Economía en dos ruedas: aprovechado las ventajas de la bicicleta para bajar costos

Pedalear no sólo ayuda a mantener el estado físico y nos alegra en cada pedaleo, sino que también es un aporte al bolsillo.

Por Michelle Raposo

Ya lo decía Juan Luis Guerra. El costo de la vida sube otra vez, y el peso que baja ya ni se ve. Al alza de las tarifas eléctricas en julio, se suma una tercera subida del pasaje del transporte público en menos de un año. La primera fue en agosto del 2023, y la segunda en febrero de este año. 

Con el aumento en $10, los viajes en buses quedaron en $740, mientras que el metro quedó en $840 (hora punta), $760 (hora valle) y $680 (hora baja). 

“La bicicleta aporta en economía y autonomía”, comenta el lector Efezetart en nuestras redes sociales. No solo apaña en términos económicos al ahorrarse el pasaje, sino que también en rapidez, sin contar con los beneficios físicos y mentales. 

Dicho eso, aún hay personas que están indecisas de comprarse una bicicleta o no. ¿Vale la pena si son solo 10 pesos más? 

Haciendo los cálculos, si uno comprara una bicicleta de $200 mil pesos, en 4 meses aproximadamente esa inversión se recupera con lo que deja gastar en el metro en viajar ida y vuelta en horario punta de lunes a viernes. 

Las sorpresas de la segunda mano

Aun así, una mejor opción aún podría ser una bicicleta usada. “Lo más barato hoy en día es comprar una bici de segunda mano pero que ojalá haya sido usada poco. Ir detrás de esa bicicleta que es de calidad, pero que quedó abandonada porque el usuario no la ocupó. Esa es la mejor ganga”, cuenta Hans Alemany, mecánico de bicicletas y propulsor de la Escuela Latinoamericana de Bicicletas (ELAB).

Una forma para identificar su estado es usar un medidor de desgaste de transmisión, que es como una reglilla, que tienen un indicador 25%, 50% o 75% según el deterioro. Esto es algo que se puede aprender en los cursos básicos de la ELAB.

Otra forma más a la mano, es la inspección visual. “Uno puede echar un ojo a los componentes de contacto directo con el asfalto o el cuerpo como son los pedales, asientos, neumáticos, que se gastan más rápido. Si yo creo que vienen los puños originales, el asiento original, los neumáticos originales con las huellas del neumático poco gastado, no necesito esa herramienta. Ya me puedo hacer una idea de que la bici no se ha ocupado casi nada”, comenta Hans. 

En esta situación, es una buena idea tener una foto referencia de la bici, el modelo, ver con qué elementos venía y con eso revisar.

Una mejor opción eso sí, es pedirle a un mecánico amigo que haga la paleteada de ir a verla. “Eso en el taller lo ofrecemos gratis generalmente. Todo depende de la cercanía que uno logre con el cliente”. 

Pero vamos al dato amigo, que ayuda a ahorrar aún más plata. Una gran oportunidad, cuenta Hans, “son las bicicletas aro 26 con componentes de primera, que están a muy buen precio porque todos quieren una 29. Si la idea tuya es moverte con una 26, puedes buscar una Trek 3500, que es de hace poco más de 10 años. Esa bici era lo mejor que había para uso urbano por su geometría clásica, podías andar no tan encogido, es cómoda para la ciudad. Hoy en día la puedes pillar en muy buen estado por 70 lucas, o a veces con mejoras a 100 mil”. 

Marketplace es el mejor lugar para buscar, agrega. “De repente me he pillado con sorpresas, que por $150 mil vienen con freno hidráulico, horquillas con suspensión de aire que son más livianas, y eso por separado es súper más caro, pero no las valoran tanto porque al ser aro 26, el precio baja de golpe”. 

No solo las bicicletas, a veces las ofertas vienen incluso con accesorios, parrillas, alforjas, candado y luces y hasta el casco. 

Retomando el ejercicio del comienzo, con una bicicleta usada de $100 mil, en 59 días ya estaría recuperada la inversión. 

Ahorro en reparaciones

Desde otro punto de vista, aprender a reparar una bicicleta, puede significar tanto un ahorro de dinero como una entrada extra de lucas. 

“Dentro de los perfiles de la gente que viene a hacer los cursos, si analizamos 10 personas hay un 30% que quiere poner su taller y vivir de esto. O quiere entrar a trabajar a la industria como mecánico, en el taller de alguna empresa, como por ejemplo Decathlon, que ahora está siendo una referencia respecto a que están ofreciendo empleos de mecánico a un estándar similar a como se trabaja en Estados Unidos”, cuenta Hans. 

El otro 70%, comenta, “es bien diverso porque hay gente que quiere aprender a hacer autoreparaciones. No le interesa hacer servicio, sino que netamente ahorrarse plata, y también evitar hacer servicios que pueden hacer ellos mismos, o hacer los más fáciles y delegar lo más complejo a un taller, pero de todas maneras tratar de hacer algo del proceso”.  

Otro componente de este grupo, son los que quieren aprender más como hobby, sin profundizar demasiado, ya que les interesa más ser un cliente informado al momento de llevar la bici al taller y saber qué le van a cobrar. 

¿Y existe la suficiente demanda para instalar un taller?

Talleres siempre van a faltar. El tema es que mucha gente no anda en bici porque no tiene un taller cerca, y tienen en el patio la bicicleta que compraron en algún momento que no la usaron o le falló algo, y por ejemplo alguien que viva en San Miguel y no tenga un taller cerca, la tiene que llevar a Santiago Centro, y eso ya es un problema porque tienes que conseguirte un amigo que te lleve y después ir a buscarla.

De hecho me ha pasado cuando en una ocasión abrimos una sucursal de mi taller, todas las primeras bicis que te llegan son bicis que llevan mucho tiempo paradas. 

Bonus track

Al que le interesó la idea de tomar un curso y ponerse con un taller, hay algunas cosas que considerar:

• En cuanto al espacio, considerar al menos un espacio inicial de 3×3 metros para trabajar, y al menos dos más de las mismas medidas para bodega e insumos. 
• En los tiempos de estudios considerar dos semanas entre el curso básico y el avanzado. Luego de eso viene una práctica entre seis meses (como mínimo) y un año -dependiendo de la expertise de cada persona- para empezar a vender servicios y generar un ingreso extra como mecánico, para ofrecer un servicio, hacerlo bien y poder cobrar una mantención completa, que dependiendo de lo que vaya a ofrecer en detalle, puede promediar unos 40 mil pesos. 

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