Al final del Curso de Ciclismo Urbano las y los participantes reciben una bicicleta restaurada.
Por Michelle Raposo
Fotos: Angélica Hernández
Como bien saben, la bicicleta salva en muchas ocasiones, y quizás aún más cuando eres migrante y necesitas moverte a distintos lados, pero no sabes bien como. Por eso mismo, Foco Migrante, está ofreciendo unos cursos gratuitos para migrantes de Recoleta, así que corran la voz.
Para llevar a cabo la iniciativa FoCo postuló el proyecto “Usando la bicicleta como herramienta de integración de migrantes” al Gobierno de Santiago, para enseñar aspectos como la normativa vial, mecánica básica y estrategias ciclistas. Al final del curso, los participantes se llevan una de las bicicletas que han sido donadas y reparadas en la organización.
Si bien los primeros cursos exclusivos para mujeres del sábado 16 y 23 de marzo ya están copados, las y los interesados en el curso tienen opción de participar en los cursos mixtos para adultos entre 15 y 80 años (16 cupos), que se realizarán el 20 y el 27 de abril.
En el caso de los más chicos, están disponibles los cursos de iniciación al ciclismo (entre los 5 y los 14 años), que serán el 18 y 25 de mayo. En este caso son 17 cupos y es el único curso que consta de tres clases.
La postulación la pueden hacer a través de los formularios específicos en el link del Instagram de @foco_migrante
Para conocer más detalles del proyecto hablamos con Victoria Lagos, presidenta de FoCo.
¿Cómo se gestó esta iniciativa?
Bueno, nosotros empezamos a postular a fondos públicos más grandes como para poder sostener el área comunitaria, porque nos estaba costando cuidar a las personas que realmente lo necesitan. Y también poder adaptar y tener los recursos para poder entregar las bicicletas gratis. Ese era nuestro objetivo.
Por eso postulamos a los cursos de ciclismo urbano. Específicamente en esta ocasión para la gente de Recoleta. Los beneficiarios de los cursos se dividen en tres grupos, que son los tres cursos en específico. El primero es el curso de ciclismo urbano para mujeres, el otro es el curso de ciclismo urbano mixto y finalmente el de iniciación al ciclismo que va dirigido a infancias entre 5 y 14 años.
¿En qué se diferencia el curso para mujeres del mixto en cuanto a contenidos?
Realizamos un curso de ciclismo urbano específico para mujeres, porque aún existe una brecha en el uso de la bicicleta que también se expresa en cuanto al género.
Entonces queremos intentar romper eso y acercar también a las mujeres al uso de la bicicleta con una perspectiva de género, y a la vez, introducirlas al uso de las herramientas que también es algo en lo que estamos poco enseñadas culturalmente. Al menos desde la infancia acercarnos a las herramientas para nosotras mismas arreglar las cosas.
Y aparte es acercarse a la bicicleta y conocerla como un objeto y una herramienta. Al final, nosotros lo que buscamos con los cursos es entregar la bicicleta como un medio, pero también las herramientas necesarias para utilizarla de manera segura, y básicamente con todo lo que nos hubiese gustado saber o consideramos que es relevante saber al empezar a andar en bici, sobre todo viniendo de otra cultura.
Otro aspecto que se da en estos cursos, cuenta Victoria, tiene que ver con la complicidad que se genera. “Primero, al tener un espacio separado y poder acercarse a la bicicleta y a las experiencias que han tenido las mujeres al transitar en la ciudad, ya sea caminando o en bicicleta ya son distintas y te paras desde un lugar y una apertura diferente para compartir tus historias y eso ya genera otra dinámica. Sobre todo considerando que en estas clases las que facilitan la instancia también son mujeres”.
Además, también hay un mayor hincapié en aspectos de la perspectiva de género, en cómo reaccionar en distintas instancias. “Por ejemplo, de repente preferimos usar la bicicleta a las 2 de la mañana para trasladarnos de la casa de un amigo a la de nosotros, en vez de estar a esa hora en un paradero. O no ocupar la orilla de la calle en horarios muy de noche, o cómo reaccionar a distintas instancias de violencia verbal o física que también puede pasar”.
“Se llega a un espacio de conversación y apertura, y más que nada transmitir el mensaje de que mientras más seguras nos vean pedaleando, más nos van a respetar”.
¿Qué cosas se pueden ver en los cursos entre lo teórico y práctico?
La parte más práctica va al principio, de probar las bicicletas y adaptarlas a tu propia ergonomía para evitar lesiones. Ahí se aprovecha de hacer un repaso de las partes de la bicicleta y sus funciones centrales. Luego hay un trabajo más práctico que teórico en la mecánica.
Las personas en la segunda clase, cuando ya finaliza se van con las bicicletas. Y en la primera clase se les hace una tarea, que es básicamente que lleguen con una ruta predefinida desde el taller a su casa, para que cuando lleguen acá nosotros la revisemos en conjunto y nos demos distintas recomendaciones. Porque a veces la gente se va en grupo y vive para los mismos lados y se intenta que se forme una comunidad y entre las mismas personas se aconsejen, sobre todo si son de Recoleta, porque ahí todos conocen las calles.
Desde el punto de vista migrante es muy distinto pedalear en Chile ¿qué podemos ver en los cursos?
Aparte de que a veces puede haber distintas señaléticas o normativas viales, más que nada es transmitir algo que quizás nosotros tenemos más integrado por ser activistas o trabajadores del uso de la bicicleta que algo cultural, que es poner a conciencia que cuando nosotros transitamos por la ciudad también habitamos y convivimos con distintos modos y personas, y que cada uno tiene su espacio de tránsito. En las clases enseñamos la pirámide de movilidad en la base de las clases. Que haya un respeto mutuo por el uso de espacios, tratar de ser ciudades más amables. También el mensaje que tratamos de decir es que tampoco estamos en contra de que todo el mundo ocupe el auto, sino tratar de que hagan los mayores viajes posibles con las personas que puedan y quieran andar en bicicleta, y tratar de que la convivencia entre todos sea saludable. Finalmente eso nos hace a todos más felices, más tranquilos.