El impacto transformador de ‘Compartir para Convivir’ en la convivencia vial.

El Parque Forestal fue el escenario del décimo encuentro organizado por Bicicultura, el cual busca visibilizar los puntos ciegos de los buses del transporte público y así prevenir siniestros viales.

Por Michelle Raposo

Fotos: Bicicultura

Imagínate que vas manejando un vehículo motorizado de gran tamaño y de la nada, ¡pum!, aparece una decena de personas por ambos lados. Esa es la experiencia que transmite la actividad Compartir para convivir, que ayer culminó su serie de encuentros realizados en comunas como Quilicura, Maipú, Lo Espejo, San Bernardo, Providencia, Las Condes, Ñuñoa y Santiago.  

En total fueron 10 las jornadas, que buscan sensibilizar y prevenir sobre los puntos ciegos en los buses, y que se realiza gracias a una alianza entre Bicicultura, Buses Vule, y que para el cierre contó además con el apoyo de la Municipalidad de Santiago, Conaset y Fundación CicloRecreoVía. 

En total la campaña ha llegado a cerca de 20 mil usuarios de ciclos, de los cuales 4 mil han experimentado en carne propia lo que ve un conductor de bus, y esto es muy importante porque te da una perspectiva de lo grandes que son los puntos ciegos de la máquina. 

Como dato, según el estudio «Impacto del transporte público sobre la seguridad vial de los peatones y ciclistas», publicado en julio de 2023, en Santiago RM un 26,9% de las muertes de ciclistas involucra a buses del transporte público, y el desconocimiento de puntos ciegos y dificultades de la conducción de vehículos de gran tamaño influye directamente en esta cifra de siniestralidad, cuentan desde Bicicultura. 

“Nuestra empresa opera cerca de 100 recorridos del sistema RED, con una flota de 1.440 buses, realizando más de 20 millones de viajes al mes, en 28 de las 36 comunas que cubre el sistema. La envergadura de nuestra operación tiene incidencia en la experiencia y la calidad del viaje de muchos conductores y usuarios, y tenemos la responsabilidad de realizar un aporte real en materia de información y sensibilización para avanzar hacia una mejor convivencia vial”, comenta Antonio Villalobos, Subgerente de Finanzas y Asuntos Públicos de Buses Vule.

“Por eso, aunque Buses Vule es la empresa con más bajos índices, decidimos impulsar este programa, que junto a otras iniciativas complementarias nos ha permitido alcanzar la meta de cero ciclistas fallecidos este año. Nos parece fundamental generar alianzas de colaboración amplias en torno a programas como éste, que permiten situarse en el lugar del otro, entender nuestros roles y fomentar el respeto entre todos”, agrega. 

El programa Compartir para convivir también cuenta con el respaldo de instituciones como Directorio de Transporte Público Metropolitano (DTPM), Gobierno Regional de la RM y la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset). 

“Para nosotros en Conaset, actividades como estas son trascendentales para llegar a la comunidad con el mensaje sobre la convivencia vial. Una buena convivencia vial es una buena convivencia social también, y tenemos que aprender a compartir para convivir de forma correcta”, nos dice Luz Infante, secretaria ejecutiva de la entidad. 

“En este sentido, gracias a esta actividad de Bicicultura, también auspiciada por Buses Vule, la Municipalidad de Santiago, y nosotros como Conaset, estamos transmitiendo este mensaje. También estamos entregando un manual para usuarios de ciclos, donde comunicamos todas las recomendaciones y también información normativa, pero de una manera bien amigable. Cosa que sea entendible y comprensible para todos y todas. Además, también en nuestra página web, tenemos información enfocada en la infancia. Esta misma guía para que los niños y niñas puedan conocer cómo empezar a moverse en la ciudad a través de un ciclo”, concluye. 

Hazte cargo

Por qué vale la pena ir a uno de estos eventos, cuál es la importancia. Se lo preguntamos a Amarilis Horta, directora de Bicicultura y del programa Compartir para Convivir: 

“Nuestra experiencia dice que aquel ciclista, aquella ciclista que pasa por esta experiencia cambia de actitud en la calle. Es así de decisivo. No es lo mismo que a ti te digan que hay puntos ciegos y que los buses no te ven, a que tú realmente lo vivas. A que te pongas en el punto ciego, te subas al bus, veas que desde el espejo del retrovisor del conductor efectivamente se ve como si no hubiera nadie, pero en realidad está lleno de gente. Esa experiencia es transformadora”. 

El esfuerzo para sacar adelante el proyecto no es menor. Hay que considerar por ejemplo que se necesita una calle muy ancha, para poner el bus y a los ciclistas alrededor. Además está la parte logística de sacar la micro de servicio, por lo que la convocatoria tiene que ser fuerte para que asista la gente. Y también, se premia a los asistentes con distintos regalos, por lo que es importante que marcas se sumen y pongan premios como gancho para que la gente quiera asistir. 

“Pero la experiencia es extraordinaria. Se hace muy buena onda entre los participantes también. La gente conversa entre ellas. Esto de participar en algo colectivo también permite algo que no se da muchas veces en las cicletadas. En que cada uno circula, pedalea y punto, no hay convivencia. En cambio aquí se da eso y también es un plus de la actividad”, agrega Amarilis. 

Algo que me llamó la atención de lo que se habló al cierre, en cuanto a la seguridad, es reforzar el mensaje que el ciclista es responsable de su seguridad, no es algo que le tienen que entregar por andar en un modo de transporte más vulnerable. 

“Exactamente, eso es algo que se aprende a golpes, desgraciadamente. Entonces para que no todos tengamos que aprender a golpes hay que hacer una educación masiva del tema porque esa arrogancia que hemos comenzado a tener de decir, bueno, si yo tengo derecho a ocupar la calzada entonces la ocupo y punto y no me importa nada y no me preocupo de nada, no es una buena visión. Porque la verdad es que si te atropellan, si te pegan un pencazo arriba de un vehículo, si fuera otro auto, es un raspón, es un abollón, pero si eres tú en la bicicleta vas a ir al hospital y vas a estar inmovilizado por meses”. 

Manual de carreño ciclista: creando reglas de civilidad

Con todo lo aprendido durante las convocatorias de Compartir para convivir, desde Bicicultura esperan entregar toda esa información tanto a la gente, autoridades como al mundo académico. 

Entre los proyectos están pensando en una exposición fotográfica de gran formato, además de encuentros con medios y academia para entregar la data que se ha generado. “Hacer de eso un informe del programa, por lo menos digital, que se pueda descargar y que tenga acceso, sobre todo a la gente que trabaja en investigación o en transporte, y hacer un encuentro en algún lugar emblemático como el ex Congreso acá en Santiago, un lugar así donde podamos entregar toda esa información”. 

Algo muy interesante dentro de todos estos datos acumulados en tres años de investigación y los mismos encuentros, es la identificación de las 10 principales situaciones de riesgo y conflicto que se da entre los ciclistas y los conductores de bus. 

La idea es hacer una encuesta masiva, para que «podamos establecer cuál va a ser la actitud de cada ciclista frente a esas 10 determinadas situaciones de riesgo y cuál sería la actitud deseable del conductor de bus. Luego ver cuáles son los resultados y decir ya, la gente votó por hacer esto y esto, pongámonos de acuerdo que esta sea nuestra actitud y transformemos eso en un acuerdo, en un pacto que firmemos, y se transforme como en la forma de comportamiento habitual de ciclistas y conductores de buses en la calle”.  Una de estas situaciones, por ejemplo, es cuando un ciclista y un conductor se aproximan a una parada de bus al mismo tiempo. “¿Qué pasa ahí? Lo que pasa en la actualidad es que el conductor acelera, se tira en diagonal a tomar la parada y el ciclista queda atrapado por la cola del bus y se producen situaciones bien serias, bien graves ahí. Entonces en esa situación, ¿qué sería lo deseable? Por ejemplo, que el ciclista sepa que el conductor lo va a esperar, que salga de la zona de la parada del bus y luego se va a orillar y por lo tanto hacer esa operación lo más expedita y rápida posible”. 

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