A propósito de “Mayo Vital”, mes en que se busca reflexionar sobre la seguridad vial, nunca está de más hablar de la seguridad relacionada con niños y niñas al llevarlos en bici.
Por Michelle Raposo
Fotos: Pedalea
Especialmente en esas edades en que estos no toman las decisiones de cómo van a ser sus traslados. En 2023 hubo 4.090 niños y niñas entre 0 y 14 años involucrados en un siniestro, según un informe de la Conaset. Si bien, hubo una disminución de 14,8% de siniestros, estos niños finalmente están dependiendo de un adulto para moverse.
“Cuando hablamos de seguridad vial infantil, no basta con pensar solo en los sistemas de retención para los automóviles, también es muy importante considerar a los niños que se trasladan en bicicleta, especialmente cuando son llevados por un adulto. En esos casos, lo primero es asegurarse de que la silla para bicicleta, el remolque y los cascos estén acreditados en Chile a través del Centro de Control y Certificación Vehicular, 3CV, del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones. Esto significa que cumplen con estándares de seguridad reconocidos internacionalmente, del Comité Europeo de Normalización y de EE.UU.”, comenta Luz Renata Infante, Secretaria Ejecutiva de Conaset.
De pasajero en la bici
Entonces, ¿qué dice la legislación chilena al respecto? ¿en qué hay que fijarse? Entre sus características “las sillas deben contar con arnés de sujeción, respaldo, reposapiés ajustables y una estructura firme, y los remolques o carritos deben incorporar elementos reflectantes a los costados y atrás, una luz roja posterior y arneses o algún sistema de retención que impida que las niñas o niños se suelten o caigan del remolque. Y, por supuesto, el casco es obligatorio para niños y adultos por igual”, explica Luz.
“En Chile, esto está regulado en el reglamento de convivencia vial, y recordemos que la Ley de Tránsito indica que el conductor es siempre responsable por la seguridad de sus acompañantes, lo que incluye a niños transportados en bicicletas. Además, no hay una edad mínima establecida por ley, pero desde Conaset recomendamos que el niño tenga la capacidad de sostenerse por sí mismo y que siempre utilice casco”, agrega la secretaria ejecutiva de Conaset.
Por su parte, Manuel Aroca Salazar, de la tienda especializada carritodepaseo.cl, enfatiza también la importancia de elegir bien las sillas para asegurar paseos seguros y placenteros. “Es crucial invertir en productos de calidad y verificar su instalación para maximizar la seguridad de nuestros niños”, señala.

Existen dos estilos principales de sillas de niños para bicicletas de adultos: delantera y trasera. Cada una de estas opciones tiene características y beneficios particulares. Las sillas delanteras, que soportan hasta 15 kilos, son ideales para paseos cortos y cuentan con cinturones de 3 a 5 puntos (dependiendo del modelo), apoya pies y un respaldo cómodo. Son perfectas para mantener una conexión directa con el niño durante el trayecto, porque se puede ver directamente.
Por otro lado, las sillas traseras ofrecen una capacidad de carga de hasta 22 kilos, lo que permite prolongar su uso en el tiempo. Estas sillas se pueden montar en una parrilla portaequipaje o en un estilo flotante, siendo esta última la opción más común. Ofrecen características adicionales como la reclinación del respaldo, útil para cuando se quedan dormidos en el paseo, y el ajuste de los apoyapies y del cinturón de seguridad según la altura del niño. También cuentan con opciones de cinturón de 3 o 5 puntos.
Consejos prácticos
La seguridad en el uso de estas sillas es primordial. Es importante verificar que las sillas incluyan acolchado en los cinturones y sean resistentes a frenazos fuertes. Además, el diseño del cinturón debe dificultar que los niños puedan liberarse por accidente, explica Manuel. “La idea es que no sea fácil liberarse”.
Como medida adicional, comenta, se recomienda que las bicicletas donde se instalen las sillas tengan aros de 26 pulgadas en adelante y evitar su uso en bicicletas con cuadros de carbono o suspensión trasera.
Para los papás primerizos, un consejo práctico es realizar un paseo corto con peso dentro de la silla para familiarizarse con la estabilidad de la bicicleta antes de llevar al niño. Aunque al principio pueda parecer desafiante, los padres, tanto novatos como expertos en ciclismo, rápidamente se acostumbran al pequeño cambio en el equilibrio, agrega Manuel.
Normativas en Chile
Al considerar la seguridad, es esencial estar al tanto de las normativas locales. En Chile, las regulaciones establecen que las sillas deben estar correctamente instaladas y contar con los certificados de seguridad pertinentes que entrega el Ministerio de Transporte y que se puede ver a través de un código QR que puede ir impreso o adherido al accesorio. Estos se pueden pedir a quienes venden estos implementos al momento de comprar. Lo mismo sucede con los remolques, que deben contar con su homologación.
En cuanto a las normas, dice la Resolución 2372 Exenta, se deben acreditar la “EN 14344: Child use and care articles – Child seats for cycles – Safety requirements and test methods”, del Comité Europeo de Normalización, o en la norma “ASTM F1625: Standard specification and test method for rear-mounted bicycle child carriers”, de los Estados Unidos de Norteamérica”.
Una primera recomendación al comprar es ir a tiendas dedicadas al ciclismo o la venta de accesorios de seguridad para menores de edad. También es recomendable optar por marcas reconocidas y buscar la información del producto, agrega Manuel. En el caso de ellos trabajan con marcas como Thule, que ofrecen productos certificados internacionalmente. “A través de su sitio web se puede registrar el producto y verificar dicha info, el registro sirve además porque cada silla o cada producto, cuenta con un código único, y así verifican también autenticidad y (poco probables) garantías”.
Aprendiendo desde chicos
Son muchas las razones para llevar a un niño o niña en la bici, ya sea por necesidad o simple recreación, pero cualquiera sea la razón, esta experiencia puede fomentar más ciclistas a futuro. Por eso es importante que aprendan desde chicos conceptos de seguridad.
“La formación en seguridad vial debe comenzar desde la infancia. Por eso hemos desarrollado material educativo dirigido a niños, niñas, docentes y familias, con un enfoque lúdico y adaptado a su nivel. Entre ellos, destacan nuestras guías didácticas para la educación parvularia y básica, que incorporan contenidos sobre circulación segura en bicicleta, uso del casco, señales de tránsito y convivencia vial; y el programa “Embajadores de la seguridad vial” que incluye dinámicas de interacción entre ciclos, peatones y vehículos motorizados; y una versión para niñas y niños de la “Guía para ciclos”, donde están todas las indicaciones para un traslado seguro en ciclos y una buena convivencia con peatones y vehículos de mayor tamaño”, cuenta Luz.

“También estamos trabajando en colaboración con municipios y gobiernos regionales para impulsar programas locales de educación vial, en los que el uso seguro de la bicicleta como un medio de transporte activo y sustentable, es un elemento importante”, agrega.
¿Qué recomendaciones harían a los padres para fomentar el uso de la bicicleta desde niños?
“Fomentar una movilidad segura en todos los medios de transporte, es fundamental, y por supuesto el uso de la bicicleta está considerado porque es un medio de transporte seguro y que incentiva una movilidad activa”.
Las principales recomendaciones, son:
- Dar el ejemplo: los niños imitan conductas, por lo que si ven a sus padres usar la bicicleta con casco, respetando las normas y circulando con precaución, es más probable que adopten esos hábitos. Lo mismo con el respeto de las señales de tránsito y el uso permanente de cinturones de seguridad entre los adultos.
- Cuando vayan en autos particulares, además de llevarles siempre en sus sistemas de retención infantil, aprovechar de enseñarles sobre los puntos ciegos y cómo no se ve a los otros vehículos o peatones desde el puesto de la persona que conduce.
- Cuando se pueda, preferir hacer los viajes en bicicleta con las y los niños en vez del auto. Así fomentamos una movilidad activa y segura desde la primera infancia.
- Empezar en espacios seguros: practicar en parques, ciclovías protegidas o circuitos cerrados permite que los niños ganen confianza en un entorno controlado.
- Enseñar normas básicas de convivencia vial: como mirar antes de cruzar, señalizar con el brazo, detenerse en los cruces, y siempre usar casco.
- Revisar la bicicleta: asegurarse de que esté en buen estado, con frenos funcionando, ruedas infladas y elementos reflectantes visibles.
- Hacer del trayecto una experiencia positiva, evitando rutas riesgosas y conversando durante el camino sobre lo que van observando.