El Parque Forestal fue el escenario que reunió a mujeres -usuarias de diversos modos- a conversar sobre movilidad.
Por Michelle Raposo
Fotos Felipe Araos
Un domingo de temperatura agradable, mantitas, frutas, picoteos varios y sobre todo, ganas de compartir experiencias. Así fue el 2º picnic conversatorio “Mujeres, Movilidades y Convivencia Vial en la Ciudad”, organizado entre el Directorio de Transporte Público Metropolitano, Conaset y Revista Pedalea.
Al igual que su versión anterior, la finalidad de la actividad fue intercambiar experiencias y aprendizajes, para sacar puntos a mejorar en la convivencia diaria que se da en la calle y eventualmente tomar medidas al respecto.
“Es una actividad que une a las ciclistas, peatonas, pero también, muy importante, a las mujeres conductoras del transporte público de Red Movilidad. ¿Por qué? Porque creemos que en el Mes de la Mujer es importante resaltar los avances que hemos tenido como Red Movilidad, porque hemos trabajado en conjunto con el mundo ciclista, con la sociedad civil y creamos, por ejemplo, la campaña de puntos ciegos, para lograr de esa forma evitar y disminuir los siniestros de tránsito. Pero también, constantemente, estamos capacitando a las conductoras y conductores para que haya un mejor respeto. Y lo decían hoy día en este conversatorio, que cada día la Red Movilidad está a la altura de tener una mejor convivencia vial”, comenta Paola Tapia, Directora de Transporte Público Metropolitano.
Son 1.526 las mujeres que conducen un bus. Estas mujeres pioneras, representan el 8.5% de los conductores y que si bien se sienten muy orgullosas de su presencia y los espacios que han llenado, han tenido que lidiar muchas veces con un machismo que aún ve como peligroso una mujer al volante.
Una de las conductoras recuerda una vez que abrió la puerta a un señor de la tercera edad que miró con desconfianza al ver una mujer al volante. Incluso dudó en subirse. Finalmente hizo el viaje, no sin antes pasar la cabeza por la separación del conductor para decirle que tenía que cuidar su vida, a lo que la conductora responde amablemente que la de él y la de todos los que van en la micro. Una vez que el señor se baja de la micro, se devuelve hacia la puerta delantera y le dice “antes yo decía: mujer al volante, peligro constante, ahora voy a decir seguridad constante”.
La anécdota puede sonar graciosa, pero las experiencias diarias tienen de dulce y agraz. Si bien muchas reciben felicitaciones por incorporarse al transporte público, también son varias las historias de insultos gratuitos, tanto por hombre y mujeres, nada más ver que hay una mujer en ese rol.
Tránsito más seguro
Sin embargo, incentivar a más mujeres al volante, o en bicicleta, son buenas noticias para todos en cuanto a seguridad y calidad de vida de la ciudad.
“Sin duda, es un avance, porque las mujeres conducen más seguro, y generan, por ende menos, siniestros de tránsito, pero además, generan más empatía y un mejor clima laboral. Lo dice el estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, desarrollado durante el año 2018. Por lo tanto, tenemos desafíos comunes, tenemos tareas comunes y vamos a seguir liderándolas para lograr, entonces, avanzar”, agrega Paola.
Un análisis estadístico que comparte Luz Infante, Secretaria Ejecutiva de Conaset es que de las 2 mil personas que mueren al año en siniestros de tránsito, aproximadamente 1.500 serían hombres y 500 mujeres. Y de esas mujeres, solo el 16% falleció en calidad de conductora. Es decir, que la mayoría de las mujeres que murieron iban de pasajeras o caminando.
“Ahí aún más se demuestra la importancia, a través de esta lamentable cifra, de la incorporación de la mujer y su relevancia en hacer un transporte mucho más amigable y empático”, agrega Luz.
Movilidad más acogedora
Otro de los aportes de tener más conductoras en el transporte público es la mirada empática con el resto de los usuarios. Situaciones como darle más tiempo a las mujeres embarazadas o con hijos para que se suban, lo mismo con los adultos mayores.
A veces algo tan simple como pararle a los estudiantes. “Los escolares son agradecidos, porque los hombres no siempre les paran. Hasta regalos nos hacen, nos dan dulces, se ponen contentos de vernos”, son algunos de los relatos.
“Una de las cosas que más me llamó la atención es esta importancia de la empatía, de darse cuenta que las otras personas también son relevantes, de dar los espacios, dar los tiempos, que en general pareciera que para las mujeres es algo mucho más habitual que para los hombres. Por lo tanto, también la incorporación de más mujeres en las vías es relevante para poder tener también una ciudad mucho más amigable y empática con el resto de los usuarios, ya sea ciclos o lo que sea”, comenta Luz de Conaset.
Dentro de los puntos conversados entre ambas partes se encuentra, por ejemplo, el uso de las vías exclusivas para buses por parte de las ciclistas, donde dicen sentirse un poco más seguras porque saben que van a encontrarse con un conductor o conductora profesional, versus irse por la pista de vehículos particulares, donde el nivel de conocimiento y respeto por las normas del tránsito es muy bajo. La falta de buena infraestructura, como ciclovías en mal estado, también son unas de las razones para que elijan tomar la pista de los buses.
Por su parte las conductoras, sienten de alguna manera la responsabilidad que esto significa, especialmente en cuanto a los puntos ciegos se refiere, o cuando los ciclistas tienen actitudes más temerarias como irse pisteando entre los buses, ya que tienen que cuidar tanto a los que van fuera como dentro del bus, y frente a cualquier hecho a las primeras que se las culpa es a ellas. Incluso si no han tenido responsabilidad.
A seguir educando
Si hay un punto en que todas están de acuerdo, es la necesidad de enseñar de convivencia, de seguridad vial y de continuar con actividades como esta, o las de concientización de los puntos ciegos en los buses.
“Estas actividades se unen a una red colaborativa de la sociedad civil, del Ministerio de Transporte y también de las municipalidades donde instancias, como por ejemplo, Compartir para Convivir, en junto con CicloRecreoVía, Bicicultura, Educleta, y también los operadores de buses de red, tenemos las instancias para acercarnos a la ciudadanía y entregas esta información”, explica Luz.
En la misma línea, Myriam Salazar directora de Pedalea y parte de la organización del encuentro, relevó la importancia del aporte de la sociedad civil en esta tarea. “El 2023 desarrollamos “Pedalea con Vule” un programa de educación vial con dos importantes focos, las conductoras y conductores de buses y niñas y niños de escuelas municipales de Maipú. Con alegría podemos anunciar que este año seguiremos trabajando en más colegios y también junto a las y los conductores del transporte público”.
Por su parte, Paola Tapia cuenta que, “desde el año 2022 tenemos un team educativo que va a los colegios para explicar la convivencia vial, la seguridad vial, pero también la importancia de pagar el pasaje y de cuidar los buses. Ese team educativo, esperamos que este año supere la meta de más de 100 establecimientos educacionales, donde también llevamos un bus red, donde hacemos vivir la experiencia, y donde, muy importante, conductores también cuentan su experiencia de usar el transporte público. Y eso está sumado a un trabajo conjunto que estamos realizando, y el cual también Conaset tiene una labor muy importante, porque tiene que ver con la educación, tiene que ver también con las mallas curriculares y todo el trabajo conjunto que estamos realizando”.
Por último, junto con esperar que el conversatorio se repita más seguido, sería importante también, hacer llegar estas conversaciones a los hombres para saber qué opinan cuando se ven enfrentados a las distintas situaciones que se dan en la calle.