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Pedalear en primavera: Cómo retomar la bici después de la hibernación

Expertos entregan recomendaciones en mantención de bicicletas y salud física para que disfrutes de tus pedaleos.

Por Michelle Raposo

Fotos: Myriam Salazar

La primavera está a la vuelta de la esquina, y a medida que el tiempo mejora, es el momento ideal para retomar el uso de la bicicleta. Ya sea para trasladarse por la ciudad, subir el cerro o simplemente disfrutar del aire libre, hay algunos detallitos en los que fijarse si la bicicleta estuvo hibernando por mucho tiempo. Aquí van unos consejos para asegurarse que tanto la bicicleta como el cuerpo estén listos para afrontar una nueva temporada pedaleando.

¿Qué tan botada estuvo tu bici?

Según Hans Alemany, mecánico de bicicletas y fundador de la Escuela Latinoamericana de la Bicicleta (ELAB), la mantención necesaria depende de cómo ha sido guardada la bicicleta. 

“La pregunta es donde la dejó guardada. Porque si la dejó en el patio y recibió alguna lluvia, aunque no llovió casi nada, pero bueno, estuvo a la intemperie, podría en gran porcentaje necesitar un servicio completo, considerando que de base hay que meterse a las grasas”. 

Esto se refiere a revisar partes como la masa, motor y dirección, en un servicio de fondo ya que hay que desarmar mayormente. 

“Ahora, si quedó guardada pero no a la intemperie. Ahí podría ser que uno la use igual, entonces le pasa un pañito de microfibra y listo. Sobre todo si es que el taller donde se lleva regularmente utiliza grasas de calidad. Porque si la grasa es de calidad, esta se mantiene y no se va”. 

Hans advierte de que las grasas de baja calidad tienden a secarse “Hay una grasa que es reconocida por todos, la del frasquito blanco con tapa roja, que es la más barata que uno ve en las ferias y que muchos talleres ocuparon durante muchos años, aún lo siguen ocupando, pero ya la gran mayoría como que se ha pasado a buscar grasas de mejor calidad” que resisten mejor al agua y el calor.

Para quienes han utilizado la bicicleta durante el invierno, Alemany sugiere que mantengan una revisión periódica.

“Una bicicleta idealmente si uno la ocupa más de cuatro veces en la semana, ya se entiende que es un uso fuerte, un uso mayor. Esto hablando a nivel de uso urbano. Si le sumamos a que la ocupamos como deporte el fin de semana, deportivamente se fuerza la bici mucho más. Así que eso digamos que ese fin de semana de uso en competencia se ensucia más de lo normal, se lleva más al extremo”. 

Entonces, si tiene un uso más intenso, por lo tanto, debiese yo llevarla a servicio cada seis meses o quizás antes, dependiendo de la disciplina. Pero sea amateur, es decir, que mueve una carrera al mes o dos en los fines de semana, que sería como otro perfil de cliente, y si aparte la misma la usa en la semana, se está usando a full. Entonces, ahí sí o sí, tiene que irse cada seis meses a servicio. 

Un secreto que entrega Hans, es cambiar el servicio anual del verano o de la temporada, a invierno, y de esa forma tengo un servicio que lo recibe el taller a veces con mejor precio y aparte más rápido, te lo entregan antes, y el maestro trabaja mucho más relajado, en comparación con la temporada alta de verano. 

Otro tip, para que lo guarden para cuando toca lluvia: “la seco con un paño, y en el caso que haya sido un recorrido largo con lluvia encima, le saco el tubo del sillín y la dejo boca abajo para que bote el agua que se mete dentro del cuadro. Porque esa agua se aconcha dentro, especialmente en el motor, que es el centro de los pedales, y la gente cree que no pasa. No, se mete toda el agua y entonces hay que sacar el tubo, dar vuelta la bici, sacudirla un poquito y secarla bien, y listo, no le pasó nada. Es decir, la poca cantidad de agua que cayó, como las grasas que tiene son repelentes al agua, no se van a ver mayormente afectadas”.

Atendiendo al otro motor de la bicicleta

Otro punto a tener en cuenta al retomar la bici, es a la persona que va arriba. Así como hay que tener ojo con las partes de la bici, también hay que hacerlo con las partes del cuerpo, para no lesionarse y dejar tirada la bici nuevamente. 

Keim Velásquez, máster en medicina deportiva y fisioterapia (La Pilatería), enfatiza que, al retomar el ciclismo, es fundamental preparar el cuerpo, especialmente las piernas, la cadera y las rodillas, que son las áreas más implicadas en el pedaleo. 

En el caso del pedaleo, “como se apunta la cadera, y es trabajo cíclico, lo más importante son las piernas, por supuesto, de cadera hacia abajo”. 

“Lo más, más, más importante -que tiene que ver en el cuidado, prevención, y a la vez mejorar- es tanto en el trabajo de la fuerza y la extensión de la cadera como la fuerza de los cuádriceps también y el control de las rodillas, eso es súper importante”. 

Según la posición de pedaleo se ve de dónde se ejecuta la acción de la fuerza. “Usualmente, cuando el tronco está muy elevado (como en una bici urbana), lo que tú haces es una mayor fuerza y predominancia del cuádriceps de las piernas, ¿por qué? Porque ahí genera más palanca hacia adelante, y a mayor pendiente inclinación, hay más empuje desde el glúteo y la zona posterior, la zona isquiotibial de las piernas. Por tanto, si tú cambias también los puntos de fuerza y la cadera también, según la flexión o la extensión que tenga, es el grado, obviamente, de esfuerzo que se va a someter”.

Si digamos me duelen las rodillas cuando me bajo de la bici ¿Qué puedo hacer después?

Depende mucho del nivel de flexibilidad de cadera, saber a dónde se usa el sillín. Por lo general, la bicicleta siempre tiene que estar medida en función de la estatura de la persona. En función de la cadera, principalmente, más que de la estatura completa, porque ahí tú sabes, por el largo de las piernas, cuánto es el nivel de extensión, y ganas mecánica también, porque si es mucho mejor la palanca, va a ganar más. Pero al ser más cortita, también genera mucha flexión de rodilla y puede generar tensión. 

A personas que por lo general les duele la cadera, cuando salen de andar en bicicleta, lo recomendable no solamente es elongar la cadera, como la elongación del psoas, sino que movilizarla. La movilización muchas veces te aporta mucho más que la elongación, porque la elongación al ser un efecto de extensión y de quedarse quieto, muchas veces pasa a ser un placebo o dificulta la recuperación, aumenta el DOMS, que en este caso es como el dolor postmuscular que se genera en el ejercicio. 

En ese sentido, la recomendación es que sea una elongación activa, que se llama, que es con movilidad de cadera, de piernas, pero no quedarse fijo. Y lo mismo en las rodillas, por lo general, cuando quedas con mucha sobrecarga, lo importante no es quedarse quieto y solo elongar el cuádriceps, sino que darle movilidad completa para que mejore el retorno venoso y sea mucho más rápido y no te quedes, por así decirlo, con la toxicidad, o no te quedes con todo como sometido a las piernas. 

A veces las personas están más apuradas y agarran no más la bici ¿Alguien que sube el cerro debería calentar más que alguien que se va a mover por la ciudad? 

Siempre para cualquier actividad física hay que calentar. El calentamiento no es solamente llegar, subir, entrenar en calor y chao. El calentamiento tiene fases. Lo primero siempre es la movilidad articular, sin carga, porque ahí tú lo que haces es aclimatar a la articulación, no al músculo, a que le va a venir una carga y el cuerpo está calentito para la acción, para luego someterle esa carga y esa vasodilatación para que quede todo el cuerpo en pos de la actividad. 

En este caso, si no tienes tiempo, llegaste y saliste rápido, lo recomendable es partir suave, articulado, poder soltar el cuerpo, una bicicleta muy de acompañamiento, muy recreativa y después ponerle ganas cuando el cuerpo ya va a ir sintiendo. Pero el ideal, darse unos minutos previos para articular, para que el cuerpo quede con las condiciones necesarias para moverse. Esto, independientemente de si eres deportista o no. 

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Etiquetas: , , Last modified: septiembre 9, 2024
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