El periodista cuenta que su máximo logro cletero fue llegar hasta La Parva pedaleando y revela cómo llegó a la idea de crear este proyecto que muestra el lado más bonito de la capital.
Dice que con el paso del tiempo no lo tiene tan claro, pero lo más probable es que su primera bicicleta le llegara de regalo de cumpleaños cuando tenía entre 8 y 10 años y que probablemente esta haya sido una Caloi. “Pero recuerdo que en esa época se hacía harta vida de calle, así que andaba en bicicleta con los vecinos por el barrio y las calles cercanas a mi casa”, rememora el periodista, columnista y conductor de radio, Rodrigo Guendelman.
Siempre ha tenido mountain bikes, y aunque cuenta que si bien nunca se consideró algo así como un fanático de la bicicleta, sí le tomó el gusto a pedalear mirando a su padre. “Mi papá era súper cletero y el andaba casi de forma seria. Me acuerdo que una vez se fue en bicicleta a Algarrobo desde Santiago, subió el cerro San Cristóbal dos veces seguidas, era peso pesado, le gustaba de verdad. Recuerdo que tenía una pistera Peugeot. Era una buena bicicleta porque el tema le interesaba”.
Si es por llegar lejos, o alto, el periodista también puso de lo suyo en los pedales. “En una época incluso me dio por tratar de subir a Farellones y conseguí hacerlo, pero en cuatro tandas de a 10 kilómetros cada vez y logré llegar hasta La Parva. Ese fue como mi máximo logro”, cuenta Guendelman, quien siguiendo los pasos de su papá también recorría la cumbre al San Cristóbal cuando el tiempo lo permitía. “Me encanta ese trayecto a la cumbre porque toma como media hora, es bonito, tiene buena vista, mote con huesillo, hay como harto premio por el esfuerzo”, agrega.
Santiago Adicto gracias a un paseo en bici
Uno de los proyectos del comunicador que más cariño ha generado entre los capitalinos es Santiago Adicto, una comunidad de amantes de Santiago que utiliza todo tipo de redes sociales para mostrar el lado más amable y bonito de la ciudad.
Y no es raro que esta idea de mirar el espacio donde vivimos desde otro punto de vista haya surgido de un paseo en bicicleta, como revela Guendelman. “Un día de verano hace casi 5 años, en esta subida a Farellones que contaba, iba en los primeros kilómetros y me paré a mirar la puesta sol y pensé: que ciudad más privilegiada en la que vivo, este es un panorama absolutamente gratuito, llegué hasta acá pedaleando desde mi casa, estoy subiendo y nadie me cobró un peso, es una ciudad increíble. Y ese día como que me iluminé y decidí tener un hashtag que era Santiago Adicto y de ahí escribí una columna, luego decidí crear el Twitter y de ahí el Instagram”.
En cuanto al uso de la bicicleta en la ciudad, “yo creo que Santiago es una ciudad tremendamente privilegiada, tanto para los ciclistas como para la gente que le gusta subir cerros caminando. Para todo tipo de deporte al aire libre, Santiago es una ciudad alucinante, la cantidad de cumbres para hacer descenso o todo tipo de técnicas de mountain bike. De partida es una ciudad que tiene 26 cerros islas y además tienes el Manquehue y todos los cordones montañosos que ya son el principio de la cordillera. Existe una cantidad impresionante de lugares; el tema es que hay que buscarlos, hay que conocerlos, hay que informarse y hay que aprovecharlos”.
Pero no solo los cerros son un buen escenario para salir a pedalear. También se han ido abriendo espacios para que la bicis sean las que mandan de alguna manera, “pensando en la bicicleta recreacional, los días domingos varias partes de Santiago están abiertas para ellas y el mismo Parque Metropolitano son una opción”.
En términos de movilidad sustentable y transporte en la ciudad de Santiago, la bicicleta ha ido ganando espacio convirtiéndose en un medio privilegiado “además uno ve distinta la ciudad, ves distintas las cosas cuando andas a la velocidad de la bicicleta. Te permite parar, bajarte y estacionar donde quieras. Se conoce gente, las personas en general se saludan. Se genera un clima muy agradable entre los cleteros”, concluye este enamorado de la ciudad.