Muchos hemos visto como en diferentes puntos de la Región Metropolitana se están realizando reparaciones y extensiones de ciclovías para conectar 6 comunas -La Granja, San Joaquín, Macul, Ñuñoa, Providencia, Recoleta- las que se unirán en la llamada Ruta de la Infancia.
Por Equipo Laboratorio de Cambio Social
La obra es financiada por el Gobierno Regional Metropolitano (GORE) con una inversión de $3.201.187.437. La ruta tendrá 15 kilómetros de longitud. Este proyecto busca conectar dos lugares emblemáticos de la ciudad, en su extremo norte, el Parque Bicentenario de la Infancia – en el Parque Metropolitano-, y en su extremo sur, el Museo Interactivo Mirador (MIM) en el Parque Brasil, conectando asimismo una serie de otros parques y lugares públicos de escala urbana a lo largo de estas seis comunas; Estadios Monumental y Nacional, Parque Inés de Suárez, la ciclovía Mapocho 42 K, entre otros.
11 kilómetros del recorrido corresponden a nuevos tramos. El trayecto por Avenida Marathon -donde partieron las obras en octubre 2017- se convertirá en la primera ciclovía de alto estándar de Macul. Los 4 kilómetros restantes corresponden a rutas ya existentes, como la ciclovía de Pio Nono en el Barrio Bellavista, la que han reparado y logrado conectar con la ciclovía Mapocho 42K. Un avance importante, ya que en el punto que fue unida se formaban muchos conflictos entre las personas que circulaban por esa zona, la cuadra que pasa frente a la Facultad de Derecho de la ciclovía bidireccional y quedó un espacio suficiente para el tránsito de los automóviles y unas veredas con gran espacio para los peatones, libre de obstáculo.
Lo que se tiene que tener en cuenta es la importancia que estas reparaciones tiene que considerar; la mejora de las intersecciones, señaléticas y sincronización de los semáforos, para que sea utilizada tanto por adultos, niños y personas más longevas. La idea es unir a la familia a un modo de transporte sustentable y que beneficie a la salud, como es la bicicleta. Muchas de las personas desean utilizar la bicicleta como modo de transporte y recreación, pero no lo hacen porque aún falta que logren ser rutas directas, sin mayores interrupciones ni desvíos, coherentes, fáciles de entender y que sus recorridos cobren sentido, que sean cómodas y atractivas. Como también realizar zonas con calmado de tráfico, mejorar las señaléticas, realizar talleres y educación vial es tan importante, para que cada día se continúe fomentando el uso de la bicicleta.
No es sólo dejar una ciclovía con buenos segregadores, sino es un trabajo más integral, donde las intersecciones son primordiales para que las personas se sientan seguras al momento de circular por esta red de ciclovías. Por este motivo es importante que los que utilizan bicicleta como modo de transporte, hagan notar los puntos en que aún hacen falta mejoras y hacer hincapié para que estas se concreten.
Además, abogar que si se hacen inversiones para tener una red de ciclovías que fomenten el uso de estas entre los más pequeños de la familia, esto tiene que ir a la par con una visión de reducción de velocidad de los automóviles, para así entregarles todos los elementos para que cualquier persona se pueda desplazar tranquila y en convivencia con todos los modos de transporte motorizados y no motorizados.
Aún se continúa luchando por parte de diversas organizaciones para que el congreso apruebe la disminución de velocidad de 60 a 50 Km/hr. Por lo que si queremos que cada día circulen más modos de transporte no motorizados por nuestras calles, es necesario que se aprueben este tipo de iniciativas para tener una convivencia realmente de distintos modos de transporte en la ciudad.
El Laboratorio de Cambio Social, por su parte, continúa trabajando en colegios de la comuna de El Bosque, con el programa Rutas Bakanes a la Escuela, donde esperamos que niños y niñas puedan ir a la escuela caminando o en bicicleta, mejorando así la seguridad integral de los trayectos. Todo esto impulsa la planificación, desarrollo e implementación de proyectos que mejoran la seguridad, reducen el tráfico y disminuyen la contaminación en las cercanías de las escuelas. Este programa esperamos implementarlo en otras comunas de Santiago y Chile, dando a conocer la red de ciclovías que fomentan y apoyan el uso de la bicicleta en todas las edades y uniendo zonas emblemáticas de las ciudades, como lo está haciendo la Ruta de la Infancia.