Esta semana el Centro de Investigación Urbana para el Desarrollo, el Hábitat y la Descentralización, CIUDHAD, de la Universidad Andrés Bello, junto con el Gobierno Regional Metropolitano, organizaron el seminario «Ciudades de Proximidad: desafíos para la Región Metropolitana/Santiago”.
Por Michelle Raposo
Fotos: Nicolás Villa
Entre los invitados a la apertura de la actividad participaron Juan Carlos Muñoz, Ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Claudio Orrego, Gobernador de la Región Metropolitana, Karina Delfino, alcaldesa de Quinta Normal, y Hélène Chartier, urbanista internacional. Sin embargo, quien se llevó la mayor atención fue el urbanista y académico colombiano-francés, Carlos Moreno, creador del concepto de las “Ciudades de 15 minutos”, que ha sido tomado por varias ciudades alrededor del mundo como una forma de revolucionar la forma en que vivimos las ciudades.
¿De qué se trata este concepto? ¿Por qué tantas ciudades lo están tomando como bandera de lucha? ¿Qué pasa con Chile y sus ciudades? Aquí te damos algunas luces de qué significa y cuál es la mirada actual que tiene el país al respecto.
Ya basta de los viajes eternos
Todo se trata de aportar dignidad a los habitantes, comenta Carlos Moreno en su charla. El académico lleva 13 años trabajando en lo que conocemos como la “Ciudad de los 15 minutos”. Este concepto busca que las ciudades acerquen los distintos polos de trabajo, educación, salud, y así de paso se acaben los trayectos de más de dos horas, y se reemplacen por viajes más cortos dentro de la misma comuna para ir a estudiar, trabajar, al hospital, hacer deporte o disfrutar de una actividad cultural. Entonces también trae de la mano otros efectos positivos en lo económico y social.
Actualmente América Latina tiene casi un 85% de su población viviendo en zonas urbanas. Este cambio -de más personas viviendo en ciudades- ha hecho que las largas distancias para ir de un lugar a otro se vuelvan la norma, y no hay otra solución más que levantarse en la madrugada o comprarse un buen libro para soportar el viaje.
La “Ciudad de los 15 minutos” o de las proximidades quiere romper con este modelo actual de largas distancias. “Todo vicio tiene una adicción”, comenta Moreno, y en este caso el auto a gasolina pareciera ser la mejor solución para esta problemática. Nos hemos convertido en hombres y mujeres mitad persona y mitad auto, reflexiona el urbanista.
El concepto ha agarrado vuelo en el mundo gracias a que, en términos generales, cualquier ciudad puede aplicarlo, incluido Santiago. Quizás no todas las ciudades tengan el mismo tipo de medidas -dependen de factores culturales y geográficos, entre muchos otros- pero hay varias metodologías que se pueden aplicar, y en eso es lo que están trabajando hoy varias organizaciones, como C40 que reúne a casi 100 ciudades que buscan hacer cambios para reducir el cambio climático.
¿Cómo se mete el cambio climático en todo esto? Pues que menos viajes (y más cortos) en vehículos a combustión reducen en gran medida las emisiones de contaminantes al aire. Son más de 300 millones de vidas afectadas por el cambio climático en el continente.
Cambiando 90 años de historia
Pero a todo esto ¿cómo es que terminamos así? Se puede decir que todo partió con la Carta de Atenas de 1933, un manifiesto creado por Le Corbusier tras un congreso de arquitectura moderna.
Si bien se buscaba una ciudad funcional, una de sus críticas es la separación de ciudades por zonas. Esto trajo con el tiempo ciudades profundamente segmentadas que han cedido a los tres lobbies más importantes: la construcción con el cemento, el automóvil con el metal y energías fósiles, con el petróleo. Tres elementos que han dado forma a la ciudad actual alrededor del mundo.
Santiago: pasamos 20 días al año en una micro
Chile y la Región Metropolitana no están ajenos a este fenómeno. En el caso de la RM se puede sentir aún más ya que el 42% de la población del país vive en esta zona.
Según datos que entrega el Gobernador Regional Claudio Orrego, los santiaguinos pasan 2 horas en una micro o combinación de medio de transporte. Esto significa 20 días al año.
“Todo lo que se pueda hacer para disminuir esos tiempos va en la dirección correcta”, comentó Orrego en su exposición. Porque obviamente, son los sectores más vulnerables los que tienen que hacer la mayor cantidad de viajes ya que están obligados a salir de su comuna para trabajar o acceder a otros tipos de servicios.
Hasta el momento se ha tenido una manera de edificar fragmentada, en que el Estado no funciona integralmente, sino por ministerios, analiza el Gobernador. Entonces por ejemplo, si hace un hospital, eso lo ve Salud, pero cómo va a estar conectado con la ciudad; eso lo ve Transporte, y así, y pocas veces se sientan todos los ministerios a ver el desarrollo como un todo.
En la visión de Orrego, son los Gobiernos Regionales los que pueden sacar adelante proyectos con visiones más integradas.
En qué estamos al debe
Una de las problemáticas hasta el momento, es que las ciudades se han hecho para un tipo de persona, no teniendo en cuenta que también se mueven niños, mujeres embarazadas, adultos mayores y gente con problemas de movilidad.
Por otra parte, en muchas de las soluciones, no se reconoce la complejidad de América Latina, ya que constantemente se copian iniciativas de ciudades europeas.
Reducir los tiempos de viaje en Latinoamérica puede tomar décadas. Por lo tanto hay que reconocer que en un principio, quizás no todos podrán caminar al colegio o a un servicio de salud.
La alcaldesa de Quinta Normal, Karina Delfino comentó sobre algunas de estas problemáticas comentadas en el seminario. Por ejemplo, uno de los problemas a futuro es cómo se desarrollan los terrenos desocupados que dejaron el área industrial, y que lleguen más edificios sin planificación, ni acceso a transporte, ni servicios.
Otra problemática es la poca inversión pública en zonas difíciles. “El Estado tiene que estar presente promoviendo la participación social”, comenta la alcaldesa.
Para Carlos Moreno en tanto, el éxito de la propagación del concepto, tiene que ver más con desarrollar el multicentrismo en las ciudades, que si las personas se demoran 15 o 20 minutos en llegar a alguna parte. “No es una varita mágica que resuelve 80 años de desintegración”.
Un encargado de resolver desde arriba
Otro factor a tener en cuenta es el tipo de gobierno de las ciudades. Según un estudio de la OCDE que analiza las áreas metropolitanas, las que tenían un crecimiento significativamente mayor eran las que tenían una gobernanza común, entre los distintos gobiernos locales.
Estas gobernanzas a nivel metropolitano pueden fijarse en temas como gestión medioambiental, movilidad, ordenamiento territorial en general (dónde ubicar los rellenos sanitarios, aeropuertos, etc), desarrollo económico y turístico, y temas sanitarios y de residuos.
Para el Ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, su área es parte importante del desafío de sustentabilidad. En el caso de los tiempos para moverse, “no nos pegan a todos por igual. Los promedios esconden a las personas más perjudicadas”, comentó durante su exposición.
Para llevar la problemática a las emisiones y comprender mejor cómo unos viajes más cortos ayuda a la ciudad, da el siguiente ejemplo:
“Reducir el CO2 de las ciudades depende de cinco factores:
Cuántas personas viven en la ciudad. El doble de personas, el doble de CO2. Cuántos viajes hacen. El doble de viajes, el doble de CO2, la mitad de viajes, la mitad de CO2. Cuántos kilómetros son los viajes. Si son la mitad de largos, la mitad de emisiones. Cuánta energía necesita cada uno de esos kilómetros. Si usamos transporte público o bicicleta, se necesita menos energía que si usamos autos. Y cuántas emisiones generamos por unidad de energía. Y ahí nos lleva a la electromovilidad. Es el último factor, y es un súper distractor. Nos tenemos que fijar tanto en la electromovilidad, como que la distancias sean más cortas, y el uso de energía sea menor”.
Por otra parte, menciona el ministro, no hay que perder de vista las otras crisis de salud y de obesidad, que no se resuelven con la electromovilidad, pero sí con distancias más cortas y modos de transporte sustentables. “Si logro que la distancia sea más corta es más probable que tome una bicicleta, y por lo tanto los factores no son independientes unos de otros”.
El mercado también ha sido factor para llevarnos por un mal camino. “La persona que vive en San Miguel antes trabajaba en el centro y ahora probablemente tenga que ir a El Golf.
La ciudad se le escapa y se va en una dirección que mejora para las personas de mayor ingreso, y empeora para las de peor ingreso”, comenta el jefe de Transporte. En ese sentido, comenta, preocupan los instrumentos que tenemos para gobernar la ciudad. “Es buenísimo tener la figura de gobernadores regionales electos, y que pueden ser el espacio donde poner una autoridad metropolitana de transporte, que uno admira de lugares como Londres”, concluye.