Este domingo es día de decisiones, y obviamente diremos: ¡vota en bici! Pero, a pesar de que nos gustaría que más actividades del día se hicieran en bicicleta, muchas veces no tener donde dejarla desincentiva su uso.
Por Michelle Raposo
Desde Bicicultura y la asociación de defensa del consumidor Bicicultura ADC, llevan mucho tiempo estudiando las normativas relacionadas con este tema y su implementación. Para recabar más información desde el lado ciudadano, se encuentran haciendo una Consulta Nacional Ciclista (hasta las 23:59 de este 15 de diciembre) para medir los avances en la aplicación del derecho de biciestacionar con seguridad.
La idea, cuentan, es medir cuál es la situación que enfrentan las personas que compran bicicletas y otro tipo de ciclos para movilizarse, al momento de llegar a destino y tener que estacionar.
“Aunque muy pocos lo saben, en Chile, los edificios de cualquier tipo, públicos y privados de uso público, residenciales, de comercio o de servicios, que obtuvieron permiso de edificación a partir de junio de 2015 están afectos al Decreto Supremo 109 del MINVU y deben habilitar y ofrecer biciestacionamientos seguros para residentes, visitas, clientes, pacientes o estudiantes”, explica Amarilis Horta, directora de Bicicultura.
El derecho a estacionar tranquilo
La consulta es parte del proyecto “Espacios seguros para biciestacionar: Difusión y defensa de un derecho conquistado”, ganador del Fondo Concursable para Asociaciones de Consumidores del Sernac 2023. El elemento central de esta campaña de educación a consumidores y consumidoras ciclistas es el espacio web Derecho a biciestacionar, en Bicicultura.cl, que reúne la información disponible y ofrece la posibilidad de recibir información personalizada y asesoría gratuita completando un formulario de solicitud.
Hace un tiempo hablábamos de los desafíos de dejar la bici en un departamento pequeño, especialmente cuando a veces en la familia hay más de una. Justamente, lo que buscan en Bicicultura, es que más personas entiendan los decretos y normas que especifican la existencia de los cicleteros, no como algo simpático que hizo la constructora, sino que algo que debe existir por ley.
Según lo que han analizado desde Bicicultura, es que el bajo cumplimiento de estas normas se debe por una parte a que no hay un mecanismo establecido y capacidades de fiscalización por parte del Estado (Minvu) y los municipios. Por otra parte, está el desconocimiento de los propios usuarios y usuarias de ciclos. “Tampoco saben que, si les roban la bici en los estacionamientos de supermercados, centros comerciales, farmacias, bancos o universidades, tienen derecho a ser indemnizados,” agrega Amarilis.
“En el mundo, el robo de bicicletas es mucho más frecuente que el robo de autos. No existen cifras oficiales, pero la situación es crítica. Prácticamente no hay usuario vehicular de bicicleta, que no haya sido víctima de al menos un robo. En Chile, poquísima gente registra los números de serie y guarda los comprobantes de compra de su bicicleta, y, a menos que el ladrón de bicicleta sea sorprendido “in fraganti”, no es posible comprobar el robo de una bicicleta, lo que en la práctica otorga impunidad casi total a los hechores y está transformando a las bicicletas en el objeto más robado, incluso más que los celulares. Se estima que en Santiago cada 5 minutos ocurre un robo de bicicleta y que una buena bicicleta, recién comprada por un usuario nuevo y no precavido, no dura en uso más de una semana” explica Víctor Hugo Romo, presidente de la asociación Bicicultura ADC.