Decenas, muchos más de lo que en general pensamos. ¿Pero cuántos po? Sigue leyendo y lo sabrás.
Por Michelle Raposo
Lo prometido es deuda. Hace algunas semanas hablamos de las actividades de celebración por el Día Mundial de la Bicicleta, el colectivo Bicicultura junto con Buses Vule, y la experiencia del temido Efecto Venturi y nos quedaba en el tintero una segunda parte sobre los puntos ciegos.
Uno de los objetivos de la actividad era que ciclistas y conductores se pusieran en los zapatos del otro. En el caso de los ángulos muertos del espejo retrovisor, la idea era tener una comprensión de los espacios alrededor de la micro en que los ciclistas o peatones dejan de ser visibles para el conductor.
Entonces, ¿cuántas personas pueden desaparecer de la vista del chofer? Al menos 60 ciclistas, de distintas edades y género, cupieron en estas zonas muertas en que el chofer de la micro, por las características de la máquina, no tiene la opción de ver si hay alguien pedaleando alrededor.
Estas zonas están ubicadas directamente en la parte delantera y trasera del bus, y en dos triángulos que se extienden a ambos costados de la micro, que hacen tener otra perspectiva de dónde ubicarse cuando toca moverse al lado de una micro.
“Nunca antes se había intentado dibujar con personas de carne y hueso todos esos espacios donde los más vulnerables del tránsito, peatones y ciclistas, se vuelven más vulnerables que nunca, por los ángulos en que no son visibles”, comentó Alberto Escobar M, Subgerente de Relaciones Laborales, Capacitación y Comunicaciones de Buses Vule.
Este ejercicio también ayuda a “la necesidad de construir conocimiento científico a través de este estudio de caso, a través de este Laboratorio Interdisciplinario de observación del conflicto ciclistas-conductores de bus”, comentó Bernardita Labarca, investigadora y académica de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Todas estas actividades también son parte del proyecto Compartir para Convivir de Bicicultura, que finalizará su primera etapa a mediados de año con la entrega de un curso de capacitación en convivencia vial con ciclistas dirigido a conductores de buses, que se ofrecerá vía SENCE a las empresas operadoras de buses y que ha sido diseñado en base al seguimiento de los problemas objetivos y subjetivos de convivencia que experimentan a diario en la vialidad estos dos actores.
“Buscamos producir un cambio cultural que nos permita vivir y disfrutar de ciudades sostenibles, más justas y amables, en donde se priorice y proteja a los más vulnerables, con calles y espacios públicos seguros para todos”, recalcó Amarilis Horta, Directora de Bicicultura