Por Raimundo Agliati Marchant
Director Secplac, Ilustre Municipalidad de Rancagua
Todas las comunas sueñan con mejorar su calidad de vida, pero el desafío radica en ser capaces de implementarlas. En este sentido, la comuna de Rancagua se ha convertido en un referente nacional e internacional a seguir, por haber logrado en un breve plazo, avances significativos para la movilidad sustentable.
No existe una fórmula única que garantice el éxito, pero sí existen factores forzados que deben estar presentes. En primer lugar un liderazgo político local fuerte, un equipo técnico con pasión y convicción, proactivo y con grandes capacidades de gestión, e innovación, y la existencia y disponibilidad de instrumentos de gestión local vigentes y representativos de las necesidades reales de las personas. Pues bien, todo eso existe en Rancagua y los frutos ya han comenzado a consolidarse.
Rancagua tiene 250.000 habitantes. Destaca su damero central, en cuyo centro se encuentra la Plaza Los Héroes – el corazón de su historia fundacional. Su escala humana se puede explicar en cifras. A modo de ejemplo, se podría indicar que, un viaje en bicicleta desde el centro hasta el borde de la ciudad tardaría sólo 20 minutos. Dicho recorrido -en la mayoría de los casos- sería prácticamente por zonas planas y bajo un clima templado mediterráneo (el mejor del mundo).
Respecto de la caminata, el centro de Rancagua posee calles en donde los flujos de personas superan el de calles importantes del centro de Santiago. A modo de ejemplo, cabe mencionar que por el Paseo Independencia transitan más de 60.000 personas durante el día. Dicha magnitud, es la mitad de la del Paseo Ahumada y la misma que la del Paseo Huérfanos. En este sentido, vale la pena considerar que por el centro de Santiago se mueven a diario del orden de 2 millones de personas, ocho veces más que Rancagua. Conocer y difundir esto ha convertido a la ciudad de Rancagua en un objeto de deseo para la caminata y la bicicleta.
Para lograr lo anterior, se ha construido la red conexa de ciclovías más grande de Chile (54 kms), varios paseos peatonales, más y mejores áreas verdes, mejoras en la iluminación, facilidades de accesibilidad universal, restauraciones patrimoniales y de fachadas, y mucho más.
La historia comienza años atrás, cuando se decide incluir en el plan regulador la obligación de materializar una red de ciclovías en su vialidad. Así también se trabajó una visión de ciudad para garantizar una movilidad sustentable. No obstante lo anterior, el año 2013, el aire del Valle Central del Cachapoal, incluida la comuna de Rancagua, se declaró saturado ambientalmente. Pero esa mala noticia gatilló la generación del primer Plan de Descontaminación Ambiental. Este instrumento fue la oportunidad perfecta para priorizar y dar más fuerza a la promoción de la movilidad sustentable y desincentivar el uso del auto.
La crisis ambiental nos hizo reaccionar. Y sabíamos que teníamos que ser eficientes y actuar rápido. De lo contrario, el costo en la salud de nuestros habitantes sería muy alto. Una de las medidas consistió en conocer los flujos de bicicletas, y los resultados fueron sorprendentes, casi 2.000 ciclistas al día y más de 500.000 al año por la ciclovía de la Alameda.
Dicho resultado, nos motivó a entrar con la bicicleta directo a la Plaza Los Héroes. Con ese fin, la Municipalidad proyectó y construyó en 5 meses la primera ciclovía de regiones que ingresa a su casco fundacional, con un diseño de alto estándar (en calzada, directa, atractiva y segura).
También, implementamos proyectos piloto peatonales. A modo de ejemplo, el monitoreo del Piloto de la Calle Estado reveló que, el flujo peatonal aumentó un 10% después de los dos meses de su implementación.
Pero el municipio no se quedó sólo con ese resultado. Inmediatamente después, inició el primer “Plan de Monitoreo de Comportamiento de Movilidad Peatonal” del país (250 cuadras en su primera etapa), transformándose nuevamente en la primera ciudad en generar datos duros que caracterizan la caminata en el centro de la ciudad.
Por lo tanto, el llamado es que todos los ciudadanos ayudemos a poner en valor este crecimiento sustentable, el cual, aún tiene mucho que mostrar, y por supuesto, mucho que mejorar. No cabe duda que la base de una ciudad pujante y de calidad es aquella en donde sus habitantes la viven y disfrutan con orgullo, y por eso la invitación es a sumarse y hacerse parte responsable de este proceso. Ser parte activa de las decisiones y ser conscientes que Rancagua, en la medida que el tiempo pase, sólo les resta ser cada día mejor.