En 2021, fueron 1.660 las personas fallecidas en siniestros de tránsito según Carabineros de Chile, convirtiéndose en la cifra más alta de los últimos 12 años. Estas cifras muestran que, a pesar de que los siniestros viales bajen producto de la pandemia, la fatalidad de éstos ha aumentado de forma problemática. Conversamos con el experto en movilidad activa y urbanismo para identificar las causas que producen estos nefastos números.
Por Eduardo Inostroza Villarroel
Fotos Víctor Rojas
Ariel López es ingeniero en transporte, magíster en urbanismo y presidente de la ONG Map8, organización que el 26 de octubre obtuvo el premio SOCHITRAN 2021 con el proyecto de llamado “Ciclo Sendas de Emergencia: Infraestructuras ciudadanas por una movilidad sustentable”.
Revisa aquí los detalles del proyecto ganador: https://revistapedalea.com/colectivo-muevete-y-ong-map8-ganan-premio-sochitran-2021/
“Los automovilistas saben que no los están fiscalizando comparado con antes del estallido social, hoy día no hay fiscalización y eso hace que se relajen”, comienza explicando Ariel, pues el exceso de velocidad ha sido la mayor causa de muertes en el tránsito y les conductores se han acostumbrado a pasarse las luces rojas, ya que no hay nada que les coarte correr como si fuera una pista de carreras.
“Una de las causas de que aumente el número de fallecidos es la ausencia completa de fiscalización de carabineros. En tiempos de cuarentena el movimiento en las calles cayó en un 75% y teníamos un 25% de gente moviéndose, entonces las calles estaban vacías y esto hace que los autos puedan ir a flujo libre y a una velocidad ilimitada”.
Las cifras que se presentan por parte de la institución policial cuenta a las personas que fallecen durante las primeras 24 horas luego del siniestro, por lo que esta cifra no cuenta a las personas que quedan heridas y que fallecen algunos días después, como estipula el estándar internacional que propone registrar fallecidos 30 días luego de sucedido el hecho. Así se estima que la cantidad real de muertes es de 30% más, lo que equivale a 2.100 personas fallecidas aproximadamente en 2021.
Con respecto al desfase en las cifras ¿Cómo calificas la gestión de CONASET y el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones?
-En Chile no tenemos tantos accidentes a nivel país, pero esos pocos son muy graves o letales por la alta velocidad. Sobre estos datos el Ministerio de Transportes y CONASET celebraron la baja de accidentes, pero es obvio si la gente está en su casa, ¿cómo van a haber más accidentes? De lo que ellos deben preocuparse es que aumentó las muertes, no pueden celebrar esto. Durante este periodo de gobierno el Ministerio de Transportes ha puesto trabas a cualquier forma diferente de acción y diseño de la ciudad, y lo que ha hecho es en desmedro de la movilidad activa y el fomento del ciclismo. Por su parte, CONASET es una agencia de marketing donde cada vez que hay muertos ellos salen a repartir stickers como si eso resolviera el problema. Debería ser el ente que investigue evalúe, diseñe políticas y certifique la seguridad, por ejemplo, de las autopistas.
¿Estas deficiencias institucionales en qué se expresan en nuestro cotidiano?
-Por ejemplo, las autopistas que están ahora no cumplen la normativa y eso es un peligro. Me tocó denunciar a Autopista Vespucio Oriente, porque ellos incumplen en un 75% la normativa que el Estado les obliga a efectuar. Este informe se lo entregué a Contraloría, ellos lo investigaron, analizaron y se dictaminó que estaba fuera de norma, lo que obligó al Ministerio de Obras Públicas a hacer los cambios para cumplir la norma, pero este ministerio hizo caso omiso y la autopista se sigue construyendo fuera de norma.
El balance del último año nuevo fue de 288 personas lesionadas y 14 fallecidas. De los 280 mil vehículos que salieron de Santiago, sólo hubo 27 mil fiscalizaciones, se cursaron 600 infracciones por exceso de velocidad y fueron más de 60 los detenidos por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas.
A pesar de estas cifras que se repiten cada año y esta vez aumentaron en fatalidad, aún duerme en el congreso el proyecto de Ley Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones (CATI). Entonces, ¿por qué es tan relevante la promulgación de esta ley?
-La ley CATI es importante, porque permite hacer lo que los carabineros no están haciendo que es fiscalizar. La gente entiende por la buena o por la mala, y por la mala es que te puedan multar cada vez que se supere los 50 km/h, como las personas no quiere botar su dinero prefieren bajar la velocidad.
¿Además de cambiar la legislación que otras medidas pueden tomarse?
-En Santiago la mitad de los ciclistas muere por culpa de un bus y la otra mitad por un auto. Hay dos formas de atender el fenómeno, por una parte, los buses del Transantiago todos los años tienen excesos de velocidad en algún momento de su recorrido de hasta 90 km/h, en calle no autopistas y eso el Ministerio de Transportes lo sabe. Se puede resolver sí el ministerio exigiera por correo electrónico, ni siquiera con un decreto, que en el computador del bus se establezca que la velocidad máxima será 50 km/h, entonces, aunque el conductor se pare arriba del acelerador no va a superar esta velocidad. Hay empresas como Vule que implementó este sistema unilateralmente sin que nadie se lo pidiera y uno mira las gráficas y los buses no tienen exceso de velocidad, esto tiene resultados positivos porque no matan a los vecinos, tampoco rompen sus buses y además les genera beneficios con los seguros, pues le dicen que ellos no pasan la máxima velocidad, que no es su culpa y entonces le pagan los daños.
¿Y con los autos que se puede hacer para que reduzcan la velocidad?
-En Chile en ningún lugar del territorio nacional se puede circular a 120 km/h. Por ejemplo que todos los autos que se vendan en el 2022 tienen que tener airbag y cumplir ciertas normas, entonces qué nos cuesta exigir que los autos que se comercialicen tengan como velocidad máxima 120 km/h y no puedan superar eso. Que sean programados desde el computador del auto de esa forma evitaremos problemas, porque los vehículos no podrían ir a exceso de velocidad, y para eso no hay que hacer una ley, sino que simplemente hay que escribir esa línea en la solicitud de homologación, así como se hace con los scooter que tienen una limitante de velocidad de 30 o 35 km/h. También una calle necesita diseñarse completamente para que los autos no excedan la velocidad, en algunos casos por ejemplo se hace un pavimento donde si uno va despacio, vas más cómodo, pero si uno va rápido el pavimento vibra y tu condición dentro del auto te hace sentir incómodo, entonces baja la velocidad, es como el efecto que pasa cuando el suelo es con adoquines.
Sobre la convivencia vial, ¿cómo podemos asegurar un espacio seguro para ciclos?
-Hay que considerar que mientras más personas usan la bicicleta, esto a nivel de la literatura mundial, la calle se vuelve más segura para todos, porque se genera el efecto de manada y eso hace que, si hay un ciclista solo, es posible que no se vea y lo atropellen o lo choquen. Si más gente usa la bicicleta la cantidad de mortalidad debe decaer. También aumenta la cantidad de ciclistas que andan en auto, por lo que éstos cuidan a otros ciclistas.
Sobre las transformaciones institucionales para que la movilidad sea justa y equitativa, Ariel indica que, “los cambios tienen que ser radicales, actualmente a un nivel de abajo hacia arriba tenemos en los municipios a las direcciones de tránsito que tienen dos áreas, el de permisos de circulación y el de licencias de conducir, no existen los peatones, los usuarios del transporte público y los ciclistas. Entonces hay que cambiar la dirección de tránsito a direcciones de movilidad, luego más arriba el Ministerio de Transportes debe tener su secretaría por modos de transporte, es así como tendríamos áreas que velan por la a empresa Metro, por el transporte público, los peatones y ciclistas, ya que para abordar los problemas de movilidad se requiere que el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, el Ministerio de Obras Públicas y el Ministerio de Transportes se unan en un Ministerio de Ciudad, esto es algo que no se me ocurrió a mí, se viene discutiendo hace mucho tiempo, pero ningún gobierno ha tomado la posta de hacerlo».
En el programa de gobierno de Gabriel Boric hay varias propuestas de movilidad activa, ¿cómo se pueden cumplir estas promesas?
-Sobre la propuesta de Boric, ya que estamos con el tema de la autopista, muchas de ellas están ahora terminando su periodo de concesión, entonces entran a extensión de la licitación. Generalmente los operadores prefieren que se les extienda el tiempo, entonces una manera de cumplir con los 500 km anuales de ciclovía, podría ser que el Ministerio de Obras Públicas le solicite a todas las autopistas concesionadas hacer una modificación de contrato y agregar al lado de la autopista una ciclovía y una vereda, lo que no es solamente generar infraestructuras sino generar herramientas para que a las personas no las atropellen caminando o en bicicleta, de esta forma podrían seguir con los años de concesión.