Tanto las abejas, como las bicicletas traen múltiples beneficios para la vida humana. Además de la polinización, los productos que se extraen de las colmenas tienen cualidades medicinales y unidas con el pedaleo activo y sustentable, hacen la combinación perfecta.
Por Eduardo Inostroza Villarroel
Gonzalo Díaz de la Carrera es ciclista y fundador de La Beecicleta, emprendimiento que se moviliza por Santiago en una cargo bike repartiendo y ofreciendo miel en distintos formatos. La iniciativa fue de su padre, y desde hace 5 años que ambos se aventuraron sin saber mucho, pero con la motivación de aprender y capacitarse sobre la apicultura.
“Tuve que empezar a estudiar sobre el trabajo con las colmenas, también a aprender a vender, cuestión a la cual yo no estaba acostumbrado. Me formé en el trato con la gente, para saber cómo explicar algo tan difícil, como lo es la vida y beneficios de las abejas. Ha sido un proceso divertido pero cansador”, aseguró Gonzalo.
Las colmenas están ubicadas en el sector María Pinto, Calera de Tango, Cajón del Maipo y en el centro de Santiago en La Bicindad.
Abejas y ciclismo, la combinación perfecta
Gonzalo ha estado arriba de una bicicleta desde que tiene consciencia. Cuando estaba en el colegio, se iba a escondidas de sus padres desde Irarrázaval hasta San José de la Estrella en La Florida, pero a la vuelta lo esperaban sus buenos retos. A sus 18 años comenzó a usar la bici como transporte cotidiano, pero le cambió la vida cuando se compró su bicicleta de carga.
Este tipo de ciclos aportan a la movilidad de muchas formas y por eso es tan requerida, “hace harto tiempo que la quería, por tres razones, para sacar a mis perros, para salir a vender miel y para el uso diario. Ya me habían dicho que cuando me subiera a una cargo, después no me iba a querer bajar, y es cierto, muchos días voy con la cargo vacía, pero la sensación que da con la velocidad y la visión que uno tiene al pedalear, al ser más grande y más robusta, es distinta y para mí es mucho más cómoda que una bicicleta tradicional”.
Las bicicletas y las abejas tienen mucho en común, “ambas tienen que funcionar al 100%, cada parte tiene una función que está enlazada con la otra, en ese sentido cada abeja tiene una tarea que hacer para que la colmena funcione bien, y produzca alimento”.
¿Tú pintaste tu bicicleta con los colores de la abeja?
Si, de hecho, la quería al comienzo amarillo con negro, pero me dijeron que no, porque había que pintarla de nuevo. Entonces la pedí amarilla y yo le puse las líneas negras. Además, siempre me dicen que me han visto por ahí y que es llamativa, porque debe ser la única cargo amarilla con negro que anda por Santiago.
Cicloviajes en familia
El vínculo que tiene Gonzalo con sus perros Canela y Guachupé es admirable, pues son pocas las personas que eligen su medio de transporte pensando en sus animales. Para él son su familia y tienen el derecho de disfrutar de los paseos en bici, y así sus aventuras son conocidas por todes quienes lo siguen en el Instagram de @la_beecicleta
“Con mis perros hemos hecho un par de salidas dentro de Santiago, y hace algunos fines de semana fuimos a Pomaire, para ver cómo se comportaban en distancias largas, ya que de ida y vuelta para allá son 130 km. Y como se comportaron bien, ya podríamos planificar un viaje para la playa, más largo”.
La diversificación de las colmenas
Díaz tiene un carrito que adhiere en su bicicleta de carga para apoyar en las Bicimingas. También todos los repartos de sus productos los hace en bicicleta, pero la particularidad de La Beecicleta es que en la cargo bike se le monta una mesa en forma de cajón, y se ofrecen diversas piezas hechas a base de miel.
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“Para la gente es llamativo, porque llegamos en una bicicleta que es un medio sustentable y limpio. Aparte vamos con todo el show de las abejas, llevamos una colmena chica y le explicamos a la gente de que trata. Así hemos tenido buena llegada gracias a esa combinación, la bicicleta con las abejas”.
Asimismo, Gonzalo cuenta que, “nosotros vendemos miel, pero aparte hacemos dulces y calugas, ahora estamos haciendo unas barras tipo snickers con el mismo producto. Es que vivir solo de la miel, es súper difícil, pero son sus productos los que van dejando ganancias, por eso andamos picando en la cosmética y medicina, para poder sustentarnos de ella”.
¿Cómo ha sido tu experiencia con las terapias medicinales basada en las abejas?
A comienzos del 2020 hice un curso de apiterapia, que es la terapia con la picadura de las abejas y el uso medicinal de toda una colmena, ya sea con la miel, con la cera, por el veneno o con el propóleo. A mi mamá le salió un linfoma, que es el cáncer menos malo, el más fácil para tratar. Empecé a tratarla todas las semanas, hasta que en agosto inició con las quimioterapias, tuvo 6 sesiones y después de eso se hizo el examen y ya no tiene nada. Queremos creer que en parte fue gracias a eso.