El plan contempla la instalación de señaléticas cicloinclusivas, educación vial y difusión para que tanto locales como turistas puedan recorrer sus calles de forma más segura.
Por Michelle Raposo
Valparaíso es reconocido por sus cerros, sus colores característicos, y también por sus calles empinadas. Esto último quizás ha alimentado la idea de que es difícil moverse por esta ciudad en bicicleta.
Sin embargo, desde 2022, ciclistas y activistas han estado trabajando para demostrar que no solo es posible, sino también necesario construir una ciudad más amigable con el ciclismo, logrando implementar junto al municipio el proyecto “Valparaíso Cicloamigable”, que contempla la instalación de señaléticas cicloinclusivas, educación vial y un plan para que tanto locales como turistas puedan recorrer sus calles de forma más segura.
Rebobinemos hace un par de años
Que no se puede andar en bici en Valparaíso, es uno de los mitos que tira por el suelo Francisco Vergara, director ejecutivo de Andes Chiles ONG, y quien ha sido impulsor del proyecto de Valparaíso Cicloamigable, junto a otras organizaciones como los Furiosos Ciclistas Porteños.
El 2022 surgió la idea de cerrar una pista en Avenida España para el Día Nacional Sin Auto, creando así una conexión pedaleable entre Valparaíso y Viña del Mar. Esta propuesta buscaba replicar la situación de 2018, cuando esa pista de la avenida estuvo parcialmente cerrada por reparaciones. Finalmente, por la cantidad de obstáculos no se logró hacer nada y realizaron un punto de prensa al que llegó la concejala Camila Nieto, quien se mostró abierta a impulsar algún tipo de proyecto.
“Antes ya habíamos entrado a los datos de Strava para ver el uso de la bicicleta en Valparaíso y en todas las calles había recorridos en bici”, cuenta Francisco.
Dentro de las conclusiones a las que llegaron es que: “primero, las ciclovías no nos sirven mucho porque nosotros también entendemos que nuestras calles no tienen espacio. Los cerros de Valpo en general no tienen espacio ni siquiera para los autos y que estén metidos acá entre medio es una aberración a la cual nos tuvimos que acostumbrar”. Por otra parte, también quedó claro que las zonas donde había más actividad eran las cercanas a lugares turísticos.
“Entonces lo que presentamos fue un proyecto de señalética cicloinclusiva para la comuna tanto en cerro como en el plan, que son útiles para nosotros como ciudadanía y como comunidad ciclista, pero que a la vez al turista le llame la atención y lo deje cerca de los lugares de interés y fomentar el nicho del turismo en bicicleta en la comuna”.
Detectives de artículos
Finalmente se abrieron las puertas para proponerle las ideas al director de la Secretaría Comunal de Planificación (Secpla), Alejandro Escobar, quien venía recién tomando el cargo. El feedback fue el siguiente, si el piloto funciona, el proyecto se puede llevar a cabo, y en este caso, el plan era de unos $15 millones.
“Hicimos la cotización de todas las señaléticas que queríamos meter, pusimos los lugares específicos y presentamos todo en una carpeta”, recuerda Francisco.
El siguiente paso era buscar el financiamiento. Con el visto bueno de la concejala Camila Nieto, que era la presidenta de la comisión de finanzas, pudieron exponer frente al consejo para el periodo de presupuesto del 2023, con buenos resultados.
Así comenzó un año de trabajo con Secpla -que asignó un arquitecto encargado del proyecto y la coordinación con el área de tránsito de la municipalidad- con reuniones mensuales que pedían las organizaciones para revisar avances y obstáculos. En cada sesión, recibían actualizaciones sobre los impedimentos y temas reglamentarios, a los que respondían de forma muy matea buscando información y regulaciones para avanzar en el proyecto.
“Por ejemplo, las señaléticas amarillas de ciclistas en la vía, solamente se puede poner en lugares donde haya un tránsito con harto flujo de ciclistas, pero no se sabe exactamente cuánto es harto, no está definido. Entonces tomamos los datos de tránsito y dijimos miren este es el mínimo de ciclistas que pasan que son los que usan Strava, y el resto obviamente no está usando la aplicación pero pasan por ahí”, explica Francisco.
“Lo mismo con la señalética azul de zona compartida. Tiene que ser en Zonas 30, entonces la solución en lugares de muchas curvas en una parte del cerro obviamente es que tienen que ser una Zona 30, y si no está definida como tal hay que hacerlo por seguridad para todos. Además nadie se mueve a más de 50 km/h en el plan, porque las calles igual son chicas, en el día están las micros, por lo que es accesible intentar hacer algo. Así se fueron entregando respuestas ante todas las trabas que aparecían en algún punto del proyecto”.
Finalmente llegaron a un consenso con el proyecto, que también incluye un poco de educación vial y una señalética especial para ciertos lugares donde van a haber además estacionamientos de bicicleta con códigos QR.
Valparaíso cicloinclusivo, finalmente una realidad
No fue hasta hace poco que recibieron una llamada de la municipalidad. “Yo iba con la idea de que nos iban a decir como, pucha no pudimos por esto y por esto. Y resulta que nos dicen que salió la licitación, que se postularon siete oferentes y ya se decidieron por uno y ahora hay que pasar por el trámite de las firmas y todo lo demás, pero que lo más probable es que ya tengamos implementada la señalética antes de Navidad. Y ahí ya fue como euforia”, recuerda Francisco.
Un dato interesante que comparte el director de Andes Chile ONG, tiene que ver con el costo del proyecto. Para ellos el proyecto costaba 15 millones de pesos, para el municipio quizás iba a estar por los $35 millones, finalmente ninguno de los oferentes se pasó de los $25 millones y la oferta más baja fue de $18 millones.
“No fue tan caro, que era una de las cosas que le complicaba un poco a Secpla, porque tenía miedo de que la licitación saliera desierta, cómo pasó en su momento con la ciclovía de emergencia que se peleó acá. Esa vez no se avisó, y ahora tampoco, pero fue diferente y fue una victoria para ellos también darse cuenta que hay interés y que hay empresas que lo están haciendo”.
La nueva señalética se instalará tanto en los cerros como en el plan. “En el cerro, Avenida Alemania, que es lo que denominamos cota 100, que es más o menos como la mitad de Valparaíso. Estacionamientos de bicicletas se van a ubicar en Portales, en la Plaza Victoria y en la Plaza Bismarck, por nombrar algunos”.
El proyecto también incluye la incorporación de chevrones en las zonas compartidas de ciclos y autos.
“Y los estacionamientos de bicicletas van a estar como un cartel que dice Valparaíso Cicloamigable y el código QR hacia la página de la muni, en la cual indican de qué se trata el proyecto. Y desde ahí también están los links correspondientes hacia las páginas de nosotros como Andes Chile ONG, el Instagram de Furiosos Porteños, y estamos desarrollando una página que se llama cicloamigable.cl donde queremos ir haciendo más cositas también”.
“Ha sido harta pega, pero también bien colectiva y lo bacán es ver los frutos”, concluye Francisco.