2000 construimos muchas ciclovías duras, modificamos veredas en proyectos caros, con cambios geométricos, y hoy día estamos construyendo las ciclovías con infraestructura más barata, más blanda, reacomodable en caso de algún error, pero que está funcionando. Y nos ha permitido tener un aprendizaje más rápido”.

“Y la tercera cosa importante es que estamos aprendiendo de nosotros mismos. No estamos mirando para afuera exclusivamente, estamos mirando principalmente a Chile. Y esta guía en particular tiene el espíritu, y en el trabajo que hicimos junto a Sectra, de aprender de las regiones, a mirar fuera Santiago. Hay soluciones que en regiones han sido bastante buenas, y eso tenemos que empezar a mostrarlo. Tenemos que motivarnos con nosotros mismos como país para saber que podemos hacerlo. Tenemos que pensar en otras formas, nuestras formas”. 

Además la guía se concibe como un proceso vivo, capaz de integrar nuevas experiencias locales, y viéndolo como una oportunidad para innovar.

“La realidad nacional es muy heterogénea. Tenemos que escucharnos más, pero escucharnos con ganas de hacer las cosas. Entonces, este manual, una cosa que como consultores fuimos muy insistentes en hacer, es que no podía perder esa parte de los fundamentos, de entender por qué diablos estamos haciendo esto. Da lo mismo si digo que la ciclovía tiene que medir mínimo un metro y medio. La persona tiene que entender por qué ese es el mínimo y por qué tiene que medir más si puede. Y logramos muy buenos textos ahí dentro que esperamos logren inspirar el quehacer de los diseñadores”.

Índice del siglo XXI

Como una cosa aparte, extraoficial, y aprovechando la tecnología actual, Ariel y Claudio desarrollaron de forma autodidacta un GPT entrenado con el material de la guía, de acceso público, que da una manito para una búsqueda flash si tienes dudas específicas.

“Muchas veces en una mesa de discusión uno necesita hacer consultas rápidas, por eso hicimos un GPT entrenado en la guía que te responde de manera pedagógica las dudas que tú tengas. Por ejemplo, cuáles son los anchos recomendados para tales velocidades y qué tipo de pintura, y lo que quieras preguntar él te lo va a responder de manera muy pedagógica y te va a decir dónde seguir leyendo en la guía para que vayas a buscarlo”.  El objetivo de este GPT, explica Ariel, es ser una especie de buscador dentro de la guía. “No la reemplaza, sino que te ayuda a buscar información dentro de esta y te referencia obviamente a la guía. Es como es como un índice, pero versión versión siglo XXI”.

Etiquetas: , , Last modified: marzo 24, 2025

Ciclistas de Melipilla en pie de lucha tras eliminación de ciclovía en calle Libertad

Por Michelle Raposo

El 8 de marzo, y con solo seis meses de funcionamiento, los ciclistas de Melipilla se encontraron con la sorpresa de la eliminación de la ciclovía de calle Libertad. Una noticia que no solo sorprendió a la comunidad ciclista, sino que también causa preocupación de lo ligero que algunas autoridades se toman la infraestructura para ciclos.

Cronología de un desastre

En febrero de 2024, la Resolución Exenta Nº428/2024 SRM-RM aprobada por el Seremi del Ministerio de Transportes, Rodrigo Valladares, autoriza la construcción de la ciclovía temporal, en calle Libertad, entre Av. Las Torres y Alcalde. El proyecto fue ingresado en enero de ese año, bajo la administración de la alcaldesa de ese entonces Lorena Olavarría Baeza.

Para entender cómo funciona este proceso, desde el MTT informan que con respecto a los procesos de implementación de proyectos de ciclovías, es importante indicar que estos se componen de los siguientes pasos:

1. El ejecutante (por ejemplo, un municipio), da cuenta al Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT), a través de las Secretarías Regionales Ministeriales (SEREMIS), de su proyecto.

2. El diseño y propuesta, ingresado a la oficina de partes de la Seremi, es posteriormente revisada por los equipos técnicos correspondientes. (Por ejemplo Sectra, UOCT, etc).

3. Luego de ello, la Seremi aprueba el diseño, quedando entonces a la disponibilidad del ejecutante su construcción, en base al financiamiento con el que cuenten (propio o externo).

Un año después, en enero de 2025, la Dirección de Tránsito y Transporte Público de la Municipalidad de Melipilla, presenta un informe negativo de la ciclovía, y solicita al Seremi analizar la factibilidad de reubicación, a lo que el 3 de marzo, este responde que comparte el diagnóstico realizado, e indica que “es la Municipalidad la que tiene, en último término, la facultad de reubicar la ciclovía en comento, o eventualmente eliminarla”.

Cinco días después, los ciclistas empiezan a ver el despiece de la ciclovía por parte de la Municipalidad.

Tirando el esfuerzo por la borda

En la opinión de Francisco Martínez, ciclista y miembro del Consejo Ecológico de Melipilla, el informe de la Municipalidad “no colocó las cosas positivas de la ciclovía, y tenía que hacer un estudio de flujo en marzo, con la contabilidad de los ciclistas y también medidas de mitigación”.

Por otra parte, cuenta que si algunos vecinos se opusieron al comienzo en la creación de la ciclovía, “hubo conversaciones con diferentes actores. Hubo un comité de movilidad donde participaron los actuales directores de tránsito y obras. Se realizaron dos comités de ordenamiento territorial, que los lideró un ex concejal de la comuna. Se llevaron a cabo diversas reuniones con la presidenta de la Junta de Vecinos del centro”.

Además, “se trabajó con la misma directora de tránsito las medidas de mitigación, y el día 8 de marzo, sin siquiera dar aviso que se iba a sacar o eliminar la ciclovía, nos enteramos que la estaban sacando, por redes sociales y por fotos que nos enviaron”.

“Después averiguamos qué había pasado y nos enteramos que la directora de tránsito que saca el informe negativo, es la misma que había firmado aprobar la ciclovía en febrero del 2024, y el 2025 cambia de opinión y hace un informe sesgado y negativo”.

Tampoco se entiende que “al Seremi le envían el informe negativo que hicieron en enero del 2025, siendo que habían trabajado antes en la implementación de la misma ciclovía que tanto la directora de tránsito de Melipilla como el Seremi aprobaron, bajo las condiciones que se discutieron entre los equipos y las reuniones que tuvieron con la oficina de movilidad”, agrega Francisco.

Exijo una explicación

¿Cómo llegó a pasar esto? ¿Se puede prescindir de una ciclovía así sin más? ¿De quién es la responsabilidad finalmente que no se malgasten los recursos? Son muchas las interrogantes que buscan encontrar claridad para que esto no se repita a futuro.

Porque a diferencia de unas décadas atrás, en la actualidad para construir una ciclovía, “tienes que aprobar un anteproyecto, tienes que aprobar un proyecto, están todos los proyectos de especialidades, es una gestión súper larga. Por lo tanto, pensamos que si a alguien se le ocurre sacar una ciclovía debiera, a lo menos, argumentar por qué, o sea, tener una argumentación muy clara de cuáles son los conflictos, de por qué no sirve, medir flujo, entre otros”, comenta María José Castillo, asesora urbana de la Municipalidad de Providencia, que tiene una basta experiencia desarrollando proyectos de movilidad activa que en su momento dieron que hablar por su impacto, como la ciclovía de Eliodoro Yáñez.

María José agrega otro punto muy importante sobre la complejidad de la medición: “porque las ciclovías empiezan a evolucionar con el tiempo. El uso de la ciclovía no es como el primer día, se va haciendo con el tiempo. Por lo tanto, son evaluaciones a más largo plazo. Por eso, no me parece para nada que se saque una ciclovía que ha costado tanto hacer sin una argumentación muy clara”.

Para el ojo experto del ingeniero en transporte Ariel López, hay varios puntos del documento que muestran una falta de argumentos técnicos . El primero de ellos, es que “no menciona cómo era la situación antes de la instalación de la ciclovía, como el uso de la calle para estacionamiento, que bloqueaba el flujo vehicular”.

En este sentido, “se argumenta que la ciclovía afectaba al transporte público, pero antes los vehículos estaban incluso estacionados en doble fila, lo que también impedía el flujo”.

Por otra parte, aunque es un poco obvio, si se sacan los autos estacionados mejora la movilidad. “Por una pista con autos estacionados hay flujo cero y en una ciclovía, el flujo de ciclistas, aunque pase un ciclista, es más que cero”.

Otro punto del informe es que la señalética vertical, le quitaba espacio a la vereda para moverse. En este caso, comenta Ariel, “uno podría decir, saquen la señalización, toda señalización y demarcación trabajan de manera redundante, porque si falta una, la otra es la que te sirve. Basta con que haya una y funciona. Entonces, si no hay espacio, no lo ponga, ya está demarcada, está puesta la ciclovía, no es necesario que la ausencia de la señalización haga que la elimines. Elimina la señalización y no la ciclovía”.

Opinión similar tiene María José. “Todo se puede mejorar en el fondo, hay que tener muy claros los beneficios”. En ese sentido, hay que tener en cuenta que la congestión vial en Santiago, y el resto de las ciudades al 2030 va a estar colapsada. “Contraintuitivamente, hay que reservar espacio para otros modos. Si no, es imposible. Y eso trae beneficios, obviamente de la gente que usa la ciclovía, pero también hay menos autos que pasan, hay temas medioambientales”.

Por su parte, reflexiona Ariel, “si quieren eliminarla, digan las cosas como son, pero sean honestos, y no inventen un argumento técnico donde no lo hay. Y algo muy importante es que cuando uno quiere hacer una ciclovía, te piden una serie de informes, estudios. Todo el trabajo que se hizo, reuniones con los vecinos, reuniones técnicas, un largo trabajo. Y está bien que eso sea así, para que salga bien, pero además porque hay una inversión pública importante de recursos que se invirtieron para que exista una ciclovía. Entonces, la autoridad no puede llegar y tirar todos esos recursos públicos a la basura. Porque un alcalde tiene que velar porque los dineros y las inversiones hechas por el Estado se resguarden, y no porque si no me gusta, lo elimino”.

“Uno podría pensar al revés”, continúa, “a lo mejor podemos eliminar la ciclovía, pero para eso tiene que haber una justificación técnica. Así como se te pide una justificación técnica para hacerla, se te tiene que pedir una justificación técnica para sacarla. No basta con hacer ese informe de medio pelo que presentará para justificarlo. Y lo peor aún es que el Ministerio de Transportes lo haya aceptado”.

Otro aspecto olvidado, y tan importante como el diseño y la normativa, tiene que ver con lo social y la relación entre todos los actores, comenta María José: “yo creo que una cosa importante es que los conflictos los puedas identificar bien y solucionarlos antes y negociar. Por ejemplo, si tienes que sacar todos los estacionamientos, quizás no es bueno y hay que dejar algunos, o hay que dejar algunos de noche, hay que ver dónde se estacionan o sea, tener soluciones, una convivencia”.

Futuros futuros

Una opción es que la ciclovía tenga una nueva ubicación, aunque no en las mismas condiciones de la de Libertad. “Nos dicen que reubiquemos la ciclovía, pero urbana ¿cierto? Porque la respuesta del Seremi, le da facultad al municipio es hacer lo que estime conveniente”, argumenta Francisco.

Por su parte, la actual alcaldesa de Melipilla Paula Garate, quien nunca estuvo de acuerdo con la ciclovía de Libertad, ha comentado que su reubicación podría estar en un sector rural de la ciudad, previo estudio. Aún así la aprobación y construcción de esta tomaría bastante tiempo.

Etiquetas: , , , Last modified: marzo 18, 2025

Tássia Furtado desde Brasil: biciactivismo a través de lo visual

Por Michelle Raposo

La bicicleta siempre ha estado presente en la vida de Tássia Furtado. Aunque no tiene memoria del momento exacto de cuándo pedaleó por primera vez, si tiene recuerdos de ella pequeña, yendo a clases de inglés, natación o handball. “No me gustaba caminar, así que la bicicleta era la mejor opción”, cuenta.

Con los años, la bicicleta se mantuvo como una compañera inseparable. Pero fue en el 2011, cuando su relación con esta tomó un nuevo significado. El 25 de febrero de ese año, en Porto Alegre, un conductor aceleró contra los ciclistas durante una masa crítica, dejando una veintena de heridos.

“Fue cuando me di cuenta que para mí, pedalear era una elección y no algo por casualidad. Que para mí era importante ir a mi gusto, ir mirando por todo el entorno. Entonces, decidí que lo que yo estaba haciendo era escoger la bicicleta como mi transporte”.

Desde ese punto, su vida giró en torno a las dos ruedas. Junto a dos amigas fundaron Vulp, un espacio que combinaba café y ciclismo. Luego de esto trabajó por cuatro años como ciclomensajera.

En un nuevo giro de la vida, tras la muerte de su mamá, su papá le pregunta si le interesaría estudiar arquitectura, y principalmente urbanismo, y así es como Tássia espera terminar sus estudios a mitad del próximo año.

“Como yo viví la ciudad como ciclomensajera, hay muchas cosas que cuando hablamos sobre ciudad, sobre cómo pensar las acciones e intervenciones, pienso como ciclista también. Y para mis colegas siempre es un buen intercambio, porque muchos no pensaban en pedalear por la ciudad, pero cuando me conocen se motivan para subirse a la bicicleta”.

Si no lo encuentro, lo creo

Su pasión por la bicicleta también se ha traducido en arte: como artista visual (su primera carrera), ha encontrado en formatos como la litografía, una forma de expresar y difundir por todos lados la experiencia ciclista urbana.

“Ahora con la arquitectura volví a dibujar, y me reconecté con los dibujos, y en algún momento pensé que era incómodo que siempre que quería algo de bicicleta era muy comercial, muy deportista, o era algo como una bicicleta de paseo en París, que no era lo que yo hacía. Entonces, necesitaba de un arte que representase lo urbano, el día a día, y cosas que me conectasen y me representaran”. 

Como inspiración, usa momentos de la bicicleta que ella vive para convertirlos en grabados. “Son muy ricos para mí, porque en todos los dibujos hay una historia por detrás”.

Además de sus grabados, Tássia sueña con expandir su activismo a través del arte y la cultura, creando juegos y objetos cotidianos con temática ciclista. “El activismo también puede estar en la casa, en una camiseta, en un cartel, en un vaso con un diseño ciclista. Es una forma de multiplicar la idea de la bicicleta”.

Así, sin quererlo, desde la infancia hasta la adultez, la bicicleta ha sido para Tássia Furtado mucho más que un medio de transporte: ha sido su conexión con la ciudad, su modo de vida y una fuente inagotable de inspiración. “Incluso mi novio llegó a mi vida gracias a la bicicleta”, dice entre risas.

Con su arte visita ferias, y espera pronto poder vender a otros países. De hecho ya se encuentra trabajando en una web. Pero principalmente quiere hacer otro tipo de activismo, a través de las imágenes, en cuadros, poleras y carteles; de la creación de juegos y cosas que las personas consumen diariamente y también aportar desde el urbanismo. “Puedo conversar más directamente sobre los problemas urbanos, no solamente de bicicleta, más de movilidad activa, porque los peatones también sufren mucho. Puedo hacer algo mejor en este sentido, y traer también en el arte esas preguntas a las personas”.

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Etiquetas: , , , , Last modified: marzo 7, 2025
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