Cerca de una quincena de agrupaciones y movimientos de pedaleros, tanto emblemáticos como recién creados, se reunieron para pensar las necesidades de los formatos de desplazamientos sustentables en el país luego del estallido social y en el marco del debate constitucional que viene. Infraestructura, educación y fiscalización fueron los tres pilares trabajados con medidas concretas que podrían mejorar el flujo de las ciudades. Demandas para territorios más equitativos.
Por Patricio Cofré A.
Fotos Víctor Rojas
Han pasado cerca de 50 días desde el inicio del estallido social del pasado 18 de octubre y el debate ha comenzado sobre una serie de problemáticas a todo nivel. Las pensiones, el financiamiento de la salud, la educación, nuestros sistemas de representatividad, la equidad de género y la forma en que construimos nuestras ciudades, son solo parte de las temáticas que se han levantado dentro de los cientos de demandas de la ciudadanía.
En ese marco, hace algunas semanas se anunció la realización de un plebiscito donde las personas podrán decidir si quieren cambiar la constitución o mantener la actual y, en el primer caso, el modo en que se elegirá a los integrantes del grupo que trabajará para modificar la carta fundamental.
Durante este mes y medio han sido miles de personas las que se han organizado para realizar cabildos abiertos, para que sean las propias personas las que definan las prioridades que debería tener el texto legal y que se deben considerar para encausar el proceso. El mundo del arte, clubes deportivos, la sociedad civil, los equipos de salud y decenas de profesiones u oficios se han reunido para fijar objetivos comunes.
En ese contexto revista Pedalea decidió sumarse a ese análisis y convocó a un encuentro donde agrupaciones, movimientos y ciclistas, pudieran compartir, discutir y llegar a pilares sobre los que se levanten políticas públicas que consideren la movilidad sustentable.
La asamblea se llevó a cabo en dos sesiones en Fábrica de Medios, a las que asistió una quincena de representantes de organizaciones y cerca de medio centenar de personas, quiénes acordaron una decena de puntos para elevar una propuesta conjunta para que sea transmitida a las autoridades. El documento final estará disponible en nuestra web próximamente.
Pedalea por la Calle, Indepecleta, Muévete, Ñuñoando fueron solo algunos de los movimientos que se hicieron parte de una conversación abierta en las que se definieron tres temas para abordar como tópicos generales: educación, infraestructura y fiscalización.
Víctor Hugo Romo es uno de los fundadores de Bicicultura. Con 14 años en el activismo cletero, reconoce las dificultades que existen para encontrar espacios de diálogo entre entidades que abogan por similares intereses. “Históricamente nos cuesta reunirnos o poder aceptar y trabajar con opiniones disímiles, pero acá pudimos ver puntos de confluencia y espacios donde podemos avanzar juntos para que todos los ciclos se puedan mover con dignidad y eso es un signo positivo que le debemos al estallido social”, comenta.
Además, destaca la colaboración que se dio entre los representantes con más experiencias y otros recién llegados. “Es un privilegio poder escuchar a los más jóvenes, ver su mirada porque ellos tendrán que ir a los municipios, a dialogar con autoridades y expresar sus convicciones”, analiza.
En la vereda completamente opuesta está Gustavo González, uno de los creadores de Santiago Norte Pedalea. El movimiento comenzó hace un par de semanas y busca proyectarse en el desarrollo de talleres, clases de educación vial para niños y la organización de cicletadas.
“Como recién estábamos empezando fuimos a aprender, a opinar, a dar a conocer cómo nos movemos por la ciudad. Fue muy bueno haber compartido con otros ciclistas y agrupaciones que saben más y con otros puntos de vista. Nos dieron consejos y mucha información para ir partiendo”, cuenta.
Desde una militancia doble en Muévete y Circular, Ignacio Jaque destacó el espacio, pero también hace una crítica a que la convocatoria no haya sido aprovechada por más grupos o ciudadanos. “Queda claro que no estamos divididos como a veces se piensa, estamos bastante alineados y fue una gran experiencia compartir y darnos cuenta que tenemos una visión común sobre lo que queremos y cómo lo queremos. Es un buen punto de inicio para formar una base sólida para generar nuevas instancias”, comenta.
La directora de Pedalea, Myriam Salazar, valoró el resultado de las asambleas y relevó la necesidad de tener instancias de coordinación a largo plazo. “Los que andamos en la calle todo el día sabemos las dificultades y necesidades que hay y la importancia de analizarlas entre todos. Desde el Foro Mundial de la Bicicleta que no se juntaban tantas agrupaciones. Todos los temas y problemáticas son las mismas y tenemos objetivos comunes y bien claros”, explica.
Las conclusiones a las que se llegaron sobre los tres tópicos, en palabras de los propios participantes.
Educación
Ximena Araos tiene 23 años y desde el año 2015 participa en Pedalea por la Calle. Ella fue la encargada de entregar las conclusiones de los temas de educación. “Lo más urgente a mi juicio es que se desarrollen campañas gubernamentales de educación vial que involucre a agrupaciones y personas relacionadas. Hay que realizar esto por seguridad, los automovilistas desconocen la normativa y las actualizaciones de ella”, precisa sobre el que, a su juicio, es el tópico más relevante de la discusión.
Entre las principales sugerencias existen medidas como la exigencia de la educación vial en el colegio, pero desde una nueva perspectiva en la que se incluya en todas las asignaturas y que no sea un ramo único. “Para que eso sea efectivo, se debe generar una perfección a los profesores para que todos los docentes puedan impartir esas clases y no que sea necesario formar a nuevos profesionales”, señala.
También se avanzó en plantear la necesidad de que los municipios realicen cursos de educación vial y mecánica básica a los vecinos y trabajadores de las comunas; al Ministerio del Trabajo que se exijan estudios a los conductores de empresas repartidoras, además de hacerles obligatoria la entrega de kits de seguridad.
“Otro de los puntos es solicitar al Ministerio de Transportes que se realice un plan informativo de ciclovías disponibles por comunas de forma diaria para fomentar el uso de la bicicleta”, precisa.
Medidas complementarias que también quedaron reflejadas son implementar totéms con herramientas para mecánica en las escuelas y el condicionamiento de la renovación de la licencia de conducir a la aplicación de pruebas teóricas donde se incluyan actualizaciones de la Ley de Tránsito.
“Partir la enseñanza desde temprana edad del respeto a medios de desplazamiento a pie, en bici o en auto. Es una medida efectiva y que ayuda a combatir la obesidad, reducir los gastos en salud, en la pérdida de vidas y de recursos por los miles de accidentes”, finaliza.
Infraestructura
En esta área, son variadas las intervenciones, pero mayoritariamente ligadas a la calidad de los espacios públicos, ya sea para los ciclos o para la movilidad sustentable. Gustavo González de Santiago Norte Pedalea fue parte de este equipo de trabajo y explica que una de las necesidades más relevantes es unificar criterios para la construcción de ciclovías entre los distintos sectores de la ciudad.
“Yo me muevo de Conchalí a Providencia, pasando por Independencia y el Centro y hay mucha diferencia en el estándar. Mientras en los sectores más acomodados funcionan muy bien, en las comunas con menos recursos te encuentras con hoyos, postes en el camino o no están delimitadas o pintadas y eso es una gran diferencia para la seguridad de los usuarios”, argumenta.
En las iniciativas elaboradas grupalmente, Rolando Álvarez de The Amazing Bike, entregó el informe destacando la necesidad de aumentar las intervenciones de urbanismo táctico al estilo de calle Bandera en otros puntos de la ciudad como Patronato o el barrio La Chimba. También se puso como prioridad la elaboración de un plan de ciclovías con el Ministerio de Transportes y Conaset.
“Sería interesante generar algún piloto de ciclovía interregional en alguna vía de tren abandonada, es una iniciativa que se ha hecho en otros lugares”, detalla. También se expuso la necesidad de contar con una cartografía y catastro de rutas funcionales de todo el país y desarrollar proyectos de ciclovías rurales. Finalmente, se propuso la ampliación de recursos para los municipios para el diseño urbano, incorporar a la movilidad sustentable en el diseño de la ciudad y volver a realizar pilotos sobre el transporte de bicicletas en el Metro durante los fines de semana.
Fiscalización
Antropólogo, 41 años, Pablo Arriagada es parte de Bicipaseos Patrimoniales hace 7 años y hace un tiempo también es integrante de Ñuñoando y de la Mesa de Movilidad de Renca. Activista diverso, relata las definiciones debatidas sobre fiscalización y los variados focos que se determinó que es necesario abordar.
“Identificamos dimensiones que se podrían trabajar y mejorar, por un lado, los comportamientos en la ley de tránsito, la de infraestructura y, por otro lado, los procesos de transparencia con los temas de movilidad”, indica.
En el primer punto, el grupo solicitó realizar un cambio en el enfoque en el que se sanciona las conductas que transgredan la legislación. “Queremos que sea una fiscalización que se oriente a fomentar la convivencia más que castigar un hecho puntual, que sea más pensado en educación más que en la sanción. Hoy, medidas como la reducción de velocidad y la distancia de metro y medio de los autos con respecto a los ciclistas, son letra muerta. Lo último podría sancionarse con fiscalizadores incógnitos como en Australia o nueva Zelanda”, reflexiona Arriagada.
En infraestructura, por otra parte, se sugiere no solo la revisión de los estándares de ciclovías, sino que, de las señaléticas, de bici estacionamientos, entre otros.
Finalmente, una de las propuestas que tuvo un importante apoyo fue la idea de elaborar un sistema de fiscalización ciudadana que permita hacer parte a la comunidad en la generación de material de apoyo para sancionar infracciones. Esto, a través de una Superintendencia o un organismo que tenga un formato similar al Sernac que pueda recopilar información obtenida por los transeúntes.
Víctor Hugo Romo explica que esta medida permitiría expandir el alcance de la labor de Carabineros y, si bien, no serviría para sancionar directamente, podría generarse una estrategia de validación de parte de la autoridad para aumentar condenas con este tipo de pruebas. “Es muy importante cuando se involucra a la comunidad. La idea es generar una plataforma donde se pueden subir imágenes o videos de infracciones detallando la fecha, hora y lugar donde se cometió. Sería muy importante que ese registro se tabulara y se transformara en datos concretos para el Ministerio o los tribunales para que sea una especie de hoja de vida. Su revisión podría dar cuenta del comportamiento de la persona y podría ser utilizada la denunciada por la ciudadanía como agravante para una multa o parte”, concluye.