Ciclistas y conductoras RED se reunieron en pícnic-conversatorio

Convocadas por la Dirección de Transporte Público Metropolitano, mujeres ciclistas y conductoras de buses del sistema RED dialogaron -con perspectiva de género- sobre cómo moverse seguras por la ciudad.

Por Pamela Barría Osores

Fotos: Myriam Salazar

Con el objetivo de intercambiar experiencias y aprendizajes en torno a la movilidad y los cuidados, conductoras de buses del sistema RED y mujeres ciclistas de la Región Metropolitana se reunieron este fin de semana en un encuentro organizado por el Directorio de Transporte Público Metropolitano (DTPM). Un diálogo fundamental para avanzar hacia una convivencia vial respetuosa.

¿Cómo se mueven las mujeres por la ciudad? ¿De qué manera se han integrado a la conducción de buses? ¿Qué situaciones comunes viven conductoras y ciclistas? ¿Cómo es la experiencia de la movilidad y el cuidado en ciclos y buses?

En torno a estas y otras preguntas se centró el encuentro, que contó con la presencia de la directora de Transporte Público Metropolitano, Paola Tapia, y la secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (Conaset).

Más mujeres, más seguridad

Actualmente, el sistema de transporte público metropolitano cuenta con alrededor de 16 mil conductores. De ellos, un 7 por ciento son mujeres. “Solo en un año hemos aumentado el número de mujeres conductoras en un 25 por ciento. Hemos sumado a las empresas de transporte que han financiado cursos para que más mujeres se capaciten, también al sector público a través de Sence, y esperamos prontamente sumar a otras instituciones para financiar estas becas para conductoras”, detalla Paola Tapia.

¿Las mujeres son mejores conductoras de buses? La directora de transporte público Metropolitano cree que sí. “De acuerdo a un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo del año 2018, el ingreso de las mujeres no sólo genera un clima laboral óptimo en las empresas de transportes, también ha implicado el aumento de la seguridad del transporte porque conducen de mejor forma, incluso cuidan mejor los buses y son más amables con los pasajeros”, asegura.

Magdalena Canales es conductora en Metbus hace seis años y cuenta que entonces eran muy pocas las mujeres en su empresa. Hoy representan cerca del 30 por ciento y cree que un importante aporte de las mujeres al sistema es la mayor empatía. “Una como mujer, como mamá, al ver todos los días niños, abuelos, mamás con guagüitas o embarazadas, te pones en el lugar de ellos y en su seguridad. Cuando voy al volante digo que tengo que hacerlo bien, porque ellos tienen que llegar sanos a su destino y yo tengo que llegar bien a mi casa”, dice.

“En términos generales en el tránsito mueren más hombres que mujeres, casi un 80% hombres y 20% mujeres, eso nos habla de la mayor disponibilidad al riesgo por parte de ellos y que las mujeres suelen ser más cautelosas al volante. Sin embargo, lamentablemente las mujeres fallecen más en calidad de pasajeras y peatonas”, explica la secretaria ejecutiva de Conaset, Karina Muñoz.

 Autocuidado, empatía y educación

A la hora de intercambiar experiencias y reflexiones, conductoras y ciclistas comparten algunas situaciones que deben enfrentar a diario cuando se movilizan, como la inseguridad y el acoso sexual. Conductoras que han debido enfrentar situaciones de abusos a pasajeras y ciclistas que lo han experimentado en la calle, junto con el temor a atropellos, robos y asaltos, miedos que se incrementan en aquellas que se transportan en ciclos junto a niñas y niños pequeños.

“Hay harto aumento desde la pandemia en adelante del uso de la bicicleta y de mujeres que se han empoderado de las calles, que se han atrevido a subirse a la bicicleta y a movilizarse con sus hijos, hay muchas mujeres que usan los cargos para llevar a los niños al colegio”, cuenta Viviana Alarcón, ciclista. “Yo me muevo con un cargo, transporto desde cajas hasta muebles. Este tipo de vehículos no se mueven en todos lados, las ciclovías están tan malas que tenemos que ir por la calle”, dice.

Por ello ha pasado más de un susto. “Mi experiencia con las micros es terrorífica, porque me han tirado muchas veces la micro encima. Este encuentro es maravilloso porque sirve para conocer la mirada de una conductora. Ellas llevan mucha presión, llevan muchas vidas dentro del bus y además deben estar pendientes del entorno, y nosotras las ciclistas somos parte de ese entorno. Ellas nos hablan de un punto ciego en el bus y entonces ahora yo entiendo que a veces no nos ven. Eso hay que tratar de cambiarlo en los propios buses, pero una también debe saber cómo mostrarse en la calle: usar luces, reflectantes, yo prefiero andar como arbolito de pascua para que me vean”, comenta.

Magdalena Canales, de Metbus, a veces pasa rabia con los ciclistas que no ocupan las ciclovías. “Ahora entiendo que no siempre las ciclovías están en el mejor estado, por eso prefieren las calles. Nosotros los conductores sabemos que hay que tener un metro y medio de distancia con las y los ciclistas, pero hay muchos que no lo respetan, por eso es necesaria más educación vial. Yo ahora voy a ser mucho más cuidadosa”, asegura.

La educación vial es uno de los pilares que trabaja Conaset, desde diversos frentes: capacitaciones a profesores y educadores de párvulos para empezar desde temprana edad, convenios con empresas para que implementen acciones con sus trabajadores, entre otras iniciativas. “Hay que seguir avanzando en una red de ciclovías porque ya no sirve hacerlas por tramos aislados, pero es iluso pensar que en un plazo corto vamos a tener ciclovías en todas las calles. Por eso hay que avanzar en generar los espacios seguros para que la convivencia se dé: implementar ‘Zonas 30’, es decir, calles más calmas, donde la velocidad que es el factor fundamental a la hora de compartir espacio con ciclistas u otros ciclos, permita que la convivencia sea segura”, concluye la secretaria ejecutiva de Conaset.

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