La actividad está centrada en una obra de teatro que enseña conceptos de seguridad vial, que se combina con un cuestionario para reforzar los conocimientos en los niños y niñas que participaron de las dinámicas.
Por Michelle Raposo
Fotos: Equipo Pedalea
Lo Espejo fue el lugar elegido para desarrollar la segunda edición del programa “Pedalea con Vule”, una iniciativa de Fundación Pedalea Ciclismo Urbano, con el apoyo de Buses Vule, que ha logrado llevar a los niños y niñas de escuelas municipales de la comuna, una experiencia educativa única sobre la importancia de la seguridad vial, el uso de la bicicleta, el autocuidado, y los nuevos modos de transporte.
La actividad está centrada en una obra de teatro que enseña conceptos de seguridad vial, que se combina con un cuestionario para reforzar los conocimientos en los niños y niñas que participaron de las dinámicas.
Felipe Gómez, actor de la obra, destaca precisamente que el contenido fue ajustado y enfocado pensando en capturar la atención y comprensión de los niños: “Este segundo año sintetizamos y nos centramos en la experiencia de la niñez, buscando que el mensaje sea dinámico y simple”.
Otro elemento, distingue Felipe, es que al estar trabajando con personas, “por más que sea la misma obra, esta va respirando de manera diferente porque el público con el que se interactúa es distinto”.
Sembrando el cambio cultural
La trama teatral está protagonizada por Domi y Bruno -una niña que diariamente se transporta en bicicleta y un niño que apenas se inicia en este medio- también ha sido adaptada con detalles que conectan a los estudiantes con su entorno, a través de referencias locales como el parque Violeta Parra, un espacio característico de Lo Espejo. Para Felipe, estos elementos son vitales para que los niños “sientan una conexión con el territorio donde viven”.
Stephany Yissi, actriz que también participa en el proyecto desde sus inicios, enfatiza el propósito de trabajar con los alumnos y alumnas para impulsar un cambio cultural profundo: “Generar este cambio en la sociedad requiere trabajar con las infancias. La ciudad de Santiago carece de planificación estratégica en movilidad, y muchas veces los ciudadanos ven la bicicleta como algo lejano. Pero actividades como esta, con enseñanzas sobre el uso del casco, ciclovías y señales de tránsito, siembran una semilla en las niñas y los niños que puede llevar a una sociedad más consciente y segura”.
Este primer contacto con el arte escénico no solo sirve como entretenimiento, sino que involucra a los estudiantes en un aprendizaje activo y entretenido, despertando interés en el autocuidado y la convivencia vial. “Nos piden tocar las bicicletas, preguntan sobre el equipo y nos cuentan sus impresiones”, comenta Felipe, señalando el impacto que el teatro y la enseñanza de la movilidad pueden tener en las infancias.
Siguiendo con esta reflexión, hay momentos que se han quedado grabados en la mente de Stephany: “Por ejemplo dicen, oiga tía yo voy a ver ahora si aprendo a pedalear para poder andar en bici. Y otra cosa que he escuchado harto, también entendiendo el contexto por donde hemos itinerado, es que cuando sean grandes quieren una bici, porque ahora su mamá no les puede comprar una. Por una parte emocionante, pero también un poco doloroso porque es también la cara de un Chile que no se ve tanto o se imagina que ya no existe quizás”.
Activando la comunidad educativa
Karen Bravo, jefa de la Unidad Técnica del Colegio República de Filipinas en Lo Espejo, destacó el valor educativo del programa: “Nuestra comunidad participó en esta actividad que sentimos como una mini capacitación en educación vial. Los niños captaron muy bien y aprendieron mucho sobre el uso correcto de la bicicleta y la importancia de la seguridad”.
“Muy buena actividad, la verdad es gratificante ver a los niños involucrados en esto y dar inicio a un nuevo programa con el objetivo de capacitar a más niños”, comentó Antonio Villalobos, subgerente de finanzas y asuntos públicos de Buses Vule.
Para comunas como Lo Espejo, y anteriormente Maipú, iniciativas como “Pedalea con Vule” simbolizan un paso hacia una convivencia vial más amigable y una ciudad más consciente y preparada para incorporar la bicicleta como un medio de transporte viable y seguro desde la infancia. Al cerrar este segundo ciclo, el programa deja una huella en cada niño para moverse con libertad y seguridad.