Desde su inicio en 2008 -organizada por la asociación “Vive la Bici”- la MEMT ha ido creciendo, expandiéndose no solo a regiones, sino al resto de latinoamérica.
Por Michelle Raposo
La Medición de Eficiencia en Modos de Transporte (MEMT) ya se está organizando para su edición 2025, convirtiéndose en una herramienta esencial para evaluar y mejorar la movilidad urbana en las ciudades. Desde su inicio en 2008 -organizada por la asociación “Vive la Bici”- la MEMT ha ido creciendo, expandiéndose no solo a regiones, sino al resto de latinoamérica.
Para conocer más del proceso de este año, conversamos con Loreto Calé, presidenta del Colectivo Bioenergía de Rancagua, quien se encuentra haciendo la convocatoria y coordinación de la actividad, que se realizará del 28 de abril al 9 de mayo.
«La gracia de la MEMT es que se genere una continuidad», comenta, subrayando la necesidad de que varias ciudades se sumen a esta actividad, que miden los tiempos de viaje entre distintos puntos de una ciudad hacia el centro urbano utilizando diversos medios de transporte: taxis colectivos, microbuses, autos particulares y bicicletas.
La meta de tener variedad de lugares, agrega, es que «cada ciudad tiene sus propias leyes de la física, como le digo. Todos tienen habitantes con distintas características, geografías distintas y climas distintos».

Un ejemplo de esto es Ecuador, que en esta fecha hay vacaciones para los que viven cerca de la costa, por ser una zona muy lluviosa. “Ellos, hicieron la medición, pero como quisieron sumarse a la fecha que se hacía en Chile y otras partes de Latinoamérica, como no tenían clases, no se midió en horario pico”. Para esta ocasión la idea es hacer la medición para mayo, cuando partan las clases.
Este año, ciudades como Bahía Blanca (Argentina), Guayaquil (Ecuador), Antofagasta, Concepción, Rancagua, Valparaíso y la comuna de La Pintana (estas dos últimas participan por primera vez) han mostrado interés para organizar la MEMT en sus localidades.
Con un ojo en lo cualitativo
El proceso de participación, cuenta Loreto, incluye varias etapas, siendo de las primeras la selección de los distintos puntos de salida de los participantes, y un único sitio de encuentro que sea central. Luego también se requieren voluntarios para cada tipo de transporte. Según las estimaciones de Loreto, un equipo mínimo de veinte voluntarios por comuna, considerando los distintos puntos de salida, más la persona que haga de juez de llegada.

La recomendación es tener más voluntarios de los necesarios, porque siempre ocurren cosas en el último momento. Y en el extraño caso que sobren, que prueban distintas rutas. Para tener en cuenta, los más difíciles de conseguir son los que tienen auto, y los que quieren usar el transporte público.
Si bien los resultados de la MEMT muestran tiempos de traslado, no hay que olvidar la calidad del viaje. Para eso, recomienda Loreto, es muy importante -de contar con los medios y la posibilidad- hacer un desayuno post medición con los participantes para conocer las observaciones cualitativas de los voluntarios, como las condiciones de las ciclovías o la espera en paraderos, que son cruciales para entender la experiencia del usuario.
«El año pasado, por ejemplo, a nosotros acá en Rancagua, de donde soy, nos tocó por primera vez una MEMT con lluvia. Fue nuestra tercera versión y por primera vez, de todas las veces en que hemos participado, la bicicleta no salió tan bien como otras veces. Pero también tuvimos observaciones sobre las condiciones de las ciclovías en caso de lluvia, qué rutas tuvieron que tomar».

Otra situación que se dio fue de «una voluntaria que hizo la medición en micro desde el sector norte de Rancagua y esperó 1 hora 40 minutos a que pasara. Ella decía, si me hubiera ido caminando ya habría llegado. Entonces, una cosa es la medición en tiempo, pero también es importante darle un espacio a la observación y a la calidad del traslado».
Aún cuando sería de mucha utilidad contar con recursos para hacer la medición, Loreto también enfatiza la importancia de mantener la MEMT como una actividad ciudadana y autogestionada, evitando que se politice. «Los resultados de la MEMT nos ayudan a nosotros como cicloactivistas a darle potencia a nuestra lucha día a día», explica.

En este sentido, la MEMT es más que una medición; es un movimiento que busca fundamentar y fortalecer el cicloactivismo en todas las ciudades. “Yo les decía a los chiquillos, esto nos alimenta el alma, y yo sé que no todas las organizaciones de ciclistas urbanos o de movilidad sustentable pueden aplicar la MEMT en sus ciudades, pero aplicar la MEMT en la mayor cantidad de ciudades posibles, con la mayor periodicidad en el tiempo, nos permite que tarde o temprano tengamos fundamentos sostenibles que le dan razón a nuestra lucha”.
Los interesados en participar pueden contactar al Colectivo Bioenergía.