Por equipo Viste la Bici Bike Shop
Hoy por hoy, el uso de la bicicleta está en el mayor de sus auges de la última década, y es que además de ser un excelente medio de transporte, unipersonal, sustentable, amigable con el medio ambiente, saludable, que respeta las condiciones de distanciamiento físico y que brinda autonomía, es también una herramienta de cambio social. No por nada ha sido mencionado como el medio de transporte del futuro. Con todo esto a su favor, la bicicleta ha sumado una demanda explosiva, y los coletazos de la pandemia del Covid19 no se hicieron esperar, al punto de bordear el desabastecimiento en tiendas de bicicletas y sus repuestos.
¿En qué fijarse al momento de comprar una bicicleta usada?
Mecánicamente hablando, no es tan sencillo comprar una bicicleta usada y salir airoso, esto no porque exista mala fe en las ventas de bicicletas usadas, sino por el descuido de algunos vendedores o antiguos dueños. En nuestro taller, muchas veces escuchamos lamentarse a clientes que al poco tiempo de comprar una bicicleta deben incurrir en gastos de reemplazo de componentes, reparaciones y mantenimientos completos.
Aquí te contamos sobre lo que más hemos visto:
Partamos del punto base en aspectos como por ejemplo que los frenos frenen, que los cambios cambien, etc. Son de un conocimiento más amplio, que encontrar grietas en el lateral del neumático o abolladuras en el cuadro, reparaciones desprolijas o pintura desgastada, a todos nos da la impresión de que la bicicleta no está en condiciones que querríamos para su uso. Sin embargo, es importante hacer una revisión exhaustiva del estado del cuadro, señales como presencia de óxido, grietas o fisuras, indican que hay que dar de baja el componente, ya sea este el cuadro o la horquilla de la bicicleta (entendemos que según sea el caso, óxido, grietas o fisuras son reparables, pero estos tips están orientados a comprar una bicicleta usada en buenas condiciones, no un reparable).
Transmisiones reventadas
La cadena es un componente de la transmisión de la gran mayoría de las bicicletas, esta en su vida útil sufre un alargamiento esperable, que cuenta la historia del esfuerzo que han hecho sobre ella, los kilómetros recorridos y cuestas superadas. Cada fabricante indica el punto de no retorno de desgaste de sus cadenas, si bien sobre este tema podríamos extendernos, está el camino allanado por miles de ciclistas y fabricantes que han desarrollado los medidores de desgaste de cadena, que además indican el momento ideal para realizar el cambio o reemplazo de este componente para evitar que el desgaste existente en el sistema se traspase a otros componentes como el piñón, coronas del volante o el desviador, además de evitar correr el riesgo de corte.
Piñon y volante afilados
Tanto el piñón como las coronas del volante son una serie de discos metálicos dentados, diseñados para calzar perfectamente con la cadena de transmisión y llevar el esfuerzo de manera más eficiente desde tus pies a la rueda trasera. A través de las distintas relaciones de cambio o desarrollos (de ahí que algunas bicicletas cuentan con 1, 2 o 3 platos en su volante y hasta 12 discos en su piñón). Estos componentes por abuso y uso de cadenas alargadas (que ya alcanzaron el punto de no retorno) comienzan a acumular un deformación tal que se asemejan cada vez más a olas de mar, impidiendo un calce adecuado con cadenas de menor desgaste, aumentando el riesgo de salto de cambios, perdiendo dientes y siendo un riesgo por su forma afilada. Existen en el mercado herramientas diseñadas para medir su desgaste, pero los indicadores más obvios son las rebarbas que se forman en el borde de cada uno de los dientes.
Ruedas en mal estado
Este deterioro queda en evidencia a simple vista, ya sea por contables llantazos (deformaciones en el borde de la llanta, producto de un “evento” en el camino) y rayos cortados y/o oxidados, también al hacer girar la rueda puedes notar si están descentradas o no. El estado de los rodamientos requiere de un poco más de experiencia, ya sea al rodar la bicicleta o sencillamente girando la rueda entre tus manos, si notas un rodar áspero, ¡alerta! los rodamientos (conjunto de bolitas, conos y cubeta, o bien un cartridge completo de rodamientos sellado) no se encuentra en buen estado. Otra manera de verificar esto es con las ruedas puestas en la bicicleta, mover de lado a lado la rueda, en el sentido perpendicular al giro de la rueda, no debería existir ninguna holgura, si la hay (siempre y cuando la rueda no esté suelta), conos y rodamientos pueden estar dañados y requieren un ajuste.
Y si ya estamos hablando de rodamientos, ¿vamos al motor y el juego de dirección?
El motor es la pieza encargada del movimiento central de la bicicleta, existe en muchos diseños y tecnologías, con rodamientos tradicionales y sellados, pero la premisa siempre es la misma, el mínimo juego posible en cualquier sentido distinto al del giro de los pedales. Pero sí es un componente más “interno” ¿como lo puedo revisar? fácil, toma una biela y mueve enérgicamente en el sentido perpendicular al giro de los pedales (otra maniobra, que requiere de más equilibrio y práctica, es trasladar suavemente el peso a un solo pedal, cruje, ¿existe holgura o no gira con libertad? Ponle atención.
El juego de dirección por otro lado, se encuentra alojado en la pipa del cuadro mismo, articulando la conexión entre marco y horquilla, debe poder girar libremente, si al mover el manillar para la derecha o izquierda, se siente más apretado, es señal de alerta. Otra verificación recomendable es al encontrarse de pie al lado de la bicicleta, presionar el freno delantero, colocar el peso del cuerpo sobre el sillín y mover la bicicleta hacia adelante y atrás, colocando una mano sobre el juego de dirección y el cuadro (con precaución), si existe juego u holgura es probable que necesite al menos, un ajuste.
Esperamos poder haber entregado algunas luces ante la duda de si comprar una bicicleta usada o no y sobre todo en qué cosas fijarse; sin ir más lejos, esta serie de tips que compartimos con ustedes, son parte del chequeo general que se realiza para las bicicletas que pasan por nuestro taller, sin costo alguno.
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