Por Myriam Salazar
Xavier Candia, plasmó su pasión por el café y el pedaleo en un singular triciclo con forma de barco, con el que ofrece una impecable cafetería por distintos rincones de la ciudad.
Luego de estudiar terapias alternativas y casi terminar una pedagogía tuvo que interrumpir sus estudios para darle paso al emprendimiento. “Empecé vendiendo café en un evento donde me fue bien, tan bien que decidí seguir y darle forma a lo que hoy es Café de proa”.
No tiene un lugar establecido pero cada vez es más común encontrarlo, comenzó en la Casona Duboise en Quinta Normal, ha participado de encuentros como Pasarelas Verdes e itinera los fines de semana junto a sus compañeros de TRIINA (Triciclos Itinerantes Nativos) por lugares como Parque de Los Reyes, Barrio Bellas Artes y Plaza de Bolsillo Morande.
-Me gusta mucho el café y uní esto a otras cosas que me interesan como las antigüedades, por eso el estilo vintage del carro. También me gusta andar en bicicleta y pedalear mucho, aunque nunca había pedaleando un triciclo. Partí en un evento el invierno pasado, se dieron varias cosas que fueron en mi favor y por eso opté por seguir vendiendo café. Al principio usaba la máquina que tenía en la casa, una eléctrica con un filtro, todo muy artesanal. Fueron 3 días seguidos y el último día del evento la máquina colapsó, se reventó.
La buena recepción de su café lo entusiasmó a seguir y armarse de una plataforma que lo sostuviera y le diera la posibilidad de moverse de un lugar a otro. “Pensé al tiro en montarlo en un triciclo, hay algunos que ya han trabajado esta idea como Café Triciclo”.
Un barco a pedales
“Quería hacer un concepto distinto, con forma de barco, para que fuera aerodinámico. La idea se fue al papel y de ahí a buscar los materiales. Sabía que tendría que pedalear mucho por lo que no podía ser tan pesado, que no me molestara el viento si lo tenía en contra y funcionó, quedó bien maniobrable. Me costó harto, mucho ensayo y error hasta que salió. He pedaleado harto con el carro. La otra vez fui a un evento cerca de Casapiedra y como mi toldo no es desmontable me tuve que ir pedaleando hasta allá, me demoré pero llegué igual. Mi idea es replicarlo más adelante, hacer otro mucho mejor, ya tengo otro diseño similar, con la misma forma pero con mejor estructura”.
Filtrado por goteo
El movimiento del triciclo en sus traslados ha obligado a Xavier a optar por el filtrado V60, un método sencillo y eficaz que en un par de minutos permite obtener un muy resultado. “Este sistema por goteo es un poco lento pero tengo espacio suficiente para sacar hasta 3 cafés al mismo tiempo”.
-¿Cómo ha sido la recepción de la gente?
-Les gusta mucho mi triciclo y me felicitan. Sobre el café creo que están más acostumbrados al tipo postre en Starbucks, bien dulce, que lleve crema, son muy pocos los que lo toman negro, cargado y sin endulzar.
-¿Cuál es tu propuesta de café?
-Café brasilero y granos latinoamericanos en general. Lo compro tostado y lo muelo a diario cada vez que salgo a vender, si me falta tengo un moledor de café que va conmigo. Pueden elegir entre expreso, americano, capuchino y cortado. El que más se vende es el americano y el cortado. Parte de mi carta son las masas dulces, granos de café tostado bañados en chocolate y Blooming tea, que es una infusión de té floral. Además cuento con algunas antigüedades a la venta.
-¿Cuál es la clave para una buena taza de café?
-La variedad del grano dependiendo del gusto de la persona obviamente, me gusta servirlo en formato V60 ciento que se concentra más el sabor al ser lento el filtrado y que el agua que no esté recién hervida, muchos lo preparan con el agua muy caliente y matan el sabor del grano, eso es lo primordial.
Cada pieza de Café de proa ha sido cuidadosamente escogida y puesta sobre su cubierta por Xavier, quien además de itinerar por distintos barrios de Santiago, está disponible para participar de eventos que lo requieran.