Hace 15 años, Félix Díaz y Denisse Mendoza, ambos egresados de Ciencias Forestales de la Universidad de Chile, dejaron atrás Santiago con la certeza de que debían irse al Valle del Elqui a desarrollar su proyecto de vida.
Por Michelle Raposo
Sin experiencia y con pocos recursos, compraron un terreno vacío de 1.400 metros cuadrados en Cochiguaz, y con mucha paciencia y esfuerzo le dieron vida al camping “La Chakra”, y posteriormente a “Apu Bike Tours”, que ofrece tours de bicicletas eléctricas por la zona.
Alineados con el universo
El nombre «La Chakra» es un juego de palabras, cuenta Félix. “Lo escribimos con K, como acá estamos en el Valle del Elqui por todo el misticismo que hay, todo el tema energético, jugamos con la palabra chacra”.
Si bien ahora el sitio se ve lleno de verdor, cuando partieron “el terreno estaba seco, sin conexiones de luz, sin conexiones de agua, sin árboles”, y se terminó transformando en un espacio agroturístico que promueve la sustentabilidad, y donde los visitantes participan de la naturaleza, a través de los huertos orgánicos que tienen, y en prácticas como el compostaje y el uso de baños ecológicos.
Además, todo el proyecto fue construido con esfuerzo propio, sin recurrir a créditos o a bancos. “Llegué con una bici convencional y una picota, una pala y mis cosas, eso sería todo”.
Finalmente, la idea que tuvieron hace más de una década, terminó siendo un sueño cumplido para Félix y Denisse, ya que uno de sus objetivos era construir un hogar cómodo para criar a sus hijos, Julieta (8) y Amaru (5), y al mismo tiempo contribuir al desarrollo turístico sostenible del Valle del Elqui.

Grititos de felicidad
Con el proyecto de La Chakra más consolidado, las ganas estaban en diversificar su oferta turística, “considerando que acá el Valle del Elqui es un sector súper concurrido, viene mucha gente de distintos lugares, de distintos países, entonces bueno, decidimos complementarlo y siempre nos llamó la atención de poder implementar una agencia turística”.
Así, el 2018 crearon Apu Bike Tours -nombre inspirado en la creencia diaguita del espíritu de las montañas- con el objetivo de diferenciarse del competitivo mercado turístico de la zona, ofreciendo una experiencia innovadora, accesible para un público amplio y acorde a las condiciones geográficas del Valle, que tiene bastante ascensos.
“Teníamos toda una logística, conseguí un mecánico y un eléctrico, y la idea era modificar las bicicletas porque acá no había mucha oferta de bicis eléctricas, y las que había eran bastante caras. Y justo cuando estábamos a punto de comenzar, nos llega un mensaje del mecánico, que justo Oxford había traído 20 bicis eléctricas, y las había recién ingresado para presentarlas en una feria”.

Siguiendo con el espíritu emprendedor que los caracteriza, buscaron inversionistas bajo la modalidad de “Family, Friends and Fools”. “Nosotros aplicamos este modelo, entre las familias, los que creen en tu proyecto y los amigos. No hay muchos bancos de por medio, ni cuotas, ni cosas”. Con este primer capital, compraron cuatro bicicletas.
El 2019 consolidaron el proyecto al ganar un fondo Sercotec para financiar algún proyecto de turismo ligado a la energía renovable. Con este capital instalaron paneles solares para cargar las bicicletas, repuestos, mejoraron los implementos de seguridad, agregaron un sistema de intercomunicadores para mejorar el audio en los tours, junto con el desarrollo de su sitio web y dar a conocer la marca.
La respuesta en todos estos años ha sido más que positiva, comenta Félix, a pesar de que solo un 2% de los participantes ha usado previamente una bici eléctrica. La experiencia suele generar sorpresa y entusiasmo: “cada vez que avanzamos los primeros 5 o 6 metros siempre se escucha un gritito, de que estas cosas poco más que andan solas, y es como un grito de felicidad y están muertos de la risa. Y después me dicen oye pero se pasó esto es súper cómodo yo pensé que no iba a poder, entonces siempre ha sido positivo. Hasta ahora por suerte nunca hemos tenido ninguna experiencia distinta”.
Para tener en cuenta, la asistencia eléctrica es al pedaleo e incluso se puede desconectar. Otro dato anecdótico, agrega Félix, es que también ha fomentado la compra de bicicletas en la región, ya que algunos participantes del tour se han ido a comprar la bici, impresionados por la experiencia.
Petroglifos, estrellas y vertientes
Son varios los tipos de tours que Apu Bike tiene disponible, los que duran entre dos y tres horas aproximadamente, entre ellos se encuentran:
El tour por el Valle de Cochiguaz, que explora la historia local y filosofía de este valle. Incluye visitas a petroglifos de culturas del Molle, Diaguita e Inca, destilerías de aceites de lavanda -se puede acceder al campo de lavandas- y eucalipto y la estupa de la iluminación.
El tour nocturno, y tour con observatorio, que visita puntos importantes de observación para aprovechar los cielos de Cochiguaz, famosos por su limpieza y belleza de la noche.

También existe la opción de bicicleta y cabalgata, que llega hasta el Santuario de la Naturaleza de la zona. La cabalgata tiene una duración de entre 1 hora y media y dos horas, bordeando el río.
Para los que prefieren caminar, pueden tomar la combinación bicicleta más trekking, en el que llega al nacimiento de una vertiente de agua natural. En el camino también se aprende de la flora y fauna de la zona, e historias locales.
Para más información y detalles pueden visitar la página de Apu Bike Tours.