Así dijo el presidente Iván Duque, “porque esa Colombia con P mayúscula es la que necesitamos»(1).
Por BiciRedColombia
A partir de la propuesta de presentar al congreso una reforma tributaria por el gobierno del actual presidente Iván Duque y su anterior ministro de hacienda, Carrasquilla, quien con su pronunciamiento desfachatado y totalmente descarado, cuando al mencionar que una docena de huevos costaría el equivalente a U$0.45, demuestra la insensibilidad y lo poco aterrizado a la realidad, donde lo básico de una canasta familiar sería gravado con impuestos, y no solo la canasta, cosas básicas como hasta morir serían gravados, en un país en que el grueso de la población está en condiciones muy difíciles y que la línea de pobreza está marcada por las veces que se puede comer. Una “clase media” que es considerada así por los ingresos que tiene mensualmente de poco menos de U$400, que para un hogar de 4 personas no alcanzaría, pero en donde los ricos son más ricos y los pobres más pobres, como dictan los preceptos de bancos y prestamistas internacionales en un sistema de insensibilidad extrema como el neoliberal que hoy gobierna Colombia.
Según el DANE (Departamento Nacional de Estadística) en 2020 la pobreza alcanzó 42% en un país de 50 millones de habitantes, es decir, 21 millones están en la pobreza y 7,4 millones en extrema pobreza. Según analistas, el presidente pretendía con la tercera reforma tributaria de su gobierno tapar el hueco fiscal, con más impuestos al trabajo de la clase media y aumentar a 19% la canasta familiar básica.
Pero toda esta movilización con ese leit motiv de los huevos, inicia el 28 de abril de 2021 con un paro nacional donde masivamente se vuelcan a las calles, miles de personas indignadas por esta reforma, en un estado con un aparato burocrático extremo, con gastos militares proyectados para aviones de guerra multimillonarios, mientras el pueblo a duras penas puede comer dos veces al día. Luego llegan las movilizaciones del 29, 30 de abril y la del 1ro de mayo (Día internacional del Trabajo) donde como buenos colombianos, marchamos con fiesta, color y amor. La represión del gobierno no se hizo esperar y con órdenes de estrenar sus nuevos equipos multimillonarios, el Escuadrón Móvil Antidisturbios -ESMAD- el cual ya se ha cuestionado por su actuar violando derechos humanos y matar a mansalva, sale a la calle a repeler, a matar y ayudados por policías de civil, infiltrados que generan caos y vandalismo, realizan en las movilizaciones festivas del pueblo, caos y mala prensa que estigmatiza todo el esfuerzo de marcha pacífica, consiguiendo así, paramilitares, militares y Gobierno, el estallido social de nuestra primavera tropical.
Las cifras de muertos, desaparecidos, heridos y personas en hospitales sin quien los acompañe son increíbles, historias de violaciones mujeres menores de edad, muerte y heridos, personas con daños permanentes en ojos y con estados de salud muy delicado por la brutalidad con que arremeten las fuerzas de un Estado autoritario y sin ninguna legitimidad, un estado represor que responde a las peticiones del pueblo con autoritarismo, violencia y masacres ,a la fecha Human Rigths Watch tiene información de 55 personas muertas, 15 confirmadas en medio de las protestas.
El profundo malestar social no es de hoy y va más allá de la reforma tributaria. Las manifestaciones recientes comenzaron en noviembre 2019 donde la población reclamaba el cumplimiento de la constitución, lo básico: salud, educación, vivienda, empleo, transparencia en la lucha contra la corrupción, entre otros. En ese momento el presidente convocó a una mesa y gran diálogo nacional para la escucha de las demandas de los sectores, pero eso no llegó a nada y llegó la pandemia del COVID-19, la movilización se truncó y la crisis social se profundizó.
Recapitulando un poco hacia atrás, el partido político de gobierno en Colombia es de ultraderecha, llega al poder con la premisa de hacer trizas los acuerdos de paz firmados por el gobierno anterior. Este gobierno usa la represión y se han reportado mas 900 casos de asesinato de lideres sociales, ambientalistas y casi 200 casos de excombatientes. Otro elemento que refleja la base del gobierno de ultraderecha en Colombia, es lo que informa la Justicia Especial para la PAZ, que bajo los gobiernos de Uribe se dieron, al menos, 6402 falsos positivos (civiles muertos y los presentaban como guerrilleros, ejecuciones extrajudiciales) y sin saber si existen más fosas comunes como las ya encontradas en Departamentos como Antioquia y Meta, regiones en donde los paramilitares retomaron a sangre y fuego.
La respuesta del estado y parte de algunas elites es reprimir la protesta social y militarizar, darle atribuciones a los policías, ad portas de la conmoción interior, acusando a los marchantes de vándalos, terroristas, a la población indígena acusándolo de tener acuerdos con guerrillas. Cuando el Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC ha reportado en los 2 ultimos dos años el asesinato de nueve gobernadores indígenas, siempre quien reclama sus derechos es minimizado.
La policía no nos cuida, lo que sucede es que actúa y adopta un tratamiento militar y combinada con el ejército nacional en las ciudades están actuando, en muchos casos, al margen de la ley y de las normas internacionales. Se reportan a diario casos donde no portan sus números de identificación, ni placas en sus motos y vehículos, ni que decir de las veces que se encuentran ellos infiltrados dentro de las marchas causando estragos, y automotivando la intervención de la fuerza pública. Las protestas se han tratado como un asunto de seguridad nacional doctrina contrainsurgente (la ciudadanía es el enemigo).
Sumado a todo eso, hay presencia paramilitar en las protestas (caso de Lucas y otros) pero eso no se ha contenido por el gobierno, se contiene al marchante. Para este gobierno es funcional el respaldo paramilitar, que para algunos es quien está tras bambalinas. Se dice que quien gobierna no es Duque, sino Uribe y su partido, quienes tienen alianzas con el narcotráfico (por ejemplo la Ñeñepolítica), no son un pensamiento o ideología, es solo lo que diga Uribe, por ejemplo, los trinos de Uribe invitando al uso de armas de fuego por parte de la fuerza pública contra los marchantes promoviendo a un ideólogo neonazi y la “Revolución Molecular Disipada”, según el cual la protesta es un mal maquiavélico de terrorista que quieren entregarle el país a la extrema izquierda, al socialismo, al comunismo.
Hay censura en redes sociales, y los medios de comunicación son aliados con el gobierno, mienten, desinforman; para ellos siempre, lo peor es el daño a la propiedad privada, un muro, un inmueble, un vidrio roto, no se indignan por muertes ni desapariciones, no lo mencionan, igualan a los marchantes o encapuchados con la fuerza armada, vale más una pared rayada que una vida.
Somos un estado de derecho donde las instituciones que deberían salvaguardar la protestas están anuladas: fiscalía, procuraduría y defensoría del pueblo están en absoluto silencio, o diciendo que las marchas son patrocinadas hasta por Maduro, dichos funcionarios son amigos y exfuncionarios del gobierno del presidente, no son idóneos, ni independientes, ni técnicos, y así los marchantes quedamos desprotegidos.
Las organizaciones de la sociedad civil son quienes están entregando información, las transmisiones que hace la población marchante en redes sociales muestran lo que se vive en las calles porque quienes deben informar en nuestro país no lo hacen, y eso pese a la censura. Por fortuna, organizaciones como TEMBLORES(1) a corte al 4 mayo (30 homicidios, 9 casos abuso sexual a manos de la fuerza pública, 1443 casos de violencia policial, 814 detenciones arbitrarias, 56 denuncias por desapariciones forzadas). El 3 mayo la ONU Colombia denunció preocupación pues la policía abrió fuego a miembros de su comisión, habrían sido amenazados y atacados en Cali (CNN). ONG WOLA alta reputación le pidió a Joe Biden suspender el financiamiento del ESMAD (fuerza antidisturbios de Colombia).
El paro nos muestra la potencia de la resistencia que se hace en la calles y que nuestra resistencia rodando las calles es poderosa, la calle ahora es un lugar vivo, y en ella se está viendo la representatividad de todxs, este empoderamiento social va más allá de la infraestructura, esta lucha refleja que tenemos condiciones insuficientes y precarias en tantos ámbitos, que ya no callamos y vemos la necesidad de gobiernos bien dirigidos, nos queremos vivos, somos vulnerables, es cierto, somos un pueblo que está despertando.
Como comunidad ciclista tenemos una herramienta de transformación social y de resistencia a las adversidades, la bici, es nuestro activo principal y que siempre está presente en este espacio público y ahora vivo, la calle, donde pedaleamos la lucha popular, de la salud, medioambiental, género, cultural, políticas públicas, económica, de desigualdad, territorial-corporal y social, para finalizar, como afirma Maya en Bici “…sin ser intención, nuestra presencia en la calles es la revolución misma.”
Continuaremos pedaleando por un bienestar común… “A Pedalear para Avanzar”.
(1) Nota tomada de https://www.colombia.com/actualidad/nacionales/polombia-nuevo-error-ivan-duque-viral-redes-memes-video-248559
(2) Movimiento Social Temblores ONG, https://www.temblores.org/